Un equipo gallego crea moléculas que asfixian a las células que originan el cáncer

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

María Pedreda

El programa CaixaImpulse de la Fundación ??La Caixa?? apoya el proyecto

08 feb 2024 . Actualizado a las 13:59 h.

Un tumor no siempre desaparece con el tratamiento. Las terapias eliminan a las células cancerígenas, pero no siempre consiguen destruir a la fuente que las produce. A las células madre tumorales, el origen de la enfermedad, de su metástasis y de las recidivas. O, lo que es lo mismo, el resurgimiento del cáncer con el paso del tiempo.

Cómo dirigir terapias específicas hacia estas células es uno de los grandes objetivos de la investigación. Y un paso importante para conseguirlo es el que ha dado un equipo del Centro Singular de Investigación en Química Biolóxica e Materiais Moleculares (Ciqus) de la USC, liderado por José Luis Mascareñas, en colaboración con biólogos celulares del CSIC, del Instituto de Investigaciones Biomédicas Sols-Morreale, dirigidos por Bruno Sainz.

El grupo de Mascareñas ha desarrollado en laboratorio moléculas basadas en complejos metálicos que son capaces de interaccionar de forma muy selectiva con las células madre tumorales, el paso previo para poder destruirlas. Estos hallazgos han permitido al equipo de Bruno Sanz realizar estudios más extensos con ratones implantados con tumores de pacientes, que demuestran el potente efecto antitumoral de estos compuestos. Han conseguido demostrar, de momento, efectos anticáncer en tumores de páncreas, colorrectal y osteosarcama. Actúan sobre las células madre y disminuyen así su potencial para generar tumores. Y, lo que no es menos importante, es una terapia con poca toxicidad.

La investigación que ha llevado a este hallazgo, publicada en la revista científica Journal of Experimental & Clinical Cancer Research, ha sido apoyada por el programa CaixaImpulse de la Fundación ‘‘la Caixa'', el programa Ignicia de la Xunta y por la Asociación Española contra el Cáncer. El proyecto se encuentra en estos momentos en una fase avanzada para su transferencia y valoración preclínica.

 Las células madre del cáncer dependen de la respiración mitocondrial para sobrevivir y evadir las defensas del sistema inmune, lo que, a nivel metabólico representa un talón de Aquiles. Y ahí es hacia dónde se dirige la estrategia terapéutica diseñada por los investigadores gallegos. De lo que se trata, en esencia, es de asfixiarlas para que no puedan sobrevivir.

Los estudios mecanísticos llevados a cabo durante el proyecto sugieren que el nuevo compuesto, denominado Ru1, promueve un descenso en la expresión de los genes necesarios para realizar la respiración mitocondrial, la fuente de energía principal de estas células, con lo que pierden su potencial cancerígeno.

El equipo del doctor Sanz también demostró que es posible realizar terapias combinadas con otros agentes antitumorales.