El establecimiento, abierto hace quince días, ofrece diez sabores de Bico de Xeado y otras propuestas artesanales locales
07 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Tino Dacal se define a sí mismo por su espíritu emprendedor y por un sueño: él siempre quiso abrir un bar. Hace seis años, lo consiguió, y Ernesto Patio Bar tomó forma como un punto de encuentro al que siempre acudir, donde los amigos se acompañan sin prisa frente a un café, un vino, cervezas o tapas de calidad. Este rincón en la calle Rosalía de Castro de O Carballiño dispone también de un menú gastronómico sofisticado, de base tradicional, en el que no faltan platos como el pulpo á feira, que se pueden degustar tanto dentro como fuera o, si se prefiere, en su terraza exterior, integrada al desnivel de la calle. El proyecto ha conquistado corazones y el estómago de quienes se sientan allí para comer o pasar el rato. Pero al «Mundo Ernesto», como lo define Dacal, le faltaba algo, según él mismo afirma.
Es verano en Ourense y el calor reclama apagarse con un poco de fresco. Este periodo estival ha sido el mejor momento para abrir La Trastienda de Ernesto, un nuevo local ubicado justo enfrente del bar-restaurante y que funciona como una extensión de la casa Ernesto, con una propuesta complementaria a sus servicios. La nueva trastienda es el espacio de O Carballiño para probar variedad de sabores de Bico de Xeado y refrigerar el cuerpo con un poco de dulce artesanal. Además, se ofrecen otros productos ecológicos y «muy gallegos»: chocolates La Carballinesa, galletas Mariñeiras Daveiga, chocolates y patatas de Bonilla a la Vista…Para más adelante, desean vender la miel autóctona de distintas zonas de la Comunidad y diferentes vinos y quesos. «Nuestra idea es que la trastienda recuerde a los establecimientos con alma de abuela en los que hay los mejores productos con aroma a casa», defiende Dacal, quien ha vuelto a apostar por su pueblo con este nuevo negocio en el que se respira Galicia.
En vísperas de la Festa do Pulpo, las calles de O Carballiño están más animadas que nunca, tiempo que vecinos y turistas han aprovechado para pararse a pedir un helado o comprar alguno de los artículos a la venta en la trastienda. El local lleva apenas quince días abierto, pero ha tenido buena acogida. Dacal está muy agradecido, aunque poco sorprendido con el buen recibimiento que han tenido: «Tenemos un producto que gusta, porque es de aquí. La gente lo conoce y sabe que es de calidad». Admite que quiere convertir La Trastienda de Ernesto en un lugar donde encontrar una selección de lo mejor que tiene Galicia en productos para que todo el mundo pueda descubrir la identidad gallega a través del paladar.