Es una figura con plenos poderes que actuará como juez en el enfrentamiento entre el obispado de Barbastro y el Opus Dei
10 oct 2024 . Actualizado a las 13:25 h.El papa Francisco ha impuesto su autoridad al Opus Dei y ha optado por intervenir el santuario de Torreciudad (Huesca). El pontífice ha decidido nombrar un comisario plenipotenciario para gestionar el oratorio, causa de un enfrentamiento entre la Obra y el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo. A partir de ahora el arzobispo español Alejandro Arellano Cedillo, decano del Tribunal de la Rota Romana, se erige en juez incontestable y toma las riendas del centro, uno de los templos más significativos del Opus y lugar de culto de multitud de peregrinos.
Josemaría Escrivá de Balaguer fue el que impulsó la restauración de la ermita en 1962 para convertir el enclave aragonés en un importante oratorio. Con la decisión adoptada, el Vaticano transmite el mensaje de que la determinación que adopte el comisario será de obligado cumplimiento, de modo que no habrá margen de interpretación del dictamen, ni para la prelatura ni para el obispo. El hecho de que el interventor sea español sugiere que resolución será rápida, pues Arellano es perfecto conocedor de los entresijos del conflicto.
El Opus Dei se ha encargado siempre del gobierno del «complejo», como lo denomina el Vaticano. Sin embargo, hace cuatro años las cosas empezaron a enrarecerse. El obispo se inclinó por alterar los equilibrios de poder y elevar la contribución económica que recibe del santuario. El verano del año pasado se hizo patente el diálogo de sordos entre la diócesis aragonesa y el Opus Dei después de que el obispo Pérez Pueyo decidiera designar como rector del santuario a un sacerdote no perteneciente a la prelatura.
Adhesión de las dos partes
Tras conocerse la noticia del nombramiento del comisario, el Opus Dei publicó una nota en la que muestra su total disposición a monseñor Arellano, «colaborando en lo que sea necesario, con filial adhesión al Santo Padre». Por su parte, la diócesis de Barbastro-Monzón, también hizo saber que «tiene plena confianza en alcanzar con esta intervención la resolución de este asunto que constituye una oportunidad para regularizar el estatus de Torreciudad y erigirlo, canónicamente, como santuario».
El golpe de mano dado por Jorge Mario Bergoglio es coherente con sus últimas decisiones, que demuestran claras desavenencias entre el Opus Dei y la Santa Sede. En el 2016 el papa evitó ordenar obispo al nuevo prelado del Opus Dei, algo que tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI habían concedido a la prelatura. Otra señal de crisis ocurrió cuando en la constitución apostólica Praedicate Evangelium, la prelatura pasó, en el organigrama pastoral del Vaticano, a depender del Dicasterio para el Clero en lugar de la Congregación para los Obispos.