¿Navegar en incógnito garantiza el anonimato?, ¿los dispositivos Apple son más seguros? Las falsas creencias digitales ponen en peligro a los usuarios y facilitan el trabajo a los ciberdelincuentes
22 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La Real Academia Española define la superstición como la fe desmedida o la valoración excesiva respecto de algo. Se trata de una convicción arraigada que no está respaldada por la ciencia. Estas creencias erróneas existen también en el mundo digital. Incluso las generaciones más jóvenes, que han crecido de la mano de la tecnología, creen en mitos relacionados con ella. En algunos casos es para pasarse de precavidos. Según una encuesta de la compañía de seguridad Kaspersky, un 48 % de los españoles no se sienten seguros en internet. Entre las mayores preocupaciones está ser rastreado a través de su teléfono (67 %), o ser escuchado por asistentes digitales como Siri o Alexa (60 %). Además, otro 40 % está convencido de que las tarjetas de crédito o débito que tienen almacenadas en sus móviles pueden copiarse de forma inalámbrica. Y al contrario, hay un amplio porcentaje de usuarios que confía en la tecnología más de lo que debe. Incluso de forma irracional: uno de cada cinco encuestados se muestran especialmente nerviosos por los mensajes en cadena y el impacto que podría tener en su vida no reenviarlos a sus contactos.
En definitiva, los usuarios muestran una falta de comprensión entre lo que es seguro y lo que no. «Muchos mitos crean una falsa sensación de seguridad, lo que lleva a las personas a ignorar prácticas de protección adecuadas y las expone a amenazas reales que podrían haberse evitado con una mayor conciencia y educación sobre los riesgos digitales», explica Marc Rivero, Lead Security Researcher de Kaspersky.
Inmunes a los ataques
La compañía Apple ha cultivado, durante años, una reputación sólida en cuanto a seguridad. Esto es así porque desde el comienzo, la tecnológica fundada por Steve Jobs optó por un llamado ecosistema cerrado. El concepto se refiere a que la empresa controla tanto el hardware como el software de todos sus dispositivos. Un control que le permite implementar medidas de seguridad que no dependen de terceros. Sin embargo, esta percepción de seguridad por parte de los usuarios también tiene limitaciones. Que los dispositivos iOS —nombre del sistema operativo de la marca— son inmunes a los ciberataques es un mito. Pensar lo contrario lleva a muchos usuarios a descuidar prácticas esenciales como actualizar el software o instalar soluciones de seguridad. Esta creencia afecta al 22 % de los españoles, según Kaspersky, y es una invitación abierta para los ciberdelincuentes.
Otra de las falsas creencias más comunes es que navegar en incógnito garantiza el anonimato online. Esta medida puede evitar que el historial quede registrado en el dispositivo, pero no garantiza privacidad frente a webs, proveedores de internet o atacantes. Aun así, un 38 % de los usuarios confía ciegamente en esta función. Los especialistas recomiendan combinarla con herramientas de seguridad integral para proteger mejor los datos.
Casi un 70 % de los usuarios españoles cree que es completamente seguro conectarse a una wifi pública. Nada más lejos de la realidad. Cafeterías, aeropuertos y otros lugares públicos ofrecen wifi gratuita que puede convertirse en el principal punto de entrada para los delincuentes. Estas redes son especialmente vulnerables a interceptaciones que permiten el robo de información personal. Utilizar datos móviles o conexiones seguras es la mejor opción para minimizar riesgos.
Eliminar archivos de la papelera del móvil es una práctica común entre el 69 % de los usuarios que creen, erróneamente, que esto mejora su seguridad digital. Sin embargo, esta acción no tiene impacto alguno en la protección contra un virus informático, ataques de phishing o robo de datos. Lo que sí funciona es mantener las aplicaciones actualizadas, revisar los permisos de las apps y usar un programa de seguridad confiable.
Las contraseñas
Si hay un elemento de ciberseguridad al que rodean especialmente los mitos son nuestras contraseñas. «123456» es la clave más utilizada en España y un hacker tardaría menos de un segundo en descifrarla. No soluciona nada contar hasta ocho, hasta nueve o hasta catorce. «Con la tecnología actual, descubrir cualquier contraseña de menos de doce caracteres, y que además solo sean letras o números, es prácticamente trivial», explicaba a La Voz Eusebio Nieva, director técnico de Check Point Software, en esta entrevista.
Hace solo unos años, la longitud mínima recomendada eran ocho caracteres. Hoy en día, las herramientas automatizadas y su potencia pueden adivinar una contraseña de este tipo en cuestión de minutos, sea cual sea la combinación. Por ejemplo, al menos medio millón de brechas de seguridad en nuestro país provienen de la clave «q1w2e3r4», que aunque parezca complicada, es solo una sucesión de letras intercaladas con los número que justo tienen sobre ellas en un teclado. La recomendación de los expertos es clara: utilizar frases compuestas por palabras aparentemente sin conexión.