Colas para conseguir el destino soñado en los viajes del Imserso: «Facemos o que sexa, con 800 euros de paga non te podes permitir outra cousa»
SOCIEDAD
Las reservas y ventas de viajes comenzaron este miércoles en Galicia bajo la lluvia, filas desde las seis de la mañana y con más decepción que alegría
25 sep 2024 . Actualizado a las 17:40 h.Comenzó la venta de viajes del Imserso en Galicia y, como cada año, hubo colas para hacerse con el destino soñado. Y todo eso a pesar de la lluvia que había en algunas zonas de la comunidad. Porque la experiencia de muchos pensionistas de haberse quedado sin el ansiado viaje otros años, hizo que en Pontevedra y Vigo formasen una fila en la puerta de la agencia de viajes hasta dos horas antes de la apertura de puertas llegando a las seis de la mañana.
En total se ofertan 886.269 plazas repartidas en tres lotes: costa peninsular (443.887), islas (230.039) y turismo de escapada, que incluye destinos de interior y culturales (212.343). Y los precios oscilan entre los 210 y los 489 euros por persona.
En pie desde las seis de la mañana y bajo la lluvia
La ecuación no ha fallado esta mañana en Pontevedra. Comenzaba la venta de viajes del Imserso en Galicia (en otras comunidades ya se inició en días anteriores) y, como cada año, hubo colas desde el amanecer. Todo ello a pesar de los chubascos intermitentes de este miércoles de septiembre y a que las oficinas no abren hasta las nueve o las nueve y media. La experiencia de muchos pensionistas, que otros años se quedaron sin viaje por no ser los primeros en llegar a la agencia, hizo que muchos se pegasen un buen madrugón y que, ya en la fila, a la intemperie y con el paraguas en ristre, dijesen: «Aquí estamos, a ver si hay suerte».
Comienza el recorrido en la mal llamada plaza de los músicos, es decir en San José. Ahí está ubicado Halcón Viajes y ahí, a las ocho y media de la mañana, estaban Carmen, Salada y Suso, a los que le quedaba todavía una hora de espera a pie de calle hasta que se abriese la agencia. Daba igual. Ellos habían madrugado para intentar no quedarse sin sus deseadas vacaciones. El caso más exagerado era el de Carmen y Salada, ya que ellas son vecinas de la parroquia de Seixido, en A Lama, a una hora en coche de la ciudad de Pontevedra. Así que se tuvieron que levantar a las seis de la madrugada para poder llegar a la agencia sobre las siete y garantizarse ser las primeras. Lo lograron. «Cando chegamos non había ninguén. Puxémonos contentas porque o ano pasado quedamos sen ir». Amigas y vecinas, tanto Carmen como Salada tienen claro que lo importante es garantizarse las vacaciones a un precio razonable y que el destino es lo de menos. Si pudiese ser, les gustaría Benidorm. Pero si toca otro lado no les importa: «Facemos o que sexa, con 800 euros de paga non te podes permitir outra cousa», señalaba Carmen. A su lado, Suso, que no las conocía pero coincidió con ellas en la espera en la agencia, indicaba: «O importante é viaxar». La cuarta en sumárseles fue Mercedes, que se quedó impactada de que hubiese gente delante de la agencia más de una hora antes de que abriese.
Como cada año, en Pontevedra hay otro punto caliente de los viajes del Imserso. Se trata, cómo no, de la agencia Darío, ubicada en el paseo de Colón y con clientela, sobre todo, llegada desde el municipio de Poio. Allí también hubo colas desde las siete de la mañana, aunque los que esperaban tuvieron suerte porque aunque el horario de apertura habitual de la oficina es a las 9.30 horas este miércoles a las 9.00 horas ya se estaba funcionando. En los corrillos se hacían cálculos de qué viajes estarían disponibles y cuáles no y había desesperación por lo mucho que tardaban los primeros que entraron a la agencia. Veteranas de este asunto como Carmen, de Pontevedra, una mujer bien activa en la asociación de vecinos San Roque, imprimían calma y señalaban: «Hay que estar tranquilos y esperar a ver qué surge. Yo quiero ir a Valencia pero no en invierno, quiero ir en primavera. Si no puede ser pues iré a otro lado. Somos tres amigas y queremos viajar juntas».
