Eurovisión arranca una de sus ediciones más polémicas: sin banderas LGTBI y con la oposición a la participación de Israel
SOCIEDAD

La ciudad suiza de Basilea acoge esta semana a un festival marcado por el endurecimiento de las normas sobre símbolos en el escenario y el rechazo creciente a la presencia de Israel en el certamen
12 may 2025 . Actualizado a las 20:17 h.Eurovisión arranca su gran semana. En total 37 delegaciones participan en el Festival de la Canción cuya gran final se celebrará este sábado 17 de mayo, ya con un menor número de países, eliminados previamente en las semifinales. Prescisamente Melody participará en la primera gala clasificatoria este martes para probarse con su canción Esa Diva sobre el gran escenario, pese a que su presencia en la final está ya asegurada.
Suiza hará de anfitriona por primera vez en más de tres décadas. Será en Basilea, donde se celebre, de nuevo, una edición cargada de polémicas. El pasado año, Eurovisión vivió una crisis sin precedentes hasta poco antes de la gala. Cuando quedaba apenas media hora para el comienzo, seis países mantuvieron una reunión de unos 25 minutos en la que mediaron retirarse por la participación de Israel en el festival. Una presencia cuestionada por la ofensiva del país contra la Franja de Gaza, pese a que Rusia sí fue expulsada tras la invasión a Ucrania. La Unión Europea de Radiodifusión (UER) apeló entonces al carácter apolítico del certamen. El mismo argumento utilizado por la organización para prohibir a los artistas llevar banderas que no sean las de su propio país.
Mientras que el público podrá portar cualquier bandera legal en territorio suizo —incluida la de Palestina— los concursantes no podrán mostrarla ni en el escenario, ni en la famosa Green Room en la que reaccionan a los votos que van recibiendo. La prohibición afecta también a las banderas del colectivo LGTBI, que tampoco podrán ser mostradas por los artistas durante el festival. El pasado año, Nemo, representante de Suiza y ganador de la edición, salió a celebrarlo al escenario con una bandera que representaba a la comunidad no binaria. Todo ello pese a que su uso ya estaba prohibido en aquel momento. Ahora, con el fin de que no vuelva a suceder, será la propia televisión suiza —organizador de la edición— la que entregue las banderas a los participantes.
También el pasado año, la Comisión Europea (CE) manifestó su descontento después de que la UER prohibiese que el público entrase con la bandera de la Unión Europea: «Es lamentable prohibir la bandera, que es la bandera de todos los miembros de la UE», dijeron por aquel entonces. Iolanda, representante de Portugal en el 2024, esquivó las normas mostrando a cámara sus largas uñas con la bandera Palestina en ellas. También Bambi Thug, que actuaba por Irlanda, lució en su cara en símbolos gaélicos las palabras «Alto al fuego».
El rechazo a la participación de Israel ha sido otra constante en esta edición. La semana pasada, más de 70 exconcursantes emitieron una carta abierta para pedir a la UER a exclusión de la radiotelevisión israelí KAN del certamen por ser «cómplice del genocidio contra los palestinos en Gaza». La misiva, publicada conjuntamente por la oenegé británica Artists For Palestine y el movimiento francés BDS, está firmada por antiguos ganadores del certamen, como el portugués Salvador Sobral (2017) o el irlandés Charlie McGettigan (1994), entre otros exrepresentantes, compositores o bailarines. «Creemos en el poder unificador de la música, por eso nos negamos a permitir que se utilice como herramienta para encubrir crímenes de lesa humanidad», reza el comunicado, en el que los exparticipantes aseguran que la presencia de Israel convirtió la edición del 2024 en «la más politizada, caótica y desagradable» de la historia del certamen.

Varias cadenas han pedido también la expulsión de Israel. La propia RTVE mandó una carta a principios de abril al director de la UER para pedirle abrir un debate interno por las «preocupaciones planteadas por diversos grupos de la sociedad civil en España con respecto a la situación en Gaza y la participación de la televisión pública KAN en el concurso». Por su parte, la cadena pública irlandesa RTE pidió lo mismo por parte de su presidente: «Somos muy conscientes de la fuerte presión política que está ejerciendo el Gobierno israelí sobre la cadena pública de Israel KAN. No quiero socavarla», indicó hace unos días el máximo responsable de la RTE.
La representante de Israel, Yuval Raphael, se presenta al certamen como una de las supervivientes del ataque de Hamás de octubre del 2023. Su canción es New Day Will Rise, una balada cuya letra puede interpretarse fácilmente en clave propagandística:« Amanecerá un nuevo día, continuará la vida. La oscuridad se desvanecerá, todo el dolor pasará, pero nosotros nos quedaremos». Pese a que los mensajes políticos están prohibidos, la letra ha pasado el filtro de la UER y, de hecho, se encuentra entre las favoritas en las apuestas. El año pasado, el equipo israelí se vio obligado a cambiar la letra de su canción October rain por las claras referencias a los ataques terroristas y la situación política a la que se enfrentaba en ese momento el país hebreo.