
Evelyn Reinoso gestiona una tienda de productos de alimentación y Laura Alcázar montó hace cinco años una barbería
24 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Evelyn Reinoso conoce muy bien cómo ha sido la evolución del turismo en Ourense en los últimos años y sabe que hay un antes y un después de la llegada del tren de alta velocidad. Desde su observatorio privilegiado, en un negocio situado en la rúa das Tendas, en pleno corazón del casco histórico, ha visto incrementarse exponencialmente el número de viajeros que pasan a diario por delante de su puerta, muchos de los cuales entran en su local para llevarse un recuerdo. Esta emprendedora con más de dos décadas de experiencia en el sector de la alimentación lleva tres años al frente de Daira, una boutique gourmet en la que se puede comprar desde el pan del día hasta una delicatesen o un suvenir. «Tenemos lo típico de Ourense, como son las bicas, los almendrados, los licores, algo de vino, vermú, chocolate o patés y, además, tengo un pequeño expositor con productos sin gluten, porque al haber trasiego de gente de fuera, lo demandan», cuenta la profesional, que asegura que cada día son más los viajeros de otras provincias que entran por su puerta. «Esta es una zona de mucho paso, hay una diferencia muy grande en relación a otros barrios en los que yo he estado trabajando», explica. Su tienda está en uno de los bajos de la catedral, en un local con techos abovedados situado justo debajo de la escalinata de piedra. «Por el tipo de producto que yo tengo me viene muy bien esta ubicación porque es un sitio muy fresquito y todos los alimentos están en perfecto estado aunque fuera haga mucho calor, como ocurre estos días», asegura.
Ella sola se encarga de gestionar la tienda, que también abre domingos y festivos, y reconoce que es algo sacrificado, aunque está muy contenta con el funcionamiento del negocio. «Los turistas se llevan lo típico de Ourense, sobre todo las bicas, y si optan por el suvenir siempre piden algo que tenga que ver con As Burgas, la catedral o el puente romano», asegura Evelyn, que ha notado que en los últimos tiempos los compradores prefieren llevarse productos de alimentación. «Bromean con que ya tienen muchas camisetas y buscan otra cosa, ya sea para consumir ellos o para regalar a familia o amigos», cuenta esta comerciante, que aprovecha para preguntarle a sus clientes su opinión de la ciudad. «Me comentan que Ourense era lo último les quedaba por conocer de la comunidad gallega y a todos les encanta lo que ven, aunque la mayoría se quejan del estado en el que se encuentran las termas y de que esté cerrada la piscina de As Burgas», asegura. Este concurrido negocio también tiene muchos clientes habituales, vecinos de la zona que se llevan el pan o compran algo especial para regalar o probar con familia y amigos.

Laura Alcázar López también nota el efecto del turismo en la barbería que dirije en otro de los bajos de la catedral, en la rúa das Tendas. «Hay muchos viajeros que entran para que les corte el pelo o les arregle la barba, incluso peregrinos que hacen el Camino de Santiago; al principio hasta me parecía raro», asegura Laura entre risas. Ella es de Zaragoza, pero llegó a Ourense hace unos años para reunirse con su pareja, natural de la ciudad. Había estudiado peluquería y le surgió la oportunidad de trabajar en una barbería. «Me gustó mucho y pasados unos años, cuando ya había tenido a mis dos hijas, decidí abrir mi propio negocio», cuenta esta emprendedora que optó por el autoempleo para poder organizarse mejor. «Lo hice por conciliar el trabajo con la familia, porque me parecía más sencillo organizarme al tener yo mi propio negocio», explica Laura, cuyo negocio está a punto de cumplir cinco años. «Me enteré de que se alquilaba uno de esos bajos y me pareció el lugar ideal», asegura, orgullosa de haber dado el paso. «Estoy muy contenta», reconoce una mujer que destaca en un trabajo que casi siempre ha estado más relacionado con los hombres.
«Cuando estudias te enfocan más a la mujer, pero ahora ha surgido un movimiento en el que tiene más visibilidad lo masculino», explica. Asegura que los hombres llevan cortes de pelo que requieren acudir a la peluquería más a menudo. En su local se ofre corte de cabello, arreglo de barba y depilación, y en todos estos años ha ido haciendo una cartera de clientes habituales.
Eso sí, estar en una zona de paso para turistas la convierte también en un referente para quien precisa un servicio de última hora. Su negocio está enfocado al público de todas las edades y asegura que en estos momentos la tendencia siguen siendo los degradados, aunque se abre paso una tendencia que implica llevar el pelo algo más largo. En cuanto a la moda de cuidar la barba, cree que ha llegado para quedarse. «Hay muchos chicos que se ven favorecidos con ella porque es como un maquillaje», cuenta esta experta, que advierte que se requiere mucho mantenimiento semanal para llevarla perfecta.