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Razer Freyja: esta almohadilla con motores hápticos lleva la experiencia «gaming» a otra dimensión

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Con seis puntos de presión graduables individualmente en intensidad, se ajusta a cualquier silla y permite una inmersión sin precedentes en juegos, películas o al escuchar música. La hemos probado en combinación con los nuevos auriculares Kraken V4 Pro, con la tecnología de vibración Sensa HD.

25 feb 2025 . Actualizado a las 21:22 h.

Decir que Razer es la marca mundial líder en estilo de vida para gamers significa que la compañía va más allá de lo que tradicionalmente implicaba este sector, es decir, los equipos y periféricos indispensables para disfrutar al máximo de cualquier videojuego. Hace tiempo que Razer superó ese listón, de hecho, desde su fundación en el 2005 no ha hecho sino ir avanzando en la creación de un ecosistema de productos para PC, consola o móviles que abarca prácticamente todo (hardware, software y servicios) lo que necesitan los jugadores: auriculares, altavoces, dispositivos de creación de contenido (como micrófonos, controladores, focos o tarjetas capturadoras de vídeo profesionales), sistemas de iluminación RGB o sillas especializadas para trabajar y jugar todo el día. Y entre las nuevas incorporaciones destaca Freyja, que se presenta como «la primera almohadilla háptica de alta definición del mundo» y que hemos tenido la posibilidad de probar en combinación con los auriculares Razer Kraken V4 Pro. Ambos dispositivos cuentan con la tecnología Sensa HD, que permite experimentar sensaciones táctiles increíblemente realistas y complejas.

Sensa HD puede controlar múltiples actuadores para distribuir la tecnología háptica con distintos efectos localizados, lo que permite sentir la direccionalidad, la distancia y la ubicación de los eventos. Puede coordinar varios dispositivos para ofrecer efectos hápticos sincronizados, garantizando así una experiencia inmersiva que no se limita a un solo hardware, y funciona no solo con juegos, también con películas y música.

Pero vamos a explicar primero cómo es Razer Freyja, esta singular almohadilla que se adapta a todo tipo de sillas (no tienen por qué ser las propias de la marca). En nuestro caso la utilizamos con una silla de oficina con base de ruedas y respaldo de tela tensada. Freyja viene con unas correas ajustables que permiten sujetar tanto el asiento como el respaldo para que no se mueva: una vez colocada, comprobamos que no baila y que el cuerpo no se desliza pese a que en ocasiones la intensidad del juego puede obligarnos a hacer algunos movimientos bruscos. El diseño geométrico tiene que ver con la distribución de los motores hápticos (dos en la base y cuatro en el respaldo), dejando libre una zona lumbar y con unos laterales que ayudan a envolver al usuario. No cubre la zona de la cabeza, pero hay que tener en cuenta que no todas las sillas (sí las butacas de gaming) tienen reposacabezas, lo que explica que no hayan querido hacerla más alta. El tacto y el acolchado son muy agradables y por sí sola ya supone un plus de comodidad, sobre todo si nuestra montura habitual es un poco dura. El ribete pespunteado en verde y el logo de Razer iluminado en la parte superior le dan el toque de color justo para animar el set.

Un solo cable de alimentación sale por la parte inferior y se puede pasar por una cinta elástica en el lado izquierdo de la almohadilla para que no quede suelto; llega aproximadamente hasta el final de la banqueta y luego tiene un conector en el que enchufamos el cable alargador. De esta forma, si no vamos a utilizar las funciones hápticas podemos desconectarlo y movernos libremente con la silla. Razer Freyja se comunica con el PC de forma inalámbrica (a través de un dongle USB que utiliza la tecnología de baja latencia Razer HyperSpeed) y con dispositivos Android mediante Bluetooth y la app Nexus. De momento no es compatible con smartphones o tabletas iOS (Apple). En el lateral de la almohadilla encontramos un pequeño panel de control con indicador led, un botón de encendido, otro para seleccionar la fuente (PC o móvil) y dos más para elegir la intensidad háptica general (de 0 a 6 niveles), aunque luego podremos ajustar individualmente la de cada motor.

