Elegancia a la orilla del embalse

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Marcos Rodriguez

Landua ofrece un menú de alta categoría con Santa Uxía como telón de fondo

27 sep 2015 . Actualizado a las 04:00 h.

Hace ya ocho años que la Casa de Santa Uxía abrió sus puertas como alojamiento rural a la orilla del embalse homónimo en Dumbría, a un pasito de la cascada de O Ézaro y de la Costa da Morte. Pero apenas han pasado seis meses desde que María Cambeiro (natural de O Ézaro) y el chef Alberto Cruz (Ourense) montaron el restaurante Landua en el comedor del negocio familiar. Y lo han hecho con un nivel de refinamiento inusual por la elevada calidad de su propuesta gastronómica, el buen gusto en el diseño de los platos y la elegancia en la combinación de sabores y texturas.

Al llegar a la recóndita aldea en que se sitúa el restaurante nada permite intuir una experiencia culinaria de primer nivel, como tampoco lo insinúa la austeridad del comedor de un alojamiento rústico decorado con extrema sencillez pero que se enseñorea al mostrar sus maravillosas vistas al embalse. Pues que nadie se equivoque: la aventura gastronómica merece la pena.

El menú, cuyos responsables intentan variar cada semana, es cerrado, único. Cuesta 25 euros (IVA incluido y bodega aparte) y se compone siempre de tres aperitivos, entrante, segundo plato y postre. La apuesta se basa en la alta calidad del producto y en «el mimo en la preparación», en palabras de Cambeiro. De la huerta propia proceden numerosas frutas y verduras, ecológicas, claro.

Marcos Rodriguez

María, encargada del servicio -impecable-, pregunta siempre si hay algún ingrediente que no es del agrado del cliente y ofrece alternativas para los niños, como una pechuga de pollo rebozada por la que se cobran 6 euros.

El cocinero, Alberto Cruz, se formó en los fogones de importantes hoteles de Mallorca, Barcelona o Londres, como por ejemplo el Hilton.

Huerta ecológica

El día que La Voz de Galicia visitó el restaurante -en el arranque de septiembre-, el primer aperitivo consistió en un combinado de varios tipos de tomate cherry y mejillón al vapor, cubierto todo ello con un gazpacho suavemente especiado para dar armonía al conjunto. Fue la antesala de una sorprendente albacora marinada, acompañada de salsa de soja y wasabi. Una mezcla interesante, aunque menos quizá para aquellos paladares reacios al picante, aquí bien medido. Cerró los aperitivos una excelente coca de calabaza con queso de San Simón, cebolla caramelizada y salsa romesco. Un plato complejo, difícil de conjugar, pero perfecto por su equilibrio.

Tiempo para el entrante: merluza al vapor con espinaca tetragona, de tallo grueso y tierno que aligera cada bocado de un pescado en su justo punto de cocción y que, en otra vuelta de tuerca al refinamiento, viene bañado en un delicado pilpil hecho mediante la propia cabeza de la merluza. El menú finalizó con un jarrete con piquillo ecológico asado en el restaurante y zanahoria.

Conviene dejar hueco para el postre. Probamos un bizcocho de chocolate al vapor realmente magnífico, con una textura compacta que se compensa en la boca con el helado de vainilla casero, que es en realidad el mantecado de toda la vida, el de la inmortal receta de la marquesa de Parabere. Impagable ese sabor a mantequilla de verdad.

En suma, una experiencia altamente recomendable que debe coronarse -aunque sea fuera del menú- con el yogur de la casa, otro manjar.

Restaurante Landua. La casa recomienda

El menú -única opción- está compuesto por tres aperitivos, un entrante, un segundo y un postre. 25 euros, IVA incluido, bodega aparte.

Contacto

Lugar de Santa Uxía s/n. Ézaro.

Tel. 667 61 74 79

Cierra el lunes. Y a partir de octubre, también martes, miércoles y la noche del domingo.