Sergio Pazos: «Tras la epidemia, supe que no podíamos quedar quietos»

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PACO RODRÍGUEZ

El actor ourensano, aficionado al ciclismo, se unió a la causa de un equipo madrileño que recorrió el Camino de Santiago para pedir más visibilidad a la investigación en ciencia y salud

25 jul 2020 . Actualizado a las 18:35 h.

El Camino de Santiago es el reino del pedal de Sergio Pazos. No es raro encontrarse al actor y presentador ourensano en ruta hacia la plaza del Obradoiro durante los meses estivales, y casi siempre con el ojo puesto en dar visibilidad a una causa solidaria. El año pasado, Pazos participó en la Pilgrim Race, una prueba deportiva en bicicleta con punto de inicio en Madrid y en la que los participantes recorren dos sendas por la Meseta y en dirección al corazón de Galicia. Y esta vez, al igual que en el 2019, el intérprete optó por hacerlo con el equipo «El Motor de tus Pasos», conformado por un grupo de aficionados madrileños que, sobre dos ruedas, recorren el país hacia el noroeste para dar visibilidad a una dolencia muscular degenerativa, la enfermedad de Charcot Marie Tooth. Pese a que la incidencia del coronavirus impidió este año la celebración oficial de esta edición de la carrera, Pazos se puso en marcha de nuevo para, de manera simbólica, poner en valor la importancia de la investigación médica y científica.

«Tenía claro que, tras la epidemia, no podíamos quedarnos quietos», decía el fin de semana pasado al llegar a Santiago de Compostela. Desde Madrid salieron ocho ciclistas entre los que estaba Rafa Muñoz, uno de los integrantes de la mítica banda Hombres G. Muñoz se quedó en Cercedilla, tras la conclusión de la primera etapa. «Y curiosamente casi nos matamos en el primer tramo», bromeaba Pazos. Cada jornada, durante siete días, fueron realizando una media de 100 kilómetros diarios y, entre medias, se les fue sumando gente. Quizá ahí esté realmente el espíritu del Camino y no tanto en sus orígenes religiosos. De ello puede dar fe el propio Pazos. En Segovia se unió a su causa un ciclista que iniciaba allí su camino. Y en Astorga, otro. «Hubo quien, por muchos motivos, no podía acompañarnos hasta el final. Y otros que, por su lugar de residencia o por trabajo, empezaron más tarde, pero quisieron acabarla», dice Pazos.

Entre los participantes estaba un joven de 19 años que padeció leucemia hace cuatro. Otro, Tomás Martínez, al que le habían diagnosticado un cáncer de difícil curación y al que pronosticaban, como mucho, tres meses de vida. Pasó el tiempo y ahí sigue, peleando contra la enfermedad y empeñado en ganarle la batalla al reloj. «A la Pilgrim Race hay quien acude por muchas razones y objetivos distintos. En nuestro caso, sabiendo que este año no se iba a llevar a cabo, quisimos poner nuestro granito de arena viendo lo que pasó con la sanidad. La investigación es vida», explica el actor gallego.

Pazos, que contaba la peripecia tras un tramo final de carrera plagado de desniveles entre Chantada y Santiago, lo dibujaba como una cuesta arriba. Pero para los que luchan contra las enfermedades raras, el logro fue doble.