Cabanas, Bulfoni y Oriol abrieron la ronda de reconocimientos médicos
24 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Tras el protocolo del reencuentro y a menos de 24 horas para el primer entrenamiento, la nave deportiva del Obradoiro ha puesto proa hacia la Liga Endesa. En los despachos hace ya algunas semanas que comenzó la singladura y todavía quedan etapas de mucha batalla.
Mario Cabanas, Oriol Junyent y Tuky Bulfoni fueron los primeros en pasar el reconocimiento médico en La Rosaleda. Los tres dejaron constancia de haberse cuidado durante el verano y tanto el nuevo como los que repiten hablaron de la importancia del grupo y del buen ambiente para llegar a buen puerto. Con posterioridad también se sometieron a las pruebas Washington, Nguema y Corbacho. Está previsto que esta semana lleguen Ere y Palacio. Y para la próxima quedarían Hopkins y Lasme.
Cabanas recuerda que lo tuvo claro en cuanto se le presentó la opción del Obra: «Moncho vino a hablar conmigo y explicarme todo. Después de tantos años fuera de casa, que te llamen y encima de la ACB... No hubo dudas». Lo primero que le comentó el técnico, según explicó el pívot, es que había trabajado con un gran colectivo y que quería mantenerlo, apuntalándolo con tres o cuatro fichajes que no pusiesen en riesgo la camaradería y que no tuviesen reparos en «trabajar duro».
Oriol Junyent subrayó que «ya había ganas de empezar» y de encarar una nueva aventura «con trabajo, porque habrá que trabajar mucho para mantenerse en esta Liga, que va a ser muy complicada. A poco que uno se relaje se lleva un batacazo tremendo. Hay que estar en tensión en todo momento».
El pívot fue el jugador más valorado la pasada campaña, siempre entre los jugadores más reboteadores, más anotadores y con más minutos en el equipo. Entre la LEB y la Liga Endesa una de las mayores diferencias remite a las exigencias del juego interior. La competencia se multiplica. Oriol espera acontecimientos respecto a su rol: «Dependerá de lo que me pida Moncho. Creo que todos los jugadores vamos a cambiar el rol. Todos deberemos aportar. Unos días jugarás más, otros días menos... Tenemos que ser un equipo, como el año pasado, en el que todos íbamos a una. Eso será lo importante».
Intensidad defensiva
Lo que da por sentado es que la intensidad en la retaguardia será, otra vez, la principal seña de identidad. «Tendremos que ser uno de los mejores equipos en defensa, estar a tope, ser de los más peleones de la Liga».
La pasada temporada el conjunto de Moncho Fernández se significó por dejar a sus adversarios en torno a los 60 y 63 puntos de media. Oriol reconoce que trasladar esas cifras a la ACB es una tarea más que complicada: «Habrá más calidad ofensiva en los rivales. Pero nunca se sabe. Si los árbitros nos dejan defender, igual no conseguimos que los adversarios se queden en 60 o 63, pero, a ver si no llegan a 70». Ese era el umbral de referencia hace dos años. Cuando los oponentes se quedaban por debajo, el Obra ganaba.