¿Se comprará Borja Iglesias el coche de los Estopa? El santiagués comparte ahora su día a día y sus reflexiones en YouTube

O.S. SANTIAGO

VIVIR SANTIAGO

El futbolista del Celta, que arranca el día sacando a pasear a sus perros por el barrio compostelano de Conxo, muestra su casa, donde guarda camisetas antiguas como una del ídolo celeste Mostovoi, mientras evoca lo que costó, con 14 años, dejar Santiago para volver a entrenar con el Valencia

15 feb 2025 . Actualizado a las 21:04 h.

En el mismo día en el que Borja Iglesias recibía los Premios SERenidade por su compromiso social, posicionándose en la lucha contra el homofobia y a favor de la igualdad de género, el santiagués también fue noticia por estrenar su canal de YouTube. Un portal donde, como se explica, el futbolista compartirá con sus seguidores, además de ciertas rutinas, cosas que le apasionan y temas que le preocupan.

En el primer vídeo, que no deja de sumar ya visualizaciones, narra cómo vive un día de partido desde primera hora. Las primeras escenas tienen lugar en el barrio de Conxo, donde reside y donde, como muestra en la grabación, es habitual verle pasear a sus perros. «Habitualmente les paseo prontito. Hoy, como jugamos a las 21.00 horas, les paseo más tarde… Ha parado de llover. Hace buen tiempo», afirma feliz, antes de recibir a Loren, su amigo y representante, que llega junto a su hijo. «Vamos a desayunar en casa, charlar un ratillo, estar juntos», aclara Borja rumbo a su domicilio.

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Allí, su chef, que ya cobró fama anteriormente cuando Borja Iglesias mostró al youtuber Rodrigo Fáez cómo era su nueva vida en Santiago, muestra lo que prepara para el desayuno del futbolista en ese día de partido. «Vamos a hacer un smoothie de manzana, kiwi y menta; bizcocho proteico de plátano; y unos huevos revueltos, acompañados de pan de masa madre, de Pan da Moa», destaca, haciendo un guiño a la popular panadería compostelana.

Ya sentados a la mesa, comienza una amena charla entre Borja Iglesias y Loren —a quien el futbolista considera como «un hermano mayor»—, aderezada de muchos recuerdos de años atrás. «En esencia sigues siendo el mismo, aunque no sea igual tener 14 que con 31 años», le reconoce Loren, demostrando la amistad que les une desde hace años. «Yo con mi familia aprendí cuidar a mis amigos... Me sale natural. Mis amigos, los cabrones, vienen aquí todos los días, pero me regalan café», desvela riendo el futbolista santiagués.

Dentro de su casa, Borja Iglesias enlaza vivencias relacionadas con sus orígenes en el fútbol, cuando, con 14 años, dejó Compostela rumbo a Valencia. «Salí de mi casa; me fui a Valencia, dije que sí a todo. Ni yo ni mis padres ni sabíamos adónde íbamos», evoca, reflexionando lo que suponía a esa corta edad vivir a «1.000 kilómetros de mi casa». «Los primeros meses fue para mí como estar en un campamento; eran todo estímulos. Con 14 años te pones la camiseta del Valencia… En Navidad volví a casa y les conté a mis amigos que era ''todo muy guay''. Eso sí, el día antes de que terminasen las vacaciones, me dije: ''¿Pero adónde voy, si yo me quiero quedar aquí?'' Fue mi madre la que me dijo que me dijo ''no, no, vete, tienes un compromiso…'' Si no me llegar a decir eso mi madre, creo que no hubiese vuelto a Valencia», destaca, sin negar su apego a la tierra.

Su representante, mientras tanto, pone en valor la madurez y sensibilidad que tuvo siempre Borja Iglesias, a quien, también por su trayectoria, en la que no adelantó etapas, pone como ejemplo delante de más jóvenes futbolistas.  

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El terreno futbolístico abarca varios minutos del vídeo con escenas como esa en la que el santiagués muestra en pantalla cómo guarda una camiseta de Mostovoi, el legendario jugador ruso del Celta. Poco antes había relatado cómo Lewandowski le dio una camiseta suya, que también la quería Carl Starfelt...

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Borja Iglesias y su representante analizan la evolución del compostelano con respecto al gol, recordando el santiagués el que fue su primer tanto. «Fue en la Romareda, y de penalti», señala. Loren apunta cómo el gol que más se recuerda es el que Borja  marcó con el Betis en la Copa del Rey.

Rumbo a Vigo, para concentrarse antes del partido del Celta, las bromas no cesan. El trayecto no lo cubren en el Seat Panda con el que Borja Iglesias asegurar recorrer Santiago, sino con una furgoneta. «Borja se compra la furgoneta sin tener hijos», afirma riendo el representante. 

 Ya sobre el club vigués, Borja transmite su emoción por su retorno a ese equipo y por ser partícipe de la comunión entre la grada y el campo. «Hay mucha gente joven ilusionada», refrenda, haciendo mención también al popular himno del centenario compuesto por C.Tangana. «En el vestuario es una locura, que un serbio esté cantando un vídeo en gallego...», admite con ilusión. «Me imagino a Iago (Aspas) levantando una copa y buah, me vuelvo loco», añade, mientras retoman el tema futbolístico.

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«¿Has visto lo de Estopa, que va a subastar el coche?, comenta el futbolista a su representante. «La gente pagará locuras, seguro», razona. «Dijo David (el de Estopa): ''Vamos a ver si alguien quiere esta mierda''. Y el Momo (un rapero zaragozano) le dijo: ''Si no, ¿sabes quién seguro lo quiere? Borja Iglesias''», traslada risueño. «David (el de Estopa) dijo: ''Me encantaría que lo tuviera él; qué bien me cae; tengo devoción por ese chaval...'' Ellos tienen pinta de ser guais», constata Borja.

Acto seguido, el santiagués reflexiona sobre uno de los muchos aspectos positivos que conlleva para él ser futbolista. «Cuando hablas así de qué suerte de ser futbolista... Son esas cosas. Haber conocido a gente así, que admiras. Y de repente que le puedas escribir un mensaje porque estás en la misma ciudad para verle o ir a ver un concierto», constata, mientras el reloj avanza a pocos minutos antes del partido.

El vídeo termina con el himno de C. Tangana, con quien Borja admitió haber cenado en Alemania, cantado a coro por una emocionada afición céltica.