Lara Troncoso, investigadora: «Para ser científica hay que tener curiosidad, no es necesario ser un genio»

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

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Lara Troncoso, química de Vilalonga, Sanxenxo, que participa en un proyecto de investigación en el País Vasco
Lara Troncoso, química de Vilalonga, Sanxenxo, que participa en un proyecto de investigación en el País Vasco CIC BIOMAGUNE

Una química de Sanxenxo participa en un equipo de investigación del cáncer

24 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Lara Troncoso Afonso (Vilalonga, Sanxenxo; 25 años) recuerda cómo su padre siempre le regalaba muchos libros de naturaleza cuando era pequeña. «Creo que eso es lo que despertó mi curiosidad para estudiar Química», sostiene. Cuando llegó la hora de escoger e ir a la USC, optó por Farmacia y más adelante cambió a Química. Ahora, rematada esta carrera y con un máster sobre esta disciplina en la Universidad, forma parte del equipo de investigadores del grupo Bionanoplasmonics, liderado por Luis Liz-Marzán, en el Centro de Investigación Cooperativa en Biomateriales CIC BiomaGUNE, en San Sebastián.

Comparte su tiempo entre la investigación sobre el cáncer con la actividad docente en el País Vasco. Es además una convencida defensora de la divulgación científica en la sociedad, porque «si no se habla de ello, tampoco se puede pedir que los gobiernos inviertan en ciencia».

Receptora de una de las 43 becas de química para la formación del profesorado universitario (FPU 2021), que concede el Gobierno central, Lara subraya que la ciencia es una opción profesional a tener en cuenta por los jóvenes. «Es un trabajo muy gratificante, diría que para ser científica no se necesita ser un genio, se necesita tener mucha curiosidad por las cosas y que te guste entenderlas. Es muy estimulante».

Lara Troncoso destaca la importancia de la investigación científica y de la implicación de los jóvenes
Lara Troncoso destaca la importancia de la investigación científica y de la implicación de los jóvenes CIC BIOMAGUNE

Ella afirma que le encanta «formar parte del avance científico» y anima a los jóvenes a hacerlo también. Recuerda que no se trata de una rutina, por más que en la sociedad existan una serie de estereotipos sobre lo que puede ser el día a día de un investigador. «Este trabajo no se puede entender como un trabajo de ir a la oficina, echar ocho horas y volver a casa. Esto no es así. Es hoy voy y echo tres porque me llega y mañana tengo que echar quince porque todo lo que hago, esté saliendo bien o mal, necesita que me quede para dedicarle más tiempo».

Lara comenta que en su casa siempre encontró pleno respaldo al escoger su trayectoria profesional. «Mis padres siempre me han apoyado en todo y nunca me han cuestionado que yo hiciese una cosa u otra. Eso se lo agradezco porque me dieron la libertad de que yo hiciera la carrera que quería», añade.

En sus estudios y su etapa en Santiago ya se inició en proyectos de investigación y mostró su gratitud a sus supervisores en la USC por cómo la guiaron. Lara confiesa estar muy contenta con haber elegido Química. «La investigación me gusta porque es un reto constante, ningún día es igual al anterior. Las preguntas que te haces son diferentes todos y me gusta el reto mental de que voy a hacer algo, y si me encuentro con un problema, me plateo cómo lo voy a solucionar».

Es en este contexto de implicación personal y profesional, la razón por la que Lara Troncoso no se lo pensó dos veces a la hora de mudarse de Galicia al País Vasco. El proyecto del CIC BiomaGUNE, financiado por la UE, es pionero e innovador. «Una de las líneas de investigación es el desarrollo de modelos que imiten el comportamiento de un tumor de mama real, que ayuden a una medicina más personalizada. Mi función es estudiar cómo se comportan, mediante la detección de sustancias, ver cómo responden a fármacos». Son procesos que suenan casi incomprensibles para el público general, pero Lara sonríe y admite que aunque es «un poco difícil» de explicar, es un reto a seguir.