A Casa Vella, un homenaje a su abuela y al ambiente de las tascas de toda la vida
SANTIAGO
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Pablo Gigirey quiere que la gente «veña a falar, a estar todos con todos» en su establecimiento de O Preguntoiro
06 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando hace unos meses echó el cierre el local de ropa infantil Boutique Nenos, en la zona todos temieron que el relevo fuera otro comercio de venta de recuerdos para peregrinos y turistas. Sin embargo, el empeño de Pablo Gigirey, hijo de la propietaria del comercio de ropa de niños, obró el milagro. «Tivemos algunha oferta de aluguer, pero sempre tiven na cabeza abrir unha pequena tasca, como as de toda a vida», y dicho y hecho. Tras unos meses de obras, en las que se fue creando un espacio inspirado en las tascas de pueblo, el sueño se hizo realidad. La decoración fue una de las claves para recrear el ambiente que Pablo quiere imprimirle a su local, «a madeira é fundamental, porque se recordas as tascas más vellas do Franco, seguro que a madeira non falta». En un principio el local de la rúa Preguntoiro iba a llamarse Boina, pero Pablo tuvo una idea mejor, que serviría de homenaje a su abuela. «Cando estabamos na casa da miña aboa, ela nos dicía que foramos á casa vella para coller cousas que facían falta. Cando estaba para darlle nome a tasca, a miña madriña recordoume o detalle. Pensei que era o nome perfecto para a tasca», explica. En A Casa Vella no hay televisión y la cobertura es regular: «A idea é que a xente fale. Que deixei o móbil e disfrute da conversación». En las tascas de toda la vida era así, «aínda que non coñeceras ao que estaba na mesa do lado, falabas con el. Facías amizade, a xente comunicábase». En su familia, procedente de Buxán (Val do Dubra), salvo su madre que gestionaba la tienda de ropa infantil, siempre se dedicaron a la hostelería. «Crieime nos bares de meu pai», recuerda, y una de las recetas con las que Pablo creció es la del jamón asado, que ahora sirve en su tasca. A la carta de su negocio incorporó algunos de los platos que pueden encontrarse en los bares tradicionales, como es la zorza y el raxo, pero también hay una novedad que Pablo define como «unha explosión de mar na boca». Es la ortiguilla de mar, que se reboza en harina y se fríe. «Aquí non é coñecida, pero en Andalucía ten moitos adeptos. Claro que as nosas, que veñen de Malpica, teñen un sabor especial». Pablo Gigirey quiere que tanto él como sus empleados ganen calidad de vida: «Gustame o que está nacendo na Casa Vella, pero tamén quero calidade de vida. E por iso, A Casa Vella cerra dous días a semana».