¿Regresa la fiesta universitaria a Santiago con el inicio del curso o siguen prefiriendo los estudiantes salir de la ciudad en la búsqueda de ocio?
VIVIR SANTIAGO

Un nuevo evento en Chanteclair reúne el viernes a más de 3.000 estudiantes para dar el pistoletazo de salida al calendario universitario, mientras que las salas de la ciudad siguen sumando colas para conseguir entradas
12 sep 2025 . Actualizado a las 11:07 h.Las madrugadas, y sobre todo las de los miércoles y las de los jueves, vuelven a estar llenas de vida en Santiago. El lunes, cerca de 22.000 estudiantes —cerca de 4.940 de nueva matriculación— empezaban el curso de la USC. A ellos les une algo más que las horas que pasan entre las clases de la Facultad. El primer jueves universitario se acerca con ganas y con expectación, sobre todo para aquellos que se adentran por primera vez en lo que ofrece la noche compostelana. Las discotecas de la ciudad esperan un lleno total, como pasa año tras año en los primeros días de septiembre.
Prueba de ello son las colas que se formaron durante estos días para conseguir entradas para la noche del jueves. El martes, cuando salían a la venta los tickets de la discoteca Circus, una de las preferidas por los universitarios, una gran fila de jóvenes recorría la calle de Alfredo Brañas, donde se encuentra la sala, y continuaba bordeando Montero Ríos. Las entradas se recogían en la puerta, por lo que, a la tarde, una hilera de jóvenes con paraguas esperaban a poder hacerse con una. Colas para entrar también hubo desde medianoche en pubs como Tarasca. No obstante, aunque el ambiente de Compostela sea incomparable, se mantiene —y, si cabe, se amplifica— un fenómeno que empezó a coger forma el año pasado.
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La macrofiesta universitaria se vuelve a desplazar a las salas del área. En este caso, a Chanteclair. Ya el curso pasado la discoteca albergó algunas de las citas imprescindibles para los universitarios, como la de la noche de Halloween o la del fin del cuatrimestre. Su organizador, conocido popularmente como Salseo, explica que el éxito cosechado les sigue haciendo pensar en la sala como el mejor escenario para las celebraciones que organiza: «Estamos vendiendo las últimas entradas físicas y, aunque nuestra idea es dejar unas pocas en la taquilla, ya estamos en las 3.000». Contando que el aforo es de 3.500, no están lejos del lleno.
El plan de la fiesta que idearon para el viernes copia, en parte, a la que organizaron en el campus sur universitario el pasado mes de junio. Fue un evento que empezó a la tarde y se extendió hasta la noche con escenario de DJs, juegos, torneos y hasta atracciones. Con ella sembraron la posibilidad de que las macrofiestas pudieran volver a celebrarse en el centro de la ciudad. Triunfó en número de asistentes, pero el organizador explica las trabas que con las que se encontrarían si quisieran celebrarla de nuevo en el mismo emplazamiento.
«Yo tenía ganas de algo así, pero para repetir lo de junio hace falta mucha burocracia y papeleo», explica el organizador. El plan del viernes empieza a las seis de la tarde y termina a las seis de la tarde. Se entiende como un copeo —palabra que utiliza para referirse a las fiestas de tarde— que comienza en el párking y termina ya de madrugada en la discoteca. «Va a ser una fiesta de doce horas. Utilizaremos el propio aparcamiento para poner un escenario, foodtrucks, una variedad de DJs y barras. Después, cuando ya sean las once o las doce, continuaremos dentro».
Explica que el público del evento es universitario y que gran parte lo componen los estudiantes de primer año, los más animados para las fiestas. Sí que nota que, desde que está al frente de la comunidad, el público estudiantil ha disminuido en Santiago. Él, que está en contacto diariamente con los jóvenes a través de su perfil de Instagram, lo relaciona con los precios de la vivienda. «Quizá el arranque del curso va decayendo. Hay menos gente en Santiago por el tema de los pisos, que son caros, y la gente tiene que ir y que venir en tren. Creo que es por ese tipo de cosas», reflexiona.
Aunque sus fiestas masivas sean en las salas de los alrededores de la ciudad, en Santiago ya tiene previstas unas cuantas para el mes de septiembre. Pasa los mismo con los colegios mayores, con las residencias y con los pasos de ecuador de las facultades, que, por ahora, eligen las discotecas de Compostela para su primera toma de contacto con la fiesta. El año pasado, una serie de eventos en la sala Pelícano de A Coruña, para los que se reunieron ocho carreras diferentes de la USC, sorprendía y sembraba la duda acerca del estado de salud del ocio compostelano. La fiesta de Salseo confirma quizás que, aunque la movida en Santiago no haya muerto, los universitarios prefieren convertir sus celebraciones en macro aunque eso implique salir de la ciudad.