El primer impulso fue probar la almohadilla cuanto antes, así que fuimos a lo más fácil, un vídeo de YouTube. Lo primero que nos salió fue Potra Salvaje, de Isabel Aaiún, y ya desde los primeros acordes de guitarra Razer Freyja se deja sentir. De hecho, sorprende la potencia de sus zonas de presión háptica y lo bien que se coordina con lo que está sonando en cada momento. La intensidad varía dependiendo de la melodía y, según los instrumentos o la pista vocal que dominen, va combinando los motores hasta el punto de que casi podríamos distinguir la canción aunque tuviéramos los oídos tapados. Con un vídeo de gaming, del Forza Horizon 5, introduce un elemento adicional al rugido del motor: no solo lo escuchamos, sino que lo sentimos en nuestra espalda como si estuvieramos realmente en el asiento baquet de un deportivo. Y ya cuando pasamos de la mera contemplación de una sesión de terceros a jugar de forma efectiva en primera persona con el título de Playground Games y Xbox la inmersión en las carreras cobra una nueva dimensión, percibiendo físicamente los golpes que nos damos con otros coches o cuando derribamos algún elemento del juego. La sincronización con los auriculares Razer Kraken V4 Pro es perfecta y mediante el centro de control incluido (un dispositivo externo con pantalla LCD y una rueda de selección) podemos elegir perfiles de ecualización y de conversión de audio a háptica: Controlado, con una respuesta similar a la de un subwoofer, diseñado para potenciar la presencia de graves con sensaciones físicas; Equilibrado, optimizado para ofrecer una respuesta suave en escenas suaves y respuestas fuertes en eventos de alta intensidad; Dinámico, un perfil reactivo que maximiza la inmersión y la conciencia espacial; y Personalizado, que permite establecer nuestros propios rangos de frecuencia y ganancia háptica.

La tecnología Razer Sensa HD funciona con cualquier juego que tenga audio y en la compañía de la triple serpiente proponen una serie de ajustes específicos para muchos de ellos. Por ejemplo, en el caso del Forza Horizon recomiendan ajustar el Perfil de audio a háptico en «dinámico», el rango de entrada de audio entre 30 y 70, la ganancia háptica a 90, y el perfil de auriculares a «controlado-bajo». Y luego hay una serie de títulos concretos en los que es posible experimentar los efectos hápticos adaptados en colaboración con los desarrolladores del juego, para, según Razer, «sentir todo el impacto de su visión creativa». Algunos de estos juegos, entre los que figuran Sniper Elite: Resistance, Hogwarts Legacy, Final Fantasy XVI, Silent Hill 2 o Screw Drivers, tienen más de 100 efectos únicos para eventos específicos, y la biblioteca aumenta cada día. 

Las posibilidades de Freyja en combinación con los Kraken V4 Pro se expanden cuando dejamos el mando de juego y nos ponemos a contemplar una serie o película. Con el audio espacial THX de los auriculares y el ecualizador en modo Cine, las luces de la sala apagadas y la almohadilla vibrando a la vez, la experiencia es totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados. Puede que haya personas a las que los efectos les distraigan de lo que ven en pantalla, de igual manera que en algunos juegos shooter la reacción de los motores hápticos a cualquier ruido pueden confundirnos en determinados momentos. Personalmente creo que la tecnología háptica supone un plus de diversión en muchos juegos, pero cuando queremos ser competitivos es mejor desconectar la almohadilla. En cambio, en películas de acción, y siempre que no nos pasemos con la intensidad de los ajustes, hay escenas que cobran una nueva dimensión, como la huida de Moria en la primera parte de El Señor de los Anillos: todavía estoy sintiendo la aparición del Balrog o el desplome de la escalera camino del puente de Khazad-Dum.

Los auriculares tienen una autonomía de hasta 50 horas con la tecnología háptica e iluminación apagadas, que baja a 13 horas si activamos ambas. Pesan 397 gramos y las almohadillas están fabricadas con piel sintética y una espuma viscoelástica especial para conducir mejor la respuesta háptica directamente a los oídos. Cuestan 449 euros, mientras que el precio de Razer Freyja es de 299 euros.

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