La cineasta disfrutó de la tortilla y las croquetas que hace Iván Gómez en su restaurante A Adega do Iván durante el rodaje de «Elisa y Marcela»
05 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Si hay una calle en Celanova para disfrutar de tapeo, de pinchos y vinos con amigos y familia, esa es la San Roque. Allí precisamente es donde decidió establecerse por su cuenta el hostelero Iván Gómez. El 3 de enero del 2018, hace cinco años, abría por primera vez la puerta de A Adega do Iván. «Buscaba un local no que primase un ambiente rústico, cunha luz cálida, unha decoración en madeira... para especializarnos en viños e tapas. Simple pero perfecto», explica. Tiene más de veinte referencias de las distintas denominaciones gallegas, aunque no faltan etiquetas de Ribera del Duero o La Rioja. «Apostamos polo noso pero temos viños para todos os padais», dice. En cuanto a la comida, igual. Iván va cada día al mercado y cocina según el producto fresco. En su carta no faltan los clásicos: tortilla, orella, raxo, croquetas de distintas variedades o puntitas de chipirón fritas. «Temos mexillóns tigre, minipeitugas de polo Villaroy —con bechamel e empanadas— e tapiñas polo estilo. Buscamos que a xente veña desfrutar dunha consumición cun pincho e siga de ruta polos bares da rúa», afirma el cocinero.
Iván nació en Celanova en el 76 y después de trabajar de muchas cosas, desde como comercial a vigilante de seguridad, terminó por formarse en el mundo de los fogones. «Un amigo apuntoume ao casting do programa Desafío nos fogóns de TVG onde cheguei á final. Aí empecei a experiencia na hostalería, pouco a pouco, ata que no 2018 embarqueime coa miña muller na aventura de montar o noso negocio», cuenta. Admite que hasta el momento y a pesar de la pandemia no se pueden quejar. Sus croquetas y tortillas han sido alabadas hasta por la mismísima Isabel Coixet. «Foi clienta fixa cando rodou aquí a película Elisa y Marcela e ata escribiu un artigo sobre o noso bar», presume encantado Iván.