Netflix suspende por orden judicial el estreno de «Angi: Crimen y mentira»

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«Angie», María Ángeles Molina, durante el juicio celebrado en el 2012.
«Angie», María Ángeles Molina, durante el juicio celebrado en el 2012. Efe

La docuserie de «true crime» iba a estrenarse este jueves en la plataforma

01 may 2025 . Actualizado a las 20:31 h.

Una orden judicial ha obligado a Netflix a suspender el estreno de Angi: crimen y mentira, una serie del género denominado true crime que trata sobre el asesinato de Ana María Páez y el crimen cometido por María Ángeles Molina, Angi, que se encuentra internada en el centro penitenciario Mas d'Enricla, de Tarragona. El estreno estaba previsto para ayer jueves 1 de mayo, jornada en la que se comunicó la suspensión y el título dejó de estar disponible en la plataforma.

Angi había interpuesto una demanda para suspender la emisión de la docuserie, según avanzó El Periódico, ya que en ella se mostraban imágenes personales previas al crimen, para cuyo uso no se contaba con su consentimiento. Finalmente el juzgado de primera instancia 8 de Tarragona acordó estimar la petición de suspensión cautelar de la difusión, distribución y explotación de la miniserie.

La docuserie recrea el asesinato de Ana María Páez, compañera de trabajo de Angi, que fue encontrada muerta en un apartamento turístico de Barcelona el 19 de febrero del 2008.

Angi fue condenada a 18 años de prisión en el 2013 por matar a Páez y suplantar su identidad para cobrar seguros y obtener créditos a su nombre, en lo que se conoció popularmente como el «crimen perfecto». Además, la miniserie documental, según avanzaba Netflix en su promoción, «arroja luz sobre el pasado de Angi, su matrimonio con Juan Antonio Álvarez Litben y la muerte del empresario» que falleció inesperadamente en el año 1996. En sus dos episodios, la serie dirigida por Carlos Agulló y producida por Brutal Media recoge el trabajo producto de una investigación de dos años sobre dos hechos distanciados en el tiempo: la inesperada muerte del marido de Angi y el asesinato en el 2008 de Ana Páez.

En el centro de estos saltos en el tiempo está Angi, una mujer con «delirios de grandeza» —como la definen en la serie algunas de las personas que la conocieron en esas fechas— y que llevaba una doble vida y con un objetivo claro marcado a fuego: casarse con un hombre rico. «Le gustaba el dinero», asegura una de sus mejores amigas.

Tanto quería aparentar que hasta se inventó la profesión de su padre. Notario, decía. Y para que quedara clara una procedencia de «alto standing» hasta se negaba a probar el jamón si no estaba cortado a cuchillo, cuentan quienes llegaron a codearse con ella y quienes la vieron al volante de un Porsche.

«Nos trataba como serviles», llega a afirmar una de sus cuñadas, precisamente uno de los testimonios inéditos, junto con el de la otra hermana de Juan Antonio Álvarez, que aparecen en la serie junto con material desconocido hasta ahora.

El llamado «crimen perfecto» estuvo plagado de errores que la llevaron a prisión y que la docuserie revive.

Esta es la segunda vez que Netflix afronta problemas legales por una serie sobre un crimen mediático cometido en España. En el 2023, Rosa Peral, condenada por el crimen de la Guardia Urbana, solicitó el secuestro de la serie de ficción El cuerpo en llamas, basada en su caso. La jueza rechazó la petición pero la Audiencia de Barcelona consideró que la demanda inicial debió haberse tramitado y estimó el recurso de Peral. La demanda de Peral sostiene que Netflix y la productora de la serie vulneraron los derechos al honor, a la propia imagen y la intimidad tanto de ella como de su hija y pide a Netflix alrededor de 30 millones de euros porque, según la condenada, la serie va más allá de lo probado en la sentencia.