La defensa del hombre que mató a su madre y quemó el piso en el que vivían en Oroso alega que se le condenó sin pruebas

OROSO

El acusado hizo búsquedas en internet que coincidían con el crimen y envió un wasap a su abogada en el que decía: «por cierto, a mi madre la maté yo»
01 mar 2024 . Actualizado a las 17:14 h.El caso del hombre condenado a 22 años y medio de cárcel por asesinar a su madre y quemar después el piso en el que ambos vivían en Oroso ha llegado al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, ya que el acusado recurrió en apelación la sentencia que dictó la sección primera de la Audiencia Provincial tras el veredicto de culpabilidad del jurado popular. Ante el TSXG, la defensa de Javier G. S. ha alegado que se ha vulnerado la presunción de inocencia de su patrocinado porque fue declarado culpable sin una «prueba suficiente» y ha limitado a «indiciarias» las que recogieron los hechos probados de la resolución judicial que, en su opinión, «no están reforzadas de manera suficiente como para condenarlo».
Las pruebas calificadas como indicios por el abogado del asesino de Oroso son, cuando menos, numerosas y llamativas. En primer lugar, a lo largo de la tarde del 3 de junio del 2021 y en la madrugada del día 4, antes de que se produjera el asesinato, Javier G. S. hizo búsquedas en internet que coincidían con el crimen. Por ejemplo, buscó desde su móvil cuestiones como «sobredosis con lorazepam», «lorazepam y alcohol» o «los pacientes comatosos respiran» cuando fue precisamente ese fármaco tranquilizante el que la autopsia determinó que había ingerido la señora.
Hubo más. Entre esas búsquedas también estuvo «muerte por rotura de cuello» cuando su madre fue estrangulada atándole una pieza de ropa al cuello, probablemente una camiseta, que fue enrollada para apretar hasta causarle la muerte. También «explosión e incendio de viviendas tras un crimen», «perder conocimiento por inhalación de humo», justo lo que sucedió aquel día, en el que prendió fuego al piso en el que vivía con su madre en Sigüeiro y en el que ocurrieron los hechos. La víctima fue hallada carbonizada sobre la cama, que fue rociada previamente con sustancias acelerantes del fuego, lo mismo que en otras superficies textiles de la casa.
El jurado también consideró una prueba de cargo el hecho de que el día del crimen Javier G. S. enviase varios wasaps a la abogada que les había asistido en el procedimiento de desahucio al que se enfrentaban y por el que ese mismo día iban a echarles del piso. En ellos confesaba diciendo «por cierto, a mi madre la maté yo» y también le advertía: «te recomiendo que no vengas, hoy va a ser desagradable».
El acusado fue rescatado por los bomberos cuando su piso estaba completamente en llamas. Había ingerido alcohol en una cantidad próxima al coma etílico, con 2,43 gramos por litro de sangre.También presentaba síntomas por inhalación de humo, pero pudo reponerse en el hospital. Gracias a la intervención de los bomberos, pudo impedirse que el fuego se extendiera por el edificio y que afectase a otras viviendas, pero el tribunal entendió que se puso en peligro la vida de otras personas.
Por ello, en la sentencia el acusado fue condenado a 17 años de cárcel por el delito de asesinato y a otros cinco y medio por el de incendio con riesgo para la vida o integridad física de las personas. Esa es la condena que ha apelado la defensa de Javier G. S. ante el TSXG, al que ha pedido la libre absolución de su representado.