Amigos de Pontevedra. Alrededor de 300 personas se dieron cita ayer en el restaurante del Pazo da Cultura para arropar a los homenajeados de la Asociación Amigos de Pontevedra. Uno de sus miembros, Manuel Dapena García, subrayó que tuvieron que montar más mesas a última hora y que el aforo estaba todo cubierto, tanto que incluso tuvieron dificultades para sentar al dueño del restaurante Mochi, Ramón Sobral Tomé, que acudió a última hora.
Premios. La comida transcurrió con normalidad y a los postres se procedió a la entrega de los galardones: un cuadro de honor de Amigos de Pontevedra para las instituciones, y un diploma y la insignia de oro de la Asociación, con clavillo para las mujeres, a las personas individuales. Como siempre desde hace 26 años, actuó como maestro de ceremonias José Luis Fernández Sieira, que realizó una breve y sentida semblanza de cada uno de los galardonados antes de que recibiesen su premio.
Entrega. Pilar Pintos Poncet recibió la insignia, y también un ramo de flores como todas las mujeres, de manos de una compañera de la directiva de la Asociación de Vecinos San Roque, Naque Rodríguez Barca. Por su parte, Aurora Cervera Mercadillo, hija de Víctor Cervera Mercadillo, uno de los fundadores de Amigos de Pontevedra, le impuso la insignia a la modista Juani García López, mientras que el periodista Xabier Fortes hizo lo propio con el reportero Manuel Yáñez. Además, el promotor inmobiliario Eugenio Sobral Fernández recogió su premio de manos de su colega de profesión y presidente del Pontevedra, Nino Mirón, mientras que otro conocido empresario pontevedrés afincado en Barcelona, Ricardo Tilve, hizo lo propio con el entrenador del Teucro, Víctor García Borras, Pillo. Y la presidenta de Cáritas Interparroquial, Almudena Osejo, que pronunció unas emotivas palabras de agradecimiento, recibió su cuadro de manos de otro empresario pontevedrés y habitual colaborador de Amigos de Pontevedra, Manuel Fariña Ponte, mientras que Manuel Piñón, dirigente del Leis 26 de fútbol sala, el otro galardonado en el apartado de entidades, recogió su premio, el último de la lista, de manos del alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, que acudió un año más a este homenaje.
Primera visita a Caldas. Mientras Pontevedra se viste de gala, en la fábrica de Clesa en Caldas, recientemente adquirida por Nueva Rumasa, recibieron ayer a José María Ruiz-Mateos. El popular empresario no defraudó. Además de promover los productos de Clesa entre los periodistas, lanzó sus críticas a la política urbanística española. Sin desmerecer el peso del turismo en la economía nacional, Ruiz-Mateos criticó la mala imagen de la construcción. «Si se pueden tener piedras preciosas con sus ahorros, porqué alguien no puede tener una colección de pisos vacíos. Tienen la ventaja de que gastan poco, no hay mano de obra y es una buena inversión», concluyó.