Microsoft Surface Pro 11 con Snapdragon X Elite: autonomía récord y fluidez en proceso de IA local
OCIO@
Este equipo híbrido permite hasta 14 horas de reproducción de vídeo con wifi y la pantalla OLED de 13 pulgadas ofrece un brillo elevado y una alta tasa de refresco. La unidad de almacenamiento SSD se puede extraer fácilmente para ampliar su capacidad y Copilot+ facilita el acceso a los modelos de inteligencia artificial más avanzados.
07 oct 2025 . Actualizado a las 21:28 h.Surface desempeña un papel clave en el ecosistema de Windows, ya que Microsoft crea software y hardware conjuntamente para ofrecer diseños innovadores y experiencias de primer nivel. El año pasado, la compañía de Redmond presentó los primeros Copilot+ PC de esta familia Surface, entre los cuales destaca el Surface Pro 11th Edition, lanzado inicialmente con chip Snapdragon X Elite: un espaldarazo a la línea de procesadores PC de Qualcomm y una apuesta clara por consolidar la línea Surface como una plataforma avanzada de productividad, potenciada por inteligencia artificial y arquitecturas ARM. Hemos puesto a prueba este dispositivo, que llega con la intención de conjugar movilidad, versatilidad, rendimiento y eficiencia energética.
En cuanto al diseño, el nuevo Pro sigue la línea que lleva definindo a los Surface desde hace años: formato híbrido tipo tablet, con soporte de pata trasera kickstand, teclado opcional y pantalla táctil, lo que le permite funcionar como tablet y como portátil. Su estructura mide aproximadamente 287 mm de largo por 209 mm de ancho, con unos 9,3 mm de grosor, y pesa alrededor de 895 gramos (modelo básico sin accesorios), valores que lo sitúan en la gama alta de los dispositivos portátiles cuando se considera su combinación de prestaciones.
El corazón del Surface Pro 11 con Snapdragon X Elite lo conforma un procesador ARM de nueva generación, el Snapdragon X Elite (modelo X1E 80100) con 12 núcleos, o su hermano menor el Snapdragon X Plus de 10 núcleos. Acompañando a la CPU hay una unidad de procesamiento neuronal (NPU) Qualcomm Hexagon capaz de ofrecer hasta 45 TOPS (trillones de operaciones por segundo), lo que permite un rendimiento elevado en tareas de inteligencia artificial, reconocimiento, procesado local de modelos, etcétera.
La memoria RAM puede venir en configuraciones de 16 o 32 GB LPDDR5x, mientras que el almacenamiento se sirve mediante unidades SSD genéricas Gen 4 removibles, con opciones de 256 GB, 512 GB o 1 TB. Esa unidad extraíble, mediante una compuerta accesible bajo el soporte posterior, es un punto importante tanto en lo que respecta a futuras reparaciones como de cara a actualizaciones.
La pantalla es otro de los elementos destacados y diferenciadores. Microsoft oferta versiones con panel OLED, llamados PixelSense Flow, de 13 pulgadas, con resolución de 2.880 × 1.920 píxeles (lo que arroja una definición de cerca de 267 punto por pulgada), relación de aspecto de 3:2 y frecuencia de refresco dinámica de hasta 120 Hz. Incluye protección Gorilla Glass 5, soporte táctil de 10 puntos, calibrado individual de color, contraste adaptativo, perfil sRGB y la tecnología Dolby Vision IQ. En los modelos con pantalla LCD se mantienen muchas de estas especificaciones, salvo algunos detalles de contraste y brillo máximo en HDR.
Sobre brillo y visibilidad, la versión OLED ofrece alrededor de 600 nits típicos en SDR y hasta 900 nits pico en HDR, lo que lo convierte en un dispositivo bastante apto para uso en interiores con luz variada o espacios poco controlados.
