Un sensor detecta el nivel de humedad en las prendas y ajusta automáticamente el tiempo de secado, evitando el exceso de calor y ahorrando energía. Probamos el modelo GT55924CW, que tiene una capacidad de 9 kilos, función antiarrugas y tambor iluminado.
19 ene 2025 . Actualizado a las 19:40 h.Uno de los muchos tópicos que se aplican a Galicia es que aquí «siempre llueve» (como si eso fuera malo), cuando lo cierto es que es una localidad de Cádiz, Grazalema, la que ostenta el título de zona con más pluviosidad de España. Lo mismo podría decirse de la humedad relativa, que afecta en mayor proporción a Granada o Valladolid que a A Coruña o Vigo. Pero no vamos a ponernos exquisitos: sí, en esta esquina del noroeste, igual que en toda la cornisa Cantábrica y muchas partes de Península Ibérica, hay bastante humedad en los meses de otoño-invierno y esto es un problema cuando tendemos la ropa para que se seque. La solución, si un viento del sur no lo remedia, es contar en casa con una buena secadora, y para ello hemos puesto a prueba uno de los productos estrella de Grundig, el modelo GT55924CW.
La alemana Grundig es bien conocida como marca líder de electrodomésticos y electrónica de consumo para el hogar. Actualmente forma parte de Arçelik, un fabricante multinacional que opera con doce marcas (Beko, Artic o Defy son algunas de ellas) y emplea a más de 40.000 personas en todo el mundo. En el 2013 Grundig amplió su cartera de gama blanca (lavadoras, secadoras, lavavajillas, frigoríficos, hornos, campanas extractoras...) y desde entonces presume de tener el catálogo de productos de este tipo de electrodomésticos más completo de Europa.
La secadora Grundig GT55924CW cuenta con las últimas tecnologías para garantizar que la ropa siempre esté seca y lista para usar, incluso en los días más fríos y húmedos. Entre ellas destaca la bomba de calor que seca las prendas a bajas temperaturas, protegiendo los tejidos y reduciendo el consumo de energía. Además dispone de un sistema de filtro fácil de limpiar, lo que asegura un mantenimiento sin complicaciones, evitando la acumulación de pelusa y garantizando un rendimiento óptimo de la máquina.
Una de las características destacadas es el Eco Motor Inverter, que no solo mejora la eficiencia energética, sino que también viene con una garantía de 10 años, asegurando su durabilidad y rendimiento. Asimismo, el chasis de la secadora está fabricado con PET reciclado, reflejando el compromiso de Grundig con la sostenibilidad y el medio ambiente. Otra de sus prestaciones destacadas es un sensor que detecta el nivel de humedad en las prendas y ajusta automáticamente el tiempo de secado, evitando el exceso de calor y ahorrando energía.
Con una capacidad de 9 kilos, la secadora GT55924CW es ideal para familias, permitiendo secar grandes cantidades de ropa en menos tiempo. Su función antiarrugas reduce la formación de pliegues, facilitando el planchado posterior, y su tambor iluminado facilita la carga y descarga de ropa, incluso en espacios con poca luz.
La clasificación energética es A+++, así que no nos vamos a llevar sorpresas en la factura de la luz. Obviamente, al tratarse de una secadora doméstica, no puede hacer el trabajo a la velocidad de una de esas máquinas que podemos ver en las lavanderías que tanto han proliferado últimamente; pero nos evitaremos la engorrosa tarea de tener que llevar y traer la colada (varios kilos de ropa) por todo el barrio, pelearnos por ocupar la última secadora disponible y tener que estar pendientes de cuándo acaba.
Con un exterior acabado en blanco y dimensiones estándar (59,8 centímetros de ancho, 84,6 de altura y 65,3 de profundidad), la Grundig GT55924CW puede colocarse perfectamente encima de una lavadora, nunca al revés. Los pies se pueden ajustar para que no baile, la puerta de carga es reversible (podemos hacer que abra hacia la derecha o la izquierda) y el material del tambor interior es acero inoxidable. Este último cuenta con una pala y un diseño especial que produce un suave movimiento ondulatorio durante el funcionamiento, protegiendo la ropa de un desgaste innecesario.
Está preparada para conectarla a una toma de desagüe, con la manguera posterior que viene incluida, pero si el lugar donde vamos a ponerla no la tiene cerca y no queremos hacer obra de instalación podemos utilizar la secadora perfectamente sin esta conexión: dispone de un depósito de agua de gran capacidad en la parte superior, que se extrae y se vacía con facilidad en un fregadero. De esta forma podemos colocar el electrodoméstico en cualquier rincón de la casa, incluso dentro de un armario, y lo único que necesitaremos es una toma de corriente.
