Prisión para Carlos Navarro, el Yoyas, detenido tras dos años en busca y captura por maltrato

La Voz REDACCIÓN

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EUROPA PRESS

El exconcursante de «Gran Hermano» fue detenido este miércoles en una casa de la comarca barcelonesa de L'Anoia donde estaba escondido. El Yoyas tenía una orden de busca, detención e ingreso en prisión por violencia en el ámbito familiar, amenazas y malos tratos hacia Fayna Bethencourt y los hijos que tienen en común. La canaria ha agradecido en las redes sociales el cariño y apoyo recibido

26 jun 2024 . Actualizado a las 18:23 h.

Carlos Navarro, el exconcursante de Gran Hermano conocido como El Yoyas, ha ingresado en la prisión de Brians 1, en Barcelona, tras su detención en una vivienda de la comarca barcelonesa de L' Anoia la pasada madrugada.

Los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional procedían a su arresto a las seis de la madrugada después de poner en marcha un operativo con más de 50 agentes. 

Carlos Navarro estaba en busca y captura desde noviembre del 2022 por maltrato habitual, lesiones, delito leve de amenazas y delito leve de vejaciones. Según ha explicado la policía catalana en un comunicado, el fugitivo estaba refugiado en un inmueble situado en la localidad de Torre de Claramunt, cercana a Igualada, que había acondicionado con todo lo necesario para no pisar la calle. Navarro tenía desde un gimnasio y latas de comida. El excolaborador de televisión estaba permanentemente escondido y tomaba muchas medidas de autoprotección para evitar su localización y detención, de acuerdo con las citadas fuentes, que recoge Efe.

Los agentes que entraron en la casa encontraron a Navarro con el pelo largo, muy delgado y demacrado. «Se ha ido desplazando incluso a casas de conocidos. Fnalmente parece ser que la casa donde se le ha pillado es una casa rural, una masía», explicó a La Sexta Toni Castejón, portavoz sindical de los Mossos, que incide que «incluso había momentos en que él estaba metido en un bosque, escondido».

La detención de «El Yoyas» ha sido posible tras una investigación conjunta de la Sección de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional y los Mossos. Los cuerpos de seguridad llevaban semanas vigilando la masía esperando hacer contacto visual con el fugitivo.

Tras su arresto, Carlos Navarro ha ingresado en la prisión de Brians 1, en Barcelona, para cumplir una pena de casi seis años. 

El Yoyas, según fuentes consultadas por Efe, permanecerá en el módulo de ingresos de la cárcel unos dos días, donde será visitado por diferentes profesionales, como se hace siempre que un preso entra en la cárcel: médico, enfermera, psicólogo o trabajador social. Una vez evaluado, la dirección de esta prisión decidirá cuál es la ubicación que más se adapta a su situación dentro de este centro penitenciario.

Detención de Carlos Navarro
Detención de Carlos Navarro GOBIERNO | EUROPAPRESS

 Una fuga de 19 meses

El Juzgado de lo Penal 5 de Las Palmas de Gran Canaria dictó un auto en el que decretaba la búsqueda y captura de Navarro para su ingreso inmediato en prisión tras desatender el requerimiento del Juzgado de paz de Vilanova del Camí (Barcelona) del 14 de noviembre de 2022 para ingresar voluntariamente en la cárcel.

El Yoyas había sido condenado en el 2020 en sentencia firme a cinco años y ocho meses de cárcel como autor responsable de un delito de maltrato habitual a su expareja, Fayna Bethencourt, cuatro delitos de lesiones, un delito leve de amenazas y un delito leve de vejaciones. Dos de los delitos tienen que ver con malos tratos a los hijos que comparte con la canaria.

El juez consideró que Bethencourt había mantenido un mismo testimonio en todo momento -«la misma versión de los hechos, tanto en sede policial como judicial y posteriormente en el acto del juicio oral, siendo además corroborada por las testificales y los informes psicológicos forenses»- y tuvo también en cuenta el testimonio de sus hijos, menores de edad, que relataron episodios de malos tratos que presenciaron en su hogar,

Fayna Bethencourt y Carlos Navarro en una imagen de archivo
Fayna Bethencourt y Carlos Navarro en una imagen de archivo

Fayna, 19 meses de lucha

Carlos Navarro llevaba huido desde el 2022 y se siguen investigando los detalles sobre cómo ha podido estar tanto tiempo en paradero desconocido e incluso quién ha podido ayudarle.

Se pone fin así a una larga etapa para su expareja, Fayna Bethencourt, a quien conoció en el 2001 en la casa de Gran Hermano, y con quien comparte dos hijos.

Durante estos 19 meses, la propia Fayna ha aparecido en diferentes espacios televisivos haciendo públicos audios de Navarro, dirigidos tanto a ella como a sus familiares. «Si yo he cogido a tu hija por el cuello un par de veces ha sido porque se lo ha merecido la asquerosa y poco la he cogido», se escuchaba en un audio dirigido a la madre de Bethencourt en un espacio de Cuatro. 

La canaria ha reaccionado este miércoles en sus perfiles en las redes sociales tras la detención de su expareja. «Gracias a toda la gente que me escribe para darme su cariño. Valoro de corazón cada mensaje de alegría por mí y por los míos», comienza su mensaje en Instagram.

Fayna, en La Voz

El enero del 2023, Fayna Bethencourt (Las Palmas, 1978) concedía una entrevista a La Voz de Galicia en la que decía no considerarse una víctima sino una superviviente. La canaria explicaba que el proceso hasta que se dio cuenta de que era una mujer maltratada fue paulatino. «No te das cuenta de la noche a la mañana. Te adaptas y normalizas muchas situaciones. Y, al cabo del tiempo, vas abriendo los ojos. En mi caso fue al tener a mis hijos. Me di cuenta de que no solo me estaba afectando a mí, sino que nos afectaba a todos. Fue cuando decidí salir de ahí. Pero no te das cuenta de la noche a la mañana. Además, tu maltratador te aísla para que tengas poco contacto con el exterior. En mi caso, yo tenía a mi familia lejos, no tenía contacto prácticamente con nadie y fue un proceso personal el ir dándome cuenta», explicaba la exconcursante de Gran Hermano, que tiene más grabadas las agresiones físicas que las psicológicas.

«El físico deja rastro, pero el psicológico es muchísimo más duro. Un moratón o una marca se acaba pasando, pero lo que hacen dentro de ti se queda tan grabado que es muy difícil superar eso», remarcaba.