Subastas en las Rías Baixas: de un Chrysler baratija a una oficina céntrica en Pontevedra o un trastero en Sanxenxo

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

Actualmente se puede pujar por locales comerciales, pisos o también una vivienda una familiar en Marín

09 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hacía tiempo que las subastas judiciales no se mostraban tan animadas en los juzgados pontevedreses. Estos días hay hasta siete pujas en marcha en la comarca de Pontevedra. ¿Por qué se puede hacer ofertas? Hay algo de todo, desde un piso en la propia capital pontevedresa hasta un coche de saldo, un vehículo de la marca Chrysler que está valorado en 6.900 euros, pasando por una vivienda unifamiliar o un trastero en Sanxenxo. Las subastas están abiertas, pero ayer casi ninguna de ellas tenía pujas, ya que quienes ofrecen dinero por estos bienes suelen esperar hasta el último día y casi hasta el último minuto para hacerlo.

Vayamos por partes. Primero, el vehículo. Efectivamente, uno de los bienes que se subasta es un Chrysler modelo 3000 C, que se valora en la cantidad antes indicada. Se le embargó a su propietario para tratar de saldar una deuda de más de 11.000 euros. Ayer, nadie había pujado por él, pero los que deseen hacerlo tienen tiempo hasta el día 26 de este mismo mes. Es el juzgado número 3 de Pontevedra el que se encarga de este asunto.

En la sección inmobiliaria, hay varias opciones para pujar. En cuanto a vivienda, se está subastando un primer piso en Pontevedra. Está ubicado en la calle Juan Bautista Andrade, es decir, en Lérez, y tiene un valor en la subasta de 102.000 euros, aunque la realidad es que se pueden presentar ofertas por debajo de esa cantidad ya que no existe la puja mínima. Al igual que el vehículo citado, este inmueble también lo subasta un juzgado pontevedrés para intentar cobrar una deuda de unos 84.000 euros. Por otra parte, se puede pujar también por una casa ubicada en O Campo (Mourente), valorada en 48.000 euros, que tiene una superficie de 473 metros cuadrados —entre la vivienda y la finca que la rodea—. 

De Cantodarea al centro

En la misma línea, en Marín se subasta actualmente también una vivienda unifamiliar ubicada en la calle Outeiro, en Cantodarea, que está valorada en 131.000 euros y cuyo propietario contrajo una deuda de 98.000 euros. En este caso, la amplia información que se incluye en el portal de subastas permite imaginar cómo es esa vivienda; tiene una planta baja con recibidor, cocina-comedor y lavadero y un piso superior con baño y dos dormitorios. Uno de los datos más atractivos es que cuenta con un pequeño terreno a su alrededor. Se puede pujar por ella hasta el 15 de febrero y de momento nadie lo ha hecho.

Hasta ahí, las posibilidades de pujar por viviendas. Pero también hay subasta de locales comerciales. Uno de ellos está ubicado en Caldas. Concretamente, se sitúa en el número 4 de la calle de la Iglesia y está valorado en una cantidad elocuente; 310.000 euros. No en vano, el dueño tiene encima una deuda un poco superior a esa cifra, de 310.000 euros. Y, siguiendo con los locales comerciales a subasta, hay otros tres más, dos de ellos en un edificio de Marín y un tercero en pleno zona monumental de Pontevedra. Los dos primeros, los marinenses, se ubican en un edificio llamado Colón, en la calle Méndez Núñez —antes General Mola— y tienen valores dispares en la subasta. Uno de ellos se valora en 60.000 euros y el otro solamente en 12.000. Tiene también una valoración de 60.000 euros el tercer local de al puja; ubicado en Pontevedra, en la plaza de Curros Enríquez. Ahí, en el edificio que lleva los números 4-6, se puede pujar por un inmueble en la segunda planta que tiene un valor de 60.000 euros. No se requiere una oferta mínima y se puede hacer oferta por él hasta el día 14 de este mismo mes.

Completando el panorama de inmuebles por los que se puede pujar actualmente, que son bastantes teniendo en cuenta que casi nunca suelen coincidir en el tiempo tantos bienes, está un trastero en Sanxenxo. Se ubica en un edificio llamado Trébol y ubicado en la calle Luis Rocafort.

El último caso de un bien subastado en la comarca de Pontevedra dio pie a una curiosa historia. El hombre por cuya casa se podía pujar —un inmueble que había sido un establecimiento de turismo rural en Cuntis— no se había enterado de que se estaba llevando a cabo la subasta. Finalmente, alguien presentó una oferta por la edificación que le permitía saldar toda su deuda.