Con cuatro placas flexibles de 100 vatios cada una, un microinversor, una estación de almacenamiento y dos enchufes inteligentes podemos generar electricidad y utilizarla para cualquier aparato del hogar, incluso los más potentes. Una app móvil permite la gestión y monitorización inteligente de la energía.
15 ago 2023 . Actualizado a las 16:56 h.El 81 % de los españoles consideran que el despliegue de las fuentes de energía renovables es clave para acabar con la dependencia y la inestabilidad del coste de la luz durante los meses de verano. Las variaciones en el precio del kWh y la cada vez mayor concienciación sobre la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente hacen que el 62,5 % de la población esté actualmente valorando el cambio del suministro de su hogar por uno sostenible, y un 30 % ya lo tiene planeado. Son datos extraídos del estudio El futuro energético en riesgo: ¿están los españoles preparados para conectarse a la nueva era de la energía sostenible?, encargado por EcoFlow y en el que se analizan los hábitos, preocupaciones y retos de nuestro país en el marco del consumo energético.
Sin embargo, los encuestados manifiestan que los principales motivos que bloquean la entrada de la energía renovable en los hogares españoles son la creencia de que conlleva un gran desembolso económico (65 %) y la dificultad de adaptar la vivienda para pasar de un suministro eléctrico tradicional a uno sostenible (30 %). Dos cuestiones a las que da respuesta precisamente el sistema EcoFlow PowerStream, presentado este año y que hemos tenido ocasión de testar para ver si realmente es tan sencillo de montar como dice esta compañía especializada en soluciones de energía portátil. La conclusión ya podemos adelantarla: sí, funciona, y la puede instalar cualquier persona en media hora o menos tiempo.
EcoFlow PowerStream está disponible en varios kits que permiten acceder a esta tecnología desde poco más de 1.000 euros, en el caso de que no necesitemos una batería de almacenamiento. Como veremos más adelante, con este sistema podemos pasar a nuestra red doméstica la energía generada por los paneles solares y que sea aprovechada por aquellos aparatos en los que nos interese utilizarla, rebajando así considerablemente la factura de su consumo.
Nuestro kit de prueba era uno de los más completos e incluía cuatro paneles semirrígidos de 100 W cada uno; el microinversor PowerStream, de 800 W; la estación de almacenamiento DELTA 2 Max, de 2 kWh; dos Smart Plug (enchufes inteligentes) y todos los cables necesarios para su conexión, además de unas bridas para sujetar los paneles a un balcón o barandilla.
Empezando por los paneles solares flexibles de 100 W, destaca lo ligeros que son (2,3 kilos), por lo que podemos manipularlos sin problemas. Además se pueden arquear hasta 258 grados, lo que facilita su instalación en cualquier superficie, y de hecho pueden adaptarse perfectamente a la curvatura del techo de una furgoneta o autocaravana. Cuentan con protección IP68 contra el agua para mayor durabilidad y cada una de sus 182 celdas de silicio monocristalinas ha pasado por un proceso de fabricación avanzado de fibra de vidrio y laminación que protege el panel y mejora su rendimiento.
Los agujeros precortados permiten colgar el panel solar flexible mediante ganchos o las bridas de plástico facilitadas, y también podríamos fijarlo de forma segura a una superficie con un pegamento o silicona adhesivos. Este tipo de placas solares pueden capturar energía incluso bajo lluvia intensa, para lo cual disponen de una película protectora de ETFE (un polímero de tetrafluoroetileno y etileno, diseñado para tener alta resistencia a la corrosión y la temperatura). Esto permite que las celdas sean válidas para todo tipo de entornos, desde los más húmedos (se llegaron a sumergir a una profundidad de agua de 1 metro durante un máximo de 72 horas) hasta los más secos.
Una vez colocados y asegurados en la zona que hayamos elegido, basta con interconectar los paneles entre sí, para lo cual cuentan con sus propios cables integrados. A continuación llevamos un cable especial y más largo desde el último panel hasta el microinversor; este cable tiene una zona plana que permite pasarlo por debajo de una puerta y cerrarla, por lo que no tendremos que hacer ningún tipo de obra. Como se puede ver, EcoFlow PowerStream es un sistema totalmente plug & play.
El microinversor viene a ser como el cerebro de toda la instalación: un dispositivo de reducido tamaño (24,2 × 16,9 × 3,3 cm y apenas 3 kilos de peso) y plano, acabado en aluminio de color gris espacial. Por detrás cuenta con una antena wifi y tres puertos para conectar, respectivamente, el cable que viene de los paneles solares, el que va a la estación de almacenamiento (en caso de que la utilicemos) y el que se enchufa en cualquier toma de corriente alterna de la casa (schuko o enchufe doméstico). Además lleva incorporado Bluetooth y tiene certificación de impermeabilidad IP67, por lo que puede también ubicarse en exteriores sin problema.
La batería facilitada era la nueva EcoFlow DELTA 2 Max, de la que en La Voz ya explicamos sus características en un reportaje. Con una vida útil de 3.000 ciclos completos (una vez alcanzados no muere, sino que se reduce al 80 % de su capacidad), podemos obtener casi 10 años de energía y es capaz de alimentar dispositivos que necesiten gran potencia: hasta 2.400 vatios, con picos de 3.100 W con la tecnología X-Boost. Esta estación de almacenamiento alcanza el 100 % de su carga con la energía procedente de los paneles solares en menos de seis horas, cuenta con su propia pantalla digital de control y se le pueden conectar directamente todo tipo de aparatos (lámparas, secadores de pelo, taladros, móviles, tabletas o portátiles, por ejemplo, a través de sus enchufes estándar o de los conectores USB-A y USB-C). Es el elemento más pesado del equipo, 23 kilos, pero su acabado robusto y sus dos grandes asas hacen que sea posible transportarla y llevárnosla de viaje o a un cámping.