Conforme iban siendo atendidos en la agencia, en algunas caras había más decepción que alegría. No salían contentas dos amigas de Pontevedra llamadas María Teresa y Ángeles. «Fuimos las primeras de la cola, hoy es el primer día y Lanzarote ya estaba agotado. Esto no se entiende», decía una de ellas. Las dos salían un poco frustradas porque como el destino isleño que buscaban no estaba disponible pretendían dejar contratado un viaje cultural por la península, pero tampoco pudo ser: «Hay que esperar unos días. Nos levantamos a las siete de la mañana para nada, qué se le va a hacer», se lamentaban a las puertas de la agencia de viajes.
Conforme avanzaba la mañana, en medio de chubascos continuos, las colas proseguían en las agencias. Era el gran día del Imserso. Todos saben que mañana, segunda jornada, ya quedarán menos destinos disponibles. Así que toca hacer cola y tener paciencia, muchos kilos de paciencia.
«¡Me voy a Las Palmas!»
Las colas se acumulaban en la entrada de las agencias de viajes de Vigo desde primera hora de la mañana para reservar plazas para los viajes del Imserso. «Yo llegué a las ocho», dice Alfonso frente a la puerta de la oficina de Halcón Viajes de la calle Alcalde Gregorio Espino.
Cada año hay más pensionistas y menos plazas, sin embargo nadie pierde la esperanza de conseguir su destino soñado. Alfonso ha sido uno de los afortunados que ha logrado su plan A. «He conseguido plaza para Las Palmas», dice saliendo de la oficina.
Sin embargo, no todos han tenido la fortuna de su lado esta mañana. Olga quería volver a Lanzarote: «He ido muchas veces y me encanta, ojalá volver a ir», decía mientras estaba en la fila de la sucursal. Finalmente no quedaban plazas para Lanzarote y viajará a Fuerteventura en primavera. «Aun así estoy contenta porque el año pasado me quedé directamente sin poder viajar, no había plazas».
Rosa y Pedro no podrán visitar la Comunidad Valenciana. «Tras entregar la carta hace unos días nos llamaron diciendo que ya no había plazas para esa zona», aclaran. Ellos viajarán finalmente a Huelva.
Según las agencias de viajes, cada año aumentan el número de solicitudes pero no se nota una subida de la oferta de plazas. «Mañana es cuando más gente viene y en cuestión de uno o dos minutos nos quedamos sin plazas», explica Ana, empleada de la oficina de Turatlántica en la Avenida da Florida.
El Imserso organiza las solicitudes en dos grupos. Hoy es el día en el que menos personas acuden a las oficinas para gestionar sus reservas. «El Imserso acredita en un día u otro dependiendo de si han viajado alguna vez con el programa. También tienen en cuenta la renta y la situación personal», explica Jesús Suárez, el director de la zona de Galicia de Nautalia Viajes.
Por eso, lo más beneficiados son los que hayan recibido la carta para acudir hoy ya que tienen más posibilidades de asegurar la fecha y el destino deseado. Sin embargo, muchos afirman que esto no siempre se cumple. «El año pasado nos quedamos sin viajar con el Imserso porque nos indican una fecha para acudir a la agencia pero ese día en la oficina nos dijeron que teníamos que haber entregado la solicitud antes», explica María Luisa. Hoy hacía cola con su marido Isidro para conseguir visitar Tenerife.
La brecha digital supone otra barrera. Serafín lleva cuarenta años haciendo uso de este programa: «No hay isla que no conozca». Sin embargo, el año pasado no consiguió su plaza. «Creo que se favorece la reserva online porque se puede hacer antes, pero los que no llegamos a esas tecnologías nos quedamos sin viajar».
A pesar de que la mayoría de los solicitantes buscan calor y sol, algo que no siempre está presente en Vigo en primavera, otros se apuntan a los viajes culturales. Esta es la primera vez que Purificación hace uso del Imserso y quiere visitar Salamanca. «Yo estudié Historia y quiero ir a esa ciudad porque creo que tiene cosas muy bonitas que ver».
A su lado, José Antonio, un veterano ya de estos viajes programados, también busca un destino en el mapa andaluz del que aprender algo nuevo. «Una de las ciudades que más me sorprendió fue Córdoba y ahora me gustaría ir a Sevilla».
A pesar de que no siempre consiguen el viaje de sus sueños, los trabajadores de las agencias saben que estos días son de mucha carga laboral: «Son los más fuertes del año», cuenta Daniel, uno de los encargados de Halcón Viajes en el barrio de O Calvario.
