Ideado como soporte para reparto de mercancías, se probó en el Obradoiro
28 dic 2022 . Actualizado a las 21:08 h.Santiago ha apostado por la investigación y la innovación para tratar de aportar soluciones no contaminantes y autónomas para el reparto de última milla en el casco histórico. Y esa apuesta comienza a hacerse visible. Todavía falta para que aporte frutos como solución complementaria a la reordenación del modelo de distribución de mercancías en esa zona, pero sus posibilidades comienzan a aclararse tras la presentación ayer del vehículo eléctrico autónomo que ha surgido de esa investigación, contratada tras un concurso público con Vodafone, que cuenta con la colaboración de la Universidad de Deusto y la empresa vizcaína Phebus.
Vodafone ha desarrollado los chasis para dos vehículos dotados de avanzada tecnología y anclajes para complementarlos con cabinas adaptadas a las necesidades de los usos que se les quiera dar. Dotados de cámara, sensores y GPS, así como de un sistema que le permite reconocer el entorno, hacer cálculos y tomar decisiones para afrontar la conducción, los vehículos funcionan de forma autónoma tras el mapeo previo de las zonas por las que han de moverse.
Tras su presentación ayer, con un acto en el Museo das Peregrinacións y una prueba práctica en el Obradoiro con presencia de sus responsables técnicos y de representantes de todos los grupos municipales, en octubre comenzará a mapear el casco viejo para poner en marcha en diciembre la nueva fase de este proyecto (el Living Lab), en el que se están invirtiendo 662.970 euros cofinanciados con fondos europeos y de la Axencia Galega de Innovación y el Concello, dentro del programa Smartiago. Anteayer ya mapeó una parte del Obradoiro para ofrecer ayer la demostración práctica de su movilidad autónoma, probada ya en Baracaldo durante el desarrollo de los chasis.
Mapeo y «Living Lab»
Además del mapeo en superficie, que incluirá un ámbito del entorno de San Fiz para ensayar una posible ruta de reparto de mercancías, los vehículos mapearán el patrimonio del casco viejo en 3D (con usos turísticos) y del subsuelo del ámbito. En este caso, el principal interés de Raxoi está en disponer del trazado exacto de la red de agua, útil en caso de averías.
Los vehículos son de Vodafone, que en breve los presentará en un congreso internacional en Málaga, pero serán la base del Living Lab de logística de última milla que la firma de telecomunicaciones desarrollará en los dos próximos años en la ciudad, dentro del contrato con el Ayuntamiento. En esencia, este será un espacio para asesorar a emprendedores y empresas en el uso de esta plataforma y conocer las posibilidades de su adaptación a otras sugerencias de negocios que puedan revertir en la ciudad. De momento se cuenta con la participación de una decena de firmas tecnológicas y entidades, que podrán testar el potencial del vehículo y la adaptabilidad de su tecnología y su chasis en función de otros usos.
El proyecto incluye el diseño de dos cabinas para el transporte (en este caso de mercancías y para el análisis de infraestructuras) aunque los chasis aportan gran versatilidad en ese sentido. Toda su estructura «es un anclaje», según Juan Antonio González, el técnico de Phebus que participó ayer en su presentación, junto con el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo; la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas; el responsable de Vodafone para el Noroeste, el compostelano Francisco Vallejo; y el edil responsable del proyecto, Sindo Guinarte. Según Vallejo, el objetivo es que las empresas puedan elaborar proyectos de negocio con esa tecnología y que esta se adapte a una ciudad real.
Bugallo apuntó que la movilidad es uno de los retos fundamentales en cualquier ciudad, sobre todo en los cascos históricos, y asumió que Santiago tiene un gran reto por delante: la reorganización del modelo de reparto de mercancías, al que este proyecto puede complementar en el futuro, porque aún «lle queda camiño por andar», aunque no duda de que la iniciativa «pioneira» de Santiago será de interés para muchas otras urbes. Según Rivas, el proyecto encaja en el modelo de movilidad verde del Gobierno central.