Si volviera a nacer, Fernando López se dedicaría de nuevo a la imprenta. Visita a diario el taller de Imprenta Suc. Mancebo, un negocio que en 2020 fue homenajeado en Mondoñedo por 150 años de trayectoria
01 dic 2021 . Actualizado a las 09:27 h.Hace casi un año Fernando López González (Barrio dos Muíños de Arriba-Mondoñedo, 1937) recibió un homenaje en la ciudad episcopal que, entre sus tesoros, cuenta desde 2019 con el Centro de Interpretación Imprenta Mondoñedo. Fernando es historia viva del oficio. Desde 1982 está al frente de Imprenta Suc. Mancebo, que anteriormente era Imprenta H. Mancebo y que este 2021 cumple 151 años de actividad. La pandemia ha obligado a retrasar la celebración que corresponde, pero el impresor, de 84 años, repasa los momentos clave de la imprenta y la evolución del negocio, del que se retiró a los 66 años y al que le gusta acudir a diario. Porque como dice Fernando, «para min a imprenta é todo, é a miña vida».
Hermenegildo Mancebo Vázquez fundó la empresa en 1870. Diecisiete años después le sucedió su hijo, Edesio Mancebo Rey. En 1931 tomó las riendas del negocio el padre de Fernando, Jesús López Díaz, empleado del negocio con los fundadores y con quien nuestro protagonista aprendió el oficio: «Empecei cando tiña uns dez anos. Daquela traballábase todo á man, non había nada a motor, era todo tipografía. Recoñezo que ás veces aínda me gusta facer algunha cousa para min».
Para el impresor es motivo de orgullo que varias de las piezas que se exhiben en el museo sean de su negocio -se hizo una cesión por 25 años- y que su imprenta fuera durante décadas un centro de reunión. A lo largo de su existencia, entre otros elementos, dispuso esta imprenta de una prensa de hierro con tintero automático, que había sido comprada en Alemania a la Casa Carlos Blors por 3.000 reales, rememora.
«Coñecín a moita xente, bispos, curas, canónigos, conselleiros, escritores como Lence Santar, Álvaro Cunqueiro, Díaz Jácome, Santos Sancristóbal... No libro de firmas teño algunha dalgún ministro, e xa tiven que abrir o segundo libro». Fernando López es consciente del relevante papel que desempeñó su imprenta, con encargos varios de folletos, libros, periódicos, programas de fiestas, panxoliñas y otros trabajos para clientes de toda A Mariña y del Occidente astur hasta Vilalba: «Daquela todo caía en Mondoñedo. Antes traballábase moito para o Bispado. De feito, o documento máis antigo que temos é a Novena de la Virgen de los Remedios, de 1878». Recuerda las composiciones a mano, cuando en la ciudad funcionaban varias imprentas, las visitas de Cunqueiro con amigos a su negocio... «A imprenta era un lugar de reunión. Calquera cargo novo que viña para Mondoñedo, para a notaría, o rexistro, os xulgados... todo o mundo pasaba por aquí. Os tempos cambiaron bastante», sostiene.
El negocio tuvo tres sedes y ahora, desde la rúa Imprenta, el impresor se siente dichoso de que el encargado actual, Jesús Robles, «me pasara por encima» y haya adaptado la firma a la era tecnológica y a los encargos del nuevo siglo. Fernando sigue pensando en celebrar el 150 aniversario de una longeva imprenta que fue premiada en Lugo en la Exposición Regional del año 1896, con diploma y medalla de plata por la impresión del libro Previsión de Prebendas y Beneficios de la Iglesia de España.