Para terminar todo el proceso, basta con colocar los Smart Plug en aquellos enchufes donde tengamos los aparatos que más nos interesa que aprovechen la energía solar, como por ejemplo un frigorífico o el equipo de aire acondicionado, aunque obviamente podemos utilizarlos en cualquier dispositivo del hogar alimentado por electricidad. Los Smart Plug, compatibles con wifi y Bluetooth, se comunican con el microinversor y todo el sistema se maneja mediante la aplicación móvil de EcoFlow, disponible para Android e iOS (Apple). En total, habremos tardado en configurar el kit PowerStream poco más de veinte minutos, sin necesidad de agujerear nada y en un piso o vivienda unifamiliar estándar.
Por fin llega el momento de ver qué partido vamos a sacarle a este sistema. Básicamente, tenemos tres escenarios. Por un lado, estamos generando energía solar que podemos utilizar en cualquier momento para alimentar diversos aparatos del hogar (luego veremos cómo se distribuye esta energía). El excedente se almacena en la estación portátil durante el día, para que podamos tener una reserva cuando lo necesitemos. Según EcoFlow, con un suministro de energía doméstico de 1.039 kWh al año es posible ahorrar hasta 415 euros cada ejercicio.
Por la noche, cuando nuestro hogar empieza a alcanzar el pico de demanda de electricidad, la red doméstica obtiene energía de la batería portátil, lo que permite seguir ahorrando. Y en caso de un apagón, la estación de almacenamiento garantiza el suministro a los dispositivos esenciales de la casa (incluso los que más energía consumen, como la lavadora o el congelador) para que sigan funcionando con normalidad.
Lo que no se puede hacer con PowerStream es derivar el excedente de energía no utilizado a nuestra empresa distribuidora de electricidad (y que nos pague por ello), sino que todo lo que generamos se utiliza para consumo en el hogar. Esto también evita que tengamos que gestionar nada con la compañía, y somos nosotros los que decidimos desde el primer momento qué hacemos con esa energía 100 % limpia, gratuita e ilimitada procedente del astro rey.
Aquí es donde entran en juego los Smart Plug, que proporcionan monitorización de la energía y control inteligente de los aparatos. Funcionan junto con el microinversor y la aplicación EcoFlow para proporcionar estadísticas de consumo energético en tiempo real y distribución automática y optimizada de la electricidad. El inversor puede distribuir la cantidad de energía justa para cada aparato y el excedente, como se ha dicho antes, se almacena en la estación de alimentación portátil. Durante las horas pico, el sistema prioriza el uso doméstico, y la mayor parte de la energía se almacena en las horas valle.
Gracias a los enchufes inteligentes podemos apagar y encender los dispositivos conectados tan solo haciendo clic en la aplicación desde cualquier lugar con conexión a internet. Podemos configurar el horario de funcionamiento de los electrodomésticos según nuestros hábitos y hacer un seguimiento del consumo de energía en directo y a lo largo del tiempo, consultando después los informes completos en la aplicación EcoFlow. Esto proporciona una ventaja a la hora de maximizar el ahorro energético y adoptar un estilo de vida neutro en cuando a emisiones de carbono.
Un aspecto que nos ha gustado mucho es el diseño de todo el kit, desde los embalajes al aspecto de los dispositivos incluidos, los materiales y acabados, todo refleja un cuidado por el detalle y que encaje a la perfección en un hogar moderno y funcional. Por ejemplo, los diminutos Smart Plug tienen protección contra sobrecalentamiento y sobrecargas, están fabricados con materiales pirorretardantes (no se incendian) y se puede establecer un límite de potencia. Los menús de la app, gráficos y estadísticas son muy visuales y fáciles de entender. En general, es un sistema pensando para evitar complicaciones al usuario y que pueda instalarlo de forma sencilla y ponerlo a generar electricidad cuanto antes.
El precio del kit con cuatro paneles que suman 400 W en total, microinversor, estación DELTA 2 Max y dos Smart Plug ronda los 2.500 euros. EcoFlow ofrece también paneles rígidos de mayor potencia, además de numerosos accesorios, como soportes inclinables para colocar placas solares en el terreno de una finca, por ejemplo. En cinco años, esta compañía fundada en China en el 2017 se ha expandido hasta abarcar 35 países y regiones solo en Europa, probablemente el continente más receptivo hacia la nueva era de la sostenibilidad. «Gobiernos, instituciones y corporaciones llevan años trabajando sobre una hoja de ruta con el compromiso de construir y empujar hacia una transición energética ordenada y accesible para todas las personas. Estos esfuerzos han dado paso al despliegue efectivo de la perspectiva eco en todos los estratos de la sociedad», señala Joel Cibil Le Meudec, country representative de EcoFlow en España y Portugal.
Más allá de modas o etiquetas, la sostenibilidad conlleva un importante ahorro en la factura de la luz. De hecho, esta es la principal motivación de los usuarios (69 %), seguida de la contribución al cuidado de la naturaleza (26 %), según el informe del que hablábamos al principio de este artículo. «Los datos demuestran que existe una toma de conciencia (...). Desde EcoFlow trabajamos en el desarrollo de una cartera de productos capaz de responder y solucionar los desafíos energéticos de las personas mediante dispositivos y sistemas versátiles, duraderos, seguros y fiables», concluye Le Meudec.