Aimee Lou Wood, estrella de «The White Lotus»: «Llegué a pensar que no le gustaba a HBO por fea»
SOCIEDAD

La actriz, que da vida a Chelsea en la tercera temporada de la exitosa serie, contó que el creador del proyecto tuvo que enfrentarse a la plataforma para que la incluyeran en el reparto
09 abr 2025 . Actualizado a las 17:14 h.Un resort tailandés donde se ofrece bienestar físico y espiritual ha sido el escenario de la tercera temporada de The White Lotus. El último de sus capítulos llegó esta semana a HBO Max, con un final marcado —como ya es habitual en cada entrega— por la muerte de uno o varios personajes, cuya identidad no se revelará en este artículo.Pero, más allá del fatal desenlace, una de las conclusiones principales de esta temporada es que la gran triunfadora ha sido la actriz Aimee Lou Wood. La intérprete inglesa se pone en la piel de Chelsea, una joven profesora de yoga sincera y tranquila que mantiene una relación con un hombre mucho mayor que ella. «Chelsea tiene todo lo mejor del optimismo, la valentía y la iniciativa propias de la juventud. Es muy honesta, y yo eso lo admiro», dijo la propia actriz sobre su personaje en una entrevista reciente con Vanity Fair.
Pero lo cierto es que Aimee Lou Wood estuvo a punto de no ser Chelsea. Y quizás nunca lo hubiese sido si no fuese por el empeño titánico de su director, Mike White. Un productor se lo confesó al final de la primera semana de rodaje: «Me contó cuánto había peleado Mike por mí. Me dijeron: "Tenías que ser tú, sin importar lo que dijera HBO"», explicó la actriz a la revista GQ. En la misma entrevista, la británica confesó que en ese momento llegó a pensar que la plataforma le había costado apostar por ella debido a su aspecto físico: «Mi cabeza pensó que a HBO no le gustaba porque soy fea. Incluso llegué a creer que Mike tuvo que decir: “¡Por favor, dejadme quedarme con la chica fea!”».
Uno de los temas que más conversación ha generado durante la emisión de la serie han sido los dientes de la actriz —con diastema, que se refiere a un hueco anormalmente grande entre ellos—. «Tener esta dentadura, que no lleva carillas, me hace sentir un poco rebelde», ha dicho la actriz, que se confiesa también cansada de que haya debate entorno a su belleza: «Me entristece un poco porque no consigo hablar de mi trabajo (...) No sé, si fuera un hombre, ¿estaríamos hablando tanto de ello? Al final, si eres una mujer la gente siempre va a hablar de tu apariencia», explicó en la misma entrevista.
Aimee Lou Wood nació hace 31 años en Stockport, Reino Unido. No tuvo una infancia especialmente fácil. Su padre era adicto a las drogas y al alcohol: «A veces, salía a por una cerveza y no regresaba durante días. Una vez salió y no volvió durante 10 semanas, porque había estado en el Mundial en Corea». La intérprete se crio con su madre y con la pareja de esta, y ya en la escuela aguantó comentarios de sus compañeros sobre sus dientes: «Yo pretendía que nada de eso me molestara. Pero me llamaban Bugs Bunny todo el tiempo».
Tras una etapa educativa marcada por el bullying, llegó el teatro. Se formó en la Royal Academy of Dramatic Art (RADA) de Londres, una de las instituciones más exigentes del Reino Unido, donde se graduó en el 2017. Durante sus primeros años como actriz, atravesó episodios de inseguridad y presión por encajar en ciertos cánones de belleza, algo que se acentuó al entrar en una industria tan expuesta como la del cine y la televisión: «Sufrí trastornos alimenticios y dismorfia corporal», confesó hace un par de años.
Empezó a reconciliarse con su imagen cuando vio que la modelo Georgia May Jagger —también conocida por su distintiva sonrisa con los dientes separados— fue elegida como imagen de Rimmel London en 2009. «Quiero darle las gracias a Georgia May Jagger por representar los dientes de conejo», dijo Aimee.
Su gran salto a la fama fue en la serie Sex Education que, según Netflix, vieron 40 millones de hogares en todo el mundo. Allí encarnó a Aimee Gibbs, una adolescente dulce, espontánea y muy divertida, cuya historia da un giro dramático cuando es víctima de una agresión sexual. Su interpretación fue ampliamente elogiada por la crítica, y le valió el BAFTA TV Award a la mejor actriz de comedia en el 2021.