En tono desenfadado, Sergio Pazos demuestra que la pandemia podrá cambiar nuestras costumbres y nuestras vidas, pero nunca nuestro sentido del humor.
26 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.—¿Qué va a hacer en este verano inusual?
—Pues intentaré buscar a los amigos que hayan conseguido casita de verano para irlos visitando de casa en casa y de playa en playa y de piscina en piscina y de terracita en terracita... y dejarme invitar con todo el morro.
—¿Qué está echando de menos con respecto a otros años?
—Estaba echando de menos estas entrevistas veraniegas, frescas, desenfadas, relajantes, y sin ninguna responsabilidad al responder.
—¿Qué es lo más raro que le pasó otros veranos?
—Que no me hubieran llamado para hacer estas entrevistas veraniegas que tanto gustan. Y ya un poco más serios, lo más raro que me pasó otros veranos fue ver a Carmen Porter sola y con ropa en la playa de Barra, mientras Iker Jiménez le estaba hablando a unos mejillones al vapor en un bar de la ría de Aldán.
—¿Cuál es su rincón favorito de Galicia y por qué?
—Si dijera cual es mi rincón favorito de Galicia dejaría de ser mi rincón favorito. Es tan secreto que ni Iker Jiménez lo descubriría en una sesión de «wija» con mis antepasados más recientes. De todos modos, Galicia en sí misma es ya un rincón favorito para todos los que la descubren.
—Proponga un plan para este verano con covid-19.
—Podríamos volver a hacer ejecuciones públicas para sustituir el no poder hacer actuaciones y así divertirnos un poco.
