El miedo a una educación elitista, centralista y confesional centró las protestas
10 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Miles de personas se echaron a la calle ayer en Galicia y toda España para protestar por la próxima normativa de educación (Lomce), conocida como ley Wert. A la habitual guerra de cifras sobre el seguimiento de la huelga (20 % para la Administración, y entre el 70 y el 90 % para los convocantes) hay que sumar los recuentos de las manifestaciones. En Galicia como los organizadores se han dividido en dos grupos -Plataforma Galega en Defensa do Ensino Público (de corte nacionalista y fuerza mayoritaria en el profesorado) y Plataforma en Defensa do Ensino Público en Galicia- se celebraron concentraciones por la mañana y por la tarde, respectivamente.
Los ferrolanos no dudaron en movilizarse y lo hicieron por duplicado: las dos marchas tuvieron mucha gente, unas cinco mil personas cada una, en las que se corearon consignas a favor de una escuela de calidad. En la misma línea se desarrollaron las movilizaciones coruñesas, con un corte más juvenil por la mañana -los convocantes calcularon 7.000 personas, frente a las menos de 2.000 de la policía- y más familiar a la tarde, donde los miles de participantes -10.000 para unos, 2.100 para otros- gritaron «Wert, dimisión» y escucharon un manifiesto pro escuela pública leído por unos niños. En Vigo fueron 25.000 los ciudadanos que protestaron en las dos marchas del día, la mitad según la policía, por una norma que según ellos ataca al gallego, prioriza la Religión sobre la Historia o la Filosofía -la primera será obligatoria, las otras dos, optativas-, hace regresar pruebas arcaicas (las reválidas) y es sexista.
La lluvia no desanimó
En Ourense, la huelga paralizó la actividad en los colegios e institutos y en la capital hubo tres movilizaciones, la más numerosa la de la tarde, con unas 300 personas que marcharon tras una pancarta reivindicativa: «Coa educación pública non se xoga». Los lucenses también quisieron dejar constancia de su malestar y, a pesar de la lluvia matutina, unas mil personas acudieron a la marcha convocadas por la plataforma nacionalista y otras mil se manifestaron por la tarde; por la mañana se sumó la comunidad educativa del IES As Mercedes, que lucha por mantener la ESO y el bachillerato después de que la Xunta anunciase su conversión en un centro integrado de FP.
En algunas localidades solo hubo convocatoria matutina. Santiago, por ejemplo, se quedó sin concentración de tarde porque ayer era festivo en la localidad; aun así unas 2.000 personas recorrieron el casco antiguo al grito de «Non á Lomce».
En Pontevedra, con un seguimiento del 70 % en la huelga, también se limitaron los actos a la mañana: hubo 1.200 personas en la calle portando pancartas en las que se podía leer «A Lomce é a lei do Opus Dei», «Non á Lomce. Morte da educación artística» o «Feijoo escoita, o ensino está en loita». Además de la movilización callejera, profesores, padres y alumnos se encerraron durante toda la jornada en el IES Luis Seoane de Monte Porreiro.
Jóvenes en el balcón
Algo parecido ocurrió en Arousa, con variaciones según la localidad pero con un absentismo medio del 70 %, especialmente entre alumnos. En Vilagarcía la manifestación nacionalista, formada por unas 500 personas, acabó dentro del consistorio coreando «Fole dimisión» -Fole es Tomás Fole, alcalde popular de Vilagarcía- y un grupo de estudiantes se asomó al balcón principal.
El ambiente lúdico fue constante en todas las marchas, pero tal vez mucho más en Ribeira, donde incluso hubo varias actuaciones musicales, entre ellas la de Tonhito de Poi.
Información realizada con aportaciones de Elisa Álvarez, Cristina Barral, Marta Valiña, Laura López, Raquel Iglesias, Marta Vázquez, Beatriz Abelairas, María Vidal, María Jesús Fuente y Antía Urgorri.