Un joven de Poio huye de la policía con un «ciclomotor bomba» que llega a 150 kilómetros por hora

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

POIO

La Policía Local y un técnico de la ITV haciendo una prueba de velocidad en el ciclomotor trucado.
La Policía Local y un técnico de la ITV haciendo una prueba de velocidad en el ciclomotor trucado. Policía Local de Poio

Los agentes localizaron unos días más tarde el vehículo, que está trucado, y su dueño se enfrenta ahora a varias infracciones y un delito de falsificación

15 oct 2022 . Actualizado a las 17:40 h.

Un joven de Poio está acusado de un delito de falsificación en la clasificación de un vehículo y se enfrenta a varias infracciones por circular a bordo de un ciclomotor trucado que alcanza hasta 150 kilómetros por hora, cuando no debería pasar de 45. El vehículo que conducía dejó tan perplejos a los agentes municipales que este sábado, Antonio Duarte, jefe de la Policía Local de Poio, lo calificaba de «ciclomotor bomba». 

Los hechos se remontan al día 20 de septiembre. Esa jornada, la Policía Local de Poio se puso a seguirle la pista a un ciclomotor que iba a gran velocidad por la parroquia de San Xoán, adelantando a vehículos en línea continua y con una conducción claramente temeraria. Los agentes se quedaron perplejos por lo rápido que circulaba y calculaban que no baja de los 120 o 130 kilómetros por hora. Intentaron darle el alto, pero el piloto huyó metiéndose por una zona peonil del casco histórico de Combarro por la que no era posible pasar con el coche policial. 

El ciclomotor que fue interceptado por circular a gran velocidad.
El ciclomotor que fue interceptado por circular a gran velocidad. Policía Local de Poio

Diez días después de que el conductor del ciclomotor se diese a la fuga, este vehículo fue localizado encima de una acera en la zona de San Xoán. Ahí sí se pudo identificar al conductor y se procedió a inmovilizar el ciclomotor, ya que los agentes sospechaban que estaba trucado y que constituía un peligro para la seguridad viaria. 

La policía solicitó una revisión extraordinaria de la ITV, donde se hizo una prueba de velocidad y se comprobó que el ciclomotor en cuestión llegaba a 144,6 kilómetros por hora. Los agentes solicitaron entonces un peritaje para averiguar qué cambios se habían hecho. Y comprobaron que, si lo normal es que estos vehículos estén provistos de un motor de cilindrada no superior a 50 centímetros cúbicos y que la velocidad máxima que alcancen sea 45 kilómetros por hora, este estaba rectificado a 75 centímetros cúbicos, con cambio del bloque motor, cilindro, catalina, piñón... Y también se había variado el tubo de escape y el alumbrado. 

Por todo ello, se acusa al conductor de un delito de falsificación en la clasificación del vehículo. Igualmente, se le denuncia por conducción temeraria por el día que huyó y se enfrenta a infracciones por las reformas de importancia hechas en el ciclomotor.