¿Es económico casarse? Las bodas con la firma de un estrella Michelin rondan los 180 euros por persona en Pontevedra
PONTEVEDRA
Aperitivos más largos y barra libre de entre cuatro y cinco horas mandan en estos menús a los que se le pueden añadir decenas de extras
16 ene 2024 . Actualizado a las 08:56 h.Lo primero que hay que hacer cuando alguien se quiere casar son números. Vestidos, lugar, menú, fotógrafo, disyóquey y hasta fuegos artificiales mueven cifras que engordan una cuenta que se puede multiplicar con cada extra que se añada. El menú es importante y las opciones se cuentan por decenas, pero ¿cuáles son los sitios más exclusivos para darse el sí quiero en las Rías Baixas? Cada cocinero con estrella Michelin tiene su finca o pazo en el que organizar la ceremonia y el convite. A estas alturas del año empiezan a tener pocos huecos sin tachar. El calendario está casi lleno en los lugares que explotan en exclusiva.
El último en ampliar su oferta de eventos es Iñaki Bretal, que el pasado sábado inauguró su Finca Punta Moa, en Aguete. Antes que él, Pepe Vieira remodeló el Pazo da Buzaca para abrirlo en el 2022 y Pepe Solla atiende en el Pazo de Santa Cruz, en Bueu, además de O Castriño, en Vilagarcía; el Pazo de Cea, en Nigrán, o el Lagar de Pintos, en Ribadumia. Estas son las opciones que explotan tres cocineros que elaboran menús que parten con todo incluido (comida, barra libre y canon) desde los 180 euros por persona. Claro que esa cifra puede bajar algo, pero sin duda puede subir si queremos un cortador de jamón o una estación de pulpo.
El cocinero con dos estrellas Michelin Pepe Vieira tiene su cuartel general para eventos en el Pazo da Buzaca de Moraña. El menú más habitual es el que lleva hasta una docena de aperitivos, un entrante y plato principal, que generalmente es una carne. Serían 140 euros, a los que se suma la barra libre de 16 euros, y el canon a pagar al espacio en el que se celebra. En su caso varía desde los 10 euros por persona a los 25 en temporada alta. «Una boda para unos cien invitados puede rondar los 18.000 euros», apuntan desde la compañía, que recuerda que incluye el alojamiento de la pareja en el pazo.
Las bodas clásicas de los sábados al mediodía o por la noche están dejando espacio a los viernes. De hecho, desde el Pazo da Buzaca reconocen que están ofreciendo el precio del canon de temporada baja para incrementar las bodas en este día laborable durante el verano.
La organizadora de bodas en Magnolia Studio, Iria Viñas, reconoce que al precio del menú hay que sumar el del vestido y traje de los novios, el fotógrafo y el disyóquey. La música es un mundo aparte. «Hay verdaderos espectáculos de música con luces y montajes que pueden ir desde los 600 a los 4.000 euros», apunta Viñas. El pasado sábado, Iñaki Bretal invitó a su inauguración de Punta Moa a profesionales del sector para escenificar lo que podría ser el salón y la carpa en un día de boda. A pesar del tiempo, salió satisfecho con el resultado de lo que será su nueva andadura después de años haciendo bodas en Lugo y Chantada y sirviendo con su cátering en espacios como Pazo Señoráns, Bodega Laureatus o en fincas privadas, entre otros. Un menú de este cocinero con estrella de O Eirado parte de los 180 euros con barra libre y el canon de la finca. «Iñaki Bretal compra para las bodas la misma carne y pescado de calidad que para su restaurante», señalan desde la firma, quienes reconocen que cada vez son más habituales las bodas tipo cóctel. Eso sí, la barra libre que cierra las fiestas no suele superar las cinco horas en ningún caso.
La tercera pata de este tridente con estrella la maneja Pepe y Suso Solla bajo la marca Eventos Casa Solla. Su menú, con una lista de hasta 15 aperitivos, además de un entrante y un plato oscila entre los 143 y los 165 euros por persona, pero hay que añadir los 18 euros de la barra libre y un canon que puede ser de mil o de hasta seis mil euros en función del pazo que escojan los novios. «Hacemos más de 200 bodas al año y vemos que cada vez hay más tipos de ceremonias, que se lleva la fiesta a un límite superior», apunta Suso Solla, que ha visto desde bodas circenses a fiestas organizadas en descampados para abanderar la exclusividad que buscan los novios. Hasta la temporada se ha ampliado. «Antes era de mayo a septiembre, pero ahora apenas tenemos dos meses de descanso», puntualiza Solla. Bodas circenses, con estética Harry Potter o diseñadas a partir de festivales de música... el abanico se ha hecho tan grande que expertos como Irene Viñas reconoce que «no hay dos bodas iguales». Ni dos precios.