La supresión de paradas del AVE en A Gudiña trastocó su tratamiento: «Ya no puedo ir a darme la quimio en el día»

A GUDIÑA

El argentino Daniel Óscar Santamaría vive en Verín y viaja con frecuencia a Madrid porque allí llevan su proceso oncológico
13 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La supresión de paradas del AVE en A Gudiña (además de en varios puntos de Zamora) permite reducir los tiempo de trayecto. Eso es una realidad que afecta a solo unos pocos, porque obviamente el volumen de viajeros que utilizan la estación Porta de Galicia es mucho menor que los que usan la de una gran ciudad, pero que en cambio trastoca de manera importante a quienes las sufren. Que son, una vez más, los vecinos del rural. Tiene consecuencias sociales, laborales e incluso sanitarias. De esas últimas habla Daniel Óscar Santamaría, un argentino residente en Verín que viaja con frecuencia a Madrid para tratarse de un sarcoma en la Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.
«Ya no puedo ir para darme la quimioterapia y volver en el mismo día», lamenta el enfermo. No es que no quiera seguir llevando la rutina de antes, sino que los horarios son incompatibles. «Ahora ya no tenemos esa posibilidad», explica Cristina Bañuelos, su esposa, que siempre le acompaña. Y añade: «Es un engorro no tener los trenes de la mañana porque estamos hablando de una persona enferma». Hasta el pasado 9 de junio, el primer tren que paraba en A Gudiña llegaba a Madrid a las 8.49 horas. Ahora no es posible concluir el mismo trayecto en alta velocidad hasta las 14.08. El último tren de vuelta que para en Porta de Galicia sale de la capital a las 18.06. En la práctica hace inviable ir y volver en el mismo día porque el viajero no llegaría a pasar ni cuatro horas en la capital.
Eligieron Verín por la cercanía de la alta velocidad
Santamarina y Bañuelos llegaron a España desde Argentina en el 2018. En el 2023 se mudaron a Galicia. «No aguantaba Madrid», cuenta él. Buscaban un lugar tranquilo para vivir y les recomendaron Verín. Visitaron la localidad y les gustó. Además la cercanía de la estación del AVE en A Gudiña les pareció una gran ventaja. Al final, estaban lejos del agobio de la gran ciudad, pero a poco más de dos horas cuando tenían cita médica. Ahora la idoneidad de la elección se torna más complicada.
No es solo que se hayan suprimido frecuencias, sino que además han subido los precios. «Ahora son muy elevados», destaca Bañuelos. Se incrementa el precio del pasaje y además con los nuevos horarios se ven obligados a pasar una noche en Madrid, lo que incrementa el coste de manera importante. En todo caso, la pareja explica que en ocasiones pernoctan en una de las residencias de la AECC, pero no siempre es posible. «Si no hay sitio tenemos que ir a un hotel», relata.
La pareja pide recuperar la frecuencia de primera hora de la mañana. «Estamos muy interesados en ello, porque así es bastante complicado seguir», asegura Cristina. Explica que ir hasta Ourense para coger el tren es complicado porque ella no conduce. Y la alternativa del bus es mucho más incómoda, remarca. Porque, tal y como recuerda, su marido es enfermo oncológico y se va a poner quimioterapia, por lo que hacer transbordo o conducir mucho tiempo se le hace pesado.
Casos como el de Daniel Óscar llevaron al presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer en Ourense, Germán Rodríguez-Saá, a posicionarse en contra de los recortes en las frecuencias. «El cáncer no espera, y los trenes tampoco deberían dejar atrás a quienes más los necesitan», argumenta. Y añade: «Esta decisión limita el acceso de pacientes oncológicos a los hospitales de referencia, dificultando tratamientos y seguimientos médicos fundamentales».
Desde la AECC remarcan que su posicionamiento se basa en garantizar el acceso equitativo a la salud. «La distancia más larga no es la que hay entre pueblos, sino la que separa a los ciudadanos de sus derechos», concluye Rodríguez-Saá.
Manifestación en agosto
Con motivo de la decisión de Renfe de suprimir paradas del AVE, se creó la plataforma ciudadana Dereito ao Tren. Reúne a vecinos, viajeros y representantes políticos de Galicia, Zamora y el norte de Portugal. En Ourense cuenta con el apoyo de asociaciones de empresarios como la CEO y Aeva. Exigen la restitución inmediata de las frecuencias eliminadas. Están llevando a cabo reuniones informativas y reuniendo firmas. Además, han convocado una gran manifestación para el 2 de agosto. Comenzará a las 18.30 horas en la antigua estación de A Gudiña.