La autonomía es un elemento clave en dispositivos portátiles y el Surface Pro 11 no decepciona. Microsoft declara hasta 14 horas de reproducción de vídeo local en equipos solo con WiFi, y alrededor de 10 horas de uso activo web. En modelos con conectividad celular esta última cifra baja aproximadamente a 9 horas. Obviamente, aquí también influye qué aplicaciones se estén usando, si se trata del panel OLED o el LCD, de los modos de brillo y del tipo de conectividad activa.
Se incluye Wi-Fi de nueva generación (Wi-Fi 7), Bluetooth y opciones con 5G (versiones con eSIM/NanoSIM, según mercado). En materia de puertos físicos disponemos de dos USB-C/USB4, compatibilidad con DisplayPort, un conector Surface Connect tradicional y soporte para accesorios como el nuevo teclado Flex, el primer 2 en 1 diseñado para usarse tanto conectado como desconectado. Ofrece una estabilidad mejorada, con el almacenamiento y la carga de Surface Slim Pen integrados a la perfección, así como un panel táctil silencioso y háptico.
Las cámaras y los micrófonos también han sido objeto de mejora: el objetivo frontal es QHD (1440 p), la cámara trasera tiene 10 megapíxeles, cuenta con micrófonos de matriz doble y efectos de estudio (los conocidos Windows Studio Effects, como encuadre automático, filtros, iluminación de retrato...).
En términos de rendimiento real, este Surface Pro 11 con Snapdragon X Elite ofrece una experiencia fluida en tareas de productividad, navegación web, procesamiento de documentos, edición ligera de imágenes y tareas basadas en IA local. El chip Snapdragon X Elite destaca por su eficiencia, lo que se traduce en menos calentamiento durante uso normal en comparación con muchos portátiles convencionales con procesadores x86 tradicionales. No obstante, en aplicaciones intensivas de gráficos, juegos exigentes o edición de vídeo pesada, las GPU integradas Adreno no igualan lo que ofrecen las gráficas dedicadas de alto rendimiento en ordenadores Intel o AMD. Pero también hay que tener en cuenta que estos carecen de la portabilidad y versatilidad de este Surface. En cuanto a la compatibilidad del ecosistema con arquitecturas ARM, ha mejorado pero todavía tiene margen de mejora, especialmente para que algunas aplicaciones no tengan que depender de emulación.
El precio de este dispositivo (1.779 euros en su configuración con pantalla OLED y 16 + 512 GB) se sitúa en la gama premium, lo que no sorprende dados los materiales, el hardware, las capacidades IA/Copilot+ que Microsoft integra, la pantalla de diodos orgánicos y la construcción robusta. Las ventajas del chip ARM, la NPU o el soporte de IA local son otros buenos argumentos para los potenciales compradores. Microsoft ha querido posicionarlo como un dispositivo «listo para la IA», con funciones como Recall (que permitirá recuperar información contextualmente), traducciones en vivo y efectos de cámara, integradas en Windows 11 y estrechamente ligadas con el hardware del Snapdragon X Elite. El agente de IA personal, accesible con solo pulsar la tecla Copilot, facilita el acceso a los modelos de inteligencia artificial más avanzados con acceso a GPT-4ol, que hace posible conversaciones de voz más naturales.
Algo que Microsoft no ha querido incluir en este modelo es el módulo de sensores de presencia humana de Snapdragon X, lo que significa que algunas funciones de bloqueo automático y detección de proximidad no están disponibles.
En resumen, el Surface Pro 11th Edition con Snapdragon X Elite es un producto que asume que el usuario está dispuesto a pagar por ventajas en eficiencia energética, soporte de inteligencia artificial, pantalla de calidad superior y una construcción pensada para movilidad sin sacrificar prestaciones. No es un dispositivo para todos, pero para quienes trabajan en movilidad, profesionales creativos, desarrolladores, usuarios corporativos que valoran seguridad, la conectividad moderna y funciones de IA integradas supone un paso significativo hacia lo que muchos anticipan será la norma en los próximos años en portátiles (o híbridos) orientados al entorno empresarial.