Una niña de 7 años con autismo se resiste a ir al colegio público de Arzúa al sentir rechazo
ARZÚA
Su familia y varias entidades piden apoyos para mejorar su escolarización el próximo curso
25 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Entre los numerosos documentos que muestran Jorge García e Isabel Montero por las gestiones realizadas el último curso a causa de la escolarización de su hija resalta un informe de salud del 22 de abril, en el que la pediatra señalaba problemas de ansiedad de la menor en relación con la asistencia a la escuela, que habían empeorado las últimas semanas, por lo que recomendaba mantenerla unos días en casa. Así fue: entre el 25 de abril y el 3 de mayo no acudió al colegio. Cuando regresó, volvieron los problemas. Su hija presenta un trastorno del espectro autista (TEA) y acude al colegio público de infantil y primaria de Arzúa. En infantil todo fue bien. En primaria comenzaron los problemas, que fueron a más y provocaron la continuada actuación ante entidades e instituciones en busca de apoyo para su buena atención. Las últimas semanas del curso la niña se resistía a ir al colegio, al sentir rechazo, explican. Ante esta situación reclaman que se refuercen el personal y los recursos del centro educativo para garantizar una escolarización adecuada cuando se reincorpore, en septiembre.
Jorge e Isabel insisten en los problemas de comunicación con el centro y en la falta de atención suficiente de especialistas que tiene asignados su hija. Reclaman que se cumpla bien el protocolo de la Xunta para alumnado con TEA y el plan individual elaborado para su atención. Su hija iba al colegio contenta y estaba integrada hasta que comenzaron los problemas. Destaca en inglés y en otras materias. Es buena alumna, que este último curso, con 7 años, estudió segundo de primaria, como le correspondía. Y promocionó para realizar tercero el próximo curso, con notas que su madre considera muy buenas, por todos los problemas que tuvo que enfrentar. Por eso insisten en reclamar mejor atención, para que su hija continúe en este centro, que es el que le corresponde, y que la atiendan bien.
La familia resalta los problemas que tuvieron en el comedor escolar; por cuestiones como que su hija portase un reloj GPS, que le recomendaron especialistas médicos; dificultades para que profesionales de entidades especialistas en autismo, como la asociación Bata o la fundación Lovaas sigan su evolución en el centro —a alumnado con otros problemas les permiten visitas, por lo que se ven discriminados—, que no acudan a recogerla cuando llega al colegio, dificultades para participar en actividades, o que no le dediquen las horas de atención que tiene indicadas, con docente preferente y sin una rotación continua de profesionales como ha ocurrido. También que se favorezca el poderle predecir bien lo que va a ocurrir en el aula, como requiere el alumnado con TEA.
Hasta 13 entidades e instituciones se implicaron en este problema educativo
Educación conoce bien este caso, pues aportó documentación a la Valedoría do Pobo, que aceptó una queja de la familia por la situación de esta escolar. Al ser consultada, la consellería responde: «Segundo a información técnica proporcionada pola Inspección educativa esta alumna conta con todos os recursos educativos que precisa. Non se solicitou ningún apoio educativo a maiores».
Fuentes del colegio de Arzúa sostienen que el centro pide recursos a Educación, pero «que os manden ou non, non é cuestión nosa». Añaden que «a nena non ten problemas. Está integrada, atendida perfectamente. O problema aquí non é da nena, é da familia». Aseguran que hay descontento de personal del centro con la familia, incluso con algún caso de baja «a consecuencia diso, precisamente»: es decir, por la presión que ocasiona atender a esta menor.
Además de la Valedoría y Educación se implicaron hasta 13 entidades e instituciones: los padres acudieron a Igualdade; les apoyó la ANPA del centro y la Federación Anpas Galegas; la asociación de personas con discapacidad Amarai, de la zona Arzúa-Melide, y la Confederación Galega de Persoas con Discapacidade (Cogami). También la asociación de familias de personas con TEA de la provincia, Aspanaes, además de las citadas fundación Lovaas y asociación Bata. Especialistas del Sergas, e incluso el Juzgado y la Guardia Civil de Arzúa intervinieron a causa de este problema. «Nunca vimos un caso como este» aseguran Juana Tubío y María Jesús Pérez, trabajadora social y asesora jurídica de Cogami, que piden que desde septiembre se cumpla bien la nueva ley educativa, la Lomloe, y se refuerce la atención a esta escolar, pues «é un caso de libro de vulneración de dereitos na educación inclusiva», dicen.