Portugal se queda sin el ansiado tres estrellas Michelin, pero consolida una buena base de futuro

Brais Suárez
brais suárez OPORTO / CORRESPONSAL

SOCIEDAD

Gala de entrega de los premios Michelín celebrada en Oporto
Gala de entrega de los premios Michelín celebrada en Oporto Brais Suárez

El país luso mantiene los ocho restaurantes de dos estrellas que ya tenía, y suma ocho nuevos locales con una, hasta un total de 38

27 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Si eran los sabores de todo un país lo que estaba en juego en la Gala de Michelin de este martes, también un sabor, el agridulce, puede definir la sensación del resultado. Al término de la segunda edición celebrada exclusivamente para Portugal —hasta el año pasado, siempre se realizaba junto a España—, los ocho grandes chefs lusos no pudieron disimular una sonrisa contrahecha cuando subieron al palco para revalidar las dos estrellas que ya ostentaban. Más de uno había llegado a la Alfándega de Oporto con la secreta aspiración de ser el primero en obtener las tres estrellas para un país cuya fijación con la máxima distinción no le permite apreciar el trabajo de fondo que sí fue reconocido.

Portugal sigue, por tanto, sin ningún restaurante de tres estrellas; mantiene los ocho de dos que ya tenía, y suma ocho nuevos locales con una estrella, hasta un total de 38, que se concentran en Lisboa y Oporto, pero cada vez más extendidos por todo el territorio. No tan llamativo, pero sí muy prometedor, es que añade otras cinco distinciones Bib Gourmand y 35 recomendaciones. «Eso es la verdadera salud de un país, que haya una cocina popular, más asequible, que atraiga a locales y turistas; las dos y tres estrellas son la punta del iceberg, pero lo importante es el trabajo de base y ese respeto por la comida», valoraba, al término de la gala, el chef español Nacho Manzano, entre los invitados.

Como el año pasado, uno de los protagonistas fue Vítor Matos (con dos estrellas por Antiqvvm, Oporto), que suma un total de cinco. «Estoy contento por mí y mis equipos, que ven su esfuerzo reconocido, pero esperaba más para Portugal; al menos una tercera estrella», comentaba durante una demostración culinaria [showcooking] tras la gala. Matos codirige Oculto (Vila do Conde) y Blind (Oporto), que acaban de obtener su primera estrella.

Precisamente, su mano derecha en Blind es Rita Magro, que el año pasado se llevó el galardón de mejor chef joven y que este año no pudo reprimir un grito de alegría cuando Blind apareció en la pantalla. Junto a Marlene Vieira (Marlene, Lisboa), que también obtuvo su primera estrella, fueron los dos únicos rostros femeninos sobre un escenario plagado de hombres de principio a fin.

«Es un sueño hecho realidad», dijo Vieira, que dejó un mensaje «para todas las madres, para que no desistan». Hacía tres décadas que una mujer no obtenía esta distinción en el país vecino.

El segundo mejor año

La alegría, incontenible para muchos, fue una frustración difícil de disimular para otros. Sin embargo, el coleccionista y experto en la Guía Michelin, Antonio Cancela, insistió en que «los resultados de este año para Portugal han sido muy buenos; los segundos mejores de la historia tras el año 2017, cuando se repartieron un total de nueve estrellas», valoró. «Ha habido un 30 % más de recomendados, una buena base que se traducirá en estrellas. El problema es que el país se ha obsesionado con las tres estrellas, y eso no les permite ver más allá. Las pruebas de mesa no las han otorgado, pero llegarán», aventura el experto gallego.

Lo mismo opinaba Manzano: «Claro que esperaba la tercera para Rui Paula o José Avillez, pero habrá que esperar. Esto es Michelin y no es fácil, de ahí su grandeza».

En España hay 16 restaurantes con tres estrellas Michelín, tras la última edición, aunque ninguno de ellos en Galicia.