«Para mí lo mejor es que te lo dan todo hecho; lo peor, a veces, los hoteles»
Los Z esperan insoportables colas virtuales para ver a Taylor Swift en cualquier parte del globo, los millennials hacen lo propio con Coldplay, y los jubilados... con el Imserso. Los mayores cada vez lo son menos, sobre todo en lo que respecta al manejo de Internet. Por eso, algunos sexagenarios prefieren huir de las aglomeraciones que sufren las viajes con el arranque de la venta de estos económicos paquetes vacacionales. Julio Fernández fue uno de ellos, y prefirió operar con la pantalla y el ratón para no tener que tirar de paciencia. Está a la espera de saber si se va a Estepona, Isla Cristina, Menorca, Puerto de la Cruz (Tenerife) o Costa Teguise (Lanzarote).
Como tarde, cree que en 24 horas su agencia de viajes de confianza le dirá qué punto de España conocerá esta vez. Exempleado de banca y con 66 años, no es la primera vez que que se acoge a este beneficio, con el que además de ahorrar un pico, conoce gente junto a su mujer y, sobre todo, disfruta «de unas excursiones que están muy bien». «Para mí esto y lo organizado que está todo es lo mejor; lo peor son algunos hoteles». Lo explica: «A veces te hacen la jugada, y de hecho yo una vez me quejé y eso nos penalizó a la hora de escoger destino. El caso es que esto son viajes del Imserso, y nos metieron en un alojamiento lleno de británicos que estaban todo el día bebiendo; era insoportable, y de hecho un día llegó a venir la policía».
Julio reconoce que si haces ciertos encajes de bolillos puedes quedarte con los lugares más deseados. «Si, por ejemplo, renuncias al transporte tienes más posibilidades». Con todo, también explica que algún año no le han salido las cuentas. «Lo tenía todo listo para a las nueve de la mañana, en el minuto uno que se podían pedir los destinos por Internet, solicitarlo. ¿Y ya no quedaban? ¿Cómo es posible?». Quizás para evitarse este tipo de contratiempos, algunos mayores se agolpaban este miércoles en diferentes agencias de la ciudad, en su mayoría, parejas de amigas dispuestas a disfrutar de la vida a cualquier edad y a un precio más que decente. La mayoría de opciones, por entre ocho y diez días, se encuentran en una horquilla de entre 200 y 400 euros.
La ubicación y las fechas, más importantes que el alojamiento
En Lugo, muchos mayores esperan pacientemente en la cola de las agencias de viajes para planificar su próxima escapada. En Halcón Viajes, un negocio de la rúa Progreso, el aumento de las ventas es «notable», confiesa Gabriela Feito, una empleada. Asegura que los usuarios suelen reservar viajes de unos siete u ocho días a destinos como Benidorm, Isla Cristina, Fuerteventura o Lanzarote. «Los clásicos nunca fallan», reconoce Feito.
Su presupuesto es de unos 300 euros para unos viajes que, sin la ayuda de la Imserso, podrían alcanzar los 800. Sin embargo, afirma que los clientes dan prioridad a la ubicación de su hotel y a las fechas más atractivas antes que al propio alojamiento. «Es raro que alguien se centre mucho en el nivel del hotel», apunta la trabajadora.
«Conseguimos un circuito cultural, las plazas para la costa y las islas están muy saturadas»
Las agencias ourensanas viven su tercer día con colas para hacerse con su destino deseado del programa del Imserso. Para muchos ya no era la primera vez que se presentaban en los locales, ya que aprovecharon el lunes y el martes para entregar la documentación. Entre los que más suerte tuvieron, estaban los que preferían los circuitos culturales.
Las amigas ourensanas Marisol y Celsa se pasaron por Halcón Viajes cerca del mediodía y consiguieron su primera opción. «Ya habíamos venido a traer los papeles y decir las preferencias», contaban. Es la tercera vez para ambas que viajan con el Imserso y siempre lo hacen entre amigas o con otros matrimonios. Pudieron visitar anteriormente la zona de Zamora y Valladolid y esta vez irán a Málaga. En todas las ocasiones con la modalidad cultural. «Las plazas para la costa y las islas están muy saturadas, con estas no hay problema», asumen.
Destacan que en los cinco o seis días tienen un gran número de actividades organizadas y lugares que visitar, de manera que ya no tienen ni que preocuparse por hacer un itinerario. Además, si en algunas quieren un guía aparte, pueden pagarlo allí. «Conoces las zonas de otra manera, aunque hayas estado antes ves otras cosas», apunta Celsa. El del Imserso no es el único viaje que hacen, sino que el resto del año también tienen sus escapadas. Defienden que quien quiera playa puede tenerla, pero para descubrir la parte más cultural de las distintas ciudades de España esta es una gran opción. Además, valoran las buenas condiciones de los hoteles.