¿Cómo funciona la bomba de calor? Este sistema aplica temperaturas relativamente bajas de 60 °C, permitiendo secar las prendas de forma más suave y eficiente. La secadora condensa el agua, ya que el aire caliente golpea la placa fría del evaporador, y el calor adicional se lleva de vuelta alrededor del sistema.
Un detalle importante que pudimos comprobar durante la prueba es que es necesario poner la lavadora a las revoluciones correctas, sería absurdo meter la ropa empapada en la secadora: unas 1.200 o 1.400 revoluciones suele ser lo habitual, dependiendo del tipo de prendas y tejidos. De esta forma ambos electrodomésticos se complementan y podemos obtener los mejores resultados. En la mayoría de los hogares la colada se compone de piezas diversas (algodón y otras con menor porcentaje de esta fibra) y se mete en un programa mixto de lavado. Nosotros seguimos esta rutina y, después, a la hora de utilizar la Grundig GT55924CW pusimos el programa Mixto diario, en el que el propio aparato calcula el tiempo que necesita de secado en función del peso y nivel de humedad. Aunque al principio en la pantalla digital aparece un tiempo de 2 horas, luego se va reduciendo si la máquina detecta que la ropa está menos mojada. Al final el trabajo suele durar alrededor de 60-75 minutos, quizá un poco más (90 minutos) si hay muchas toallas de algodón.
La secadora trae 15 programas (Algodones, Algodón Eco Dry, Mixta, Ropa de lana, Silencio, Programas descargables, Temporizador, Vaqueros, Aire libre/Deporte, Edredón/Plumón, Camisas 30 min, Exprés Super Corto, Secado higiénico y Refresco Higiénico) y adicionalmente se pueden descargar otros cuatro a través de la aplicación de hogar inteligente HomeWhiz (para lo cual cuenta con conexión Wi-Fi): Edredón, Lencería, Toallas y Moda. Podemos, no obstante, decidir exactamente cuánto tiempo queremos que dure un programa y por ejemplo una toalla recién traída de la piscina está lista en poco más de tres cuartos de hora. Lo que más le cuesta son las sudaderas y los pantalones vaqueros, lo cual es normal, pero para eso ya tienen sus programas específicos.
Las prendas salen completamente sin humedad, en un estado que Grundig denomina «listas para planchar». Esto significa que están secas, pero no hasta el extremo de dejarlas completamente arrugadas como hace una secadora industrial, por lo que basta con doblarlas y dejarlas aireándose durante 5 minutos antes de guardarlas.
Después de cada secado procedemos a extraer el filtro (está muy a mano, en el mismo tambor), que tiene forma de cesta plegada, y quitamos las pelusas que se hayan desprendido de la ropa. Esto se puede hacer directamente a mano o mediante un pequeño cepillo que luego se guarda en un compartimento específico en la zona inferior de la secadora. Nosotros también retiramos el agua recogida en el depósito, pero realmente esto no es necesario hacerlo de forma asidua, porque es enorme y probablemente no necesitaríamos vaciarlo en semanas.
La luz del interior tiene su utilidad, porque no es infrecuente dejarse algún calcetín olvidado dentro, y respecto al nivel de ruido las especificaciones oficiales de la secadora declaran 63 decibelios. Si está en una cocina, por ejemplo, es similar a un lavavajillas o una lavadora, pero si la tenemos en un tendedero o habitación separada apenas la oiremos. Una alarma de fin de programa nos avisa de que ha concluido el ciclo de secado. Entre otras funciones, también cuenta con bloqueo infantil, posibilidad de cambiar de programa tras el inicio (o de añadir más prendas) y secado a temperatura más baja de lo normal para jerséis y otras piezas delicadas.
La secadora la Grundig GT55924CW se puede encontrar actualmente por debajo de la barrera de los 600 euros y, según la marca, a lo largo de su vida útil supone un ahorro de 2.248 euros respecto a modelos menos eficientes. En nuestra factura de la luz puede suponer 3-4 euros más cada dos meses y ya hemos explicado las ventajas que implica no tener que depender de un negocio externo para tener la ropa seca todo el año. En Galicia (y en el resto de España), tener una secadora es como tener aire acondicionado en el desierto.