El peligro del calor para los centros de datos

P.A.

RED

Centro de almacenamiento de datos de Amazon, en Estados Unidos.
Centro de almacenamiento de datos de Amazon, en Estados Unidos. JIM LO SCALZO | EFE

Las altas temperaturas pueden dañar el funcionamiento de estas infraestructuras, que albergan datos de empresas de todo el mundo

15 jul 2024 . Actualizado a las 09:47 h.

Está siendo un verano más frío de lo normal. Casi cuatro semanas después de su comienzo, los días de playa se pueden contar con los dedos de una mano. Sin embargo, en el horizonte aparece ya la primera oleada de altas temperaturas. El calor intenso podría volver a la península en la segunda mitad de julio. Estos episodios de calor extremocomo las que se experimentaron el 2022— son un riesgo para la salud, pero también para el funcionamiento de las infraestructuras digitales. Y, en concreto, para los centros de datos de los que dependen, a día de hoy, gran parte de las operaciones empresariales, las transacciones y las actividades del mundo digital en el que nos movemos.

Los centros de datos son edificios industriales con techos que rondan los diez metros de altura, en los que, para que la temperatura de los servidores sea la adecuada, el ser humano a veces tiene frío y otras, calor, y el ruido de los ventiladores es incesante, hasta el punto de llegar a ser molesto por momentos. Dentro, además, no hay habitaciones, sino que el espacio en el que se ubican estos particulares huéspedes se divide en cubículos y bastidores. La refrigeración de estas infraestructuras tiene un coste energético importante. De hecho, el sector de los centros datos consume el 3 % de toda la electricidad mundial y se prevé que alcance el 4 % en el 2030, aunque en España este gasto energético se reduce al 0,2% gracias al uso extendido de las renovables.

Cuando se suceden episodios de calor extremo, el sobrecalentamiento de los equipos es el principal riesgo, según explica la compañía tecnológica Fibratel que advierte que las altas temperaturas pueden dañar seriamente el funcionamiento de estas infraestructuras, reducir su rendimiento o incluso causar su inactividad, lo que provocaría pérdidas económicas a las compañías o daños reputacionales para el operador de la instalación. No en vano, Meta llevó su principal centro de almacenamiento de datos al mismo Círculo Polar Ártico, más exactamente a la ciudad de Lulea. Por su parte, Microsoft desarrolló en el 2018 un proyecto para construir un centro de datos sumergible en la costa escocesa.

Peligros

Diego Fernández, director de operaciones de Fibratel, advierte que «para garantizar un óptimo funcionamiento de la infraestructura de un CPD (Centro de procesamiento de datos) su temperatura se debe mantener entre los 18 y los 23 grados y, si se superan los 25 la instalación puede verse afectada». Este aumento puede producirse cuando el termómetro exterior se coloque por encima de los 40 grados y si el CPD no ha sido diseñado de forma correcta.

Otra cuestión que hay que tener en cuenta, explican desde Fibratel, es precisamente el mayor consumo de energía y recursos para mantener refrigerados los equipos. Las instalaciones deben estar preparadas para asumirlo y no sufrir cortes de suministro, que podrían dar lugar a un fallo masivo. Por otro lado, «la anticipación es crucial», por lo que, siendo previsible que todos los veranos España sufre varios episodios de calor extremo, es necesario tener un plan de acción para reaccionar de la forma más rápida, organizada y eficiente.