Desenmascaran a la supuesta vidente italiana que «multiplicaba» los ñoquis y las pizzas

Darío Menor ROMA / COLPISA

SOCIEDAD

Vista de la ciudad de Roma
Vista de la ciudad de Roma Alessandro Serrano | Cordon Press

Una investigación revela que Gisella Cardia utilizaba sus propios fluidos para fingir que una estatua de la Virgen lloraba sangre en Trevignano, una localidad a las afueras de Roma

27 jun 2025 . Actualizado a las 10:50 h.

A Gisella Cardia podría habérsele acabado el cuento. Esta señora italiana que asegura que se le aparece la Virgen el día 3 de cada mes en una colina junto al lago de Bracciano en la localidad de Trevignano Romano, al noroeste de Roma, consiguiendo que se congreguen cientos de personas para seguir estos supuestos eventos sobrenaturales, utilizaba su propia sangre para fingir que una estatuilla de María de su propiedad lloraba sangre. El engaño ha sido destapado gracias a una prueba de ADN realizada por un reconocido experto en genética y cuyas conclusiones fueron dadas a conocer esta semana por la prensa italiana.

Para la presunta vidente, el análisis del perito supone un nuevo revés después de que en el 2024 el Vaticano declarara que no había ningún indicio de sobrenaturalidad en las supuestas apariciones, por lo que el obispo de Civitá Castellana, la diócesis a la que pertenece Trevignano Romano, prohibió a los fieles que participaran en encuentros en los que se diera por cierta la tesis de Cardia de que recibía revelaciones de la Virgen. También ha intervenido en el caso la Justicia italiana, ya que el Tribunal de Civitavecchia investiga a Giselda y a su marido, Ganni Cardia, por cometer una posible estafa debido a las donaciones que habrían recibido de parte de algunos fieles que se dejaron engañar por las supuestas apariciones marianas. Pese a las advertencias de las autoridades civiles y eclesiásticas, cientos de personas provenientes de toda Italia y de otros países siguen congregándose en las sesiones protagonizadas por la presunta vidente, que organiza auténticos circos en Trevignano Romano en los que hace públicas las supuestas revelaciones y milagros que le comunica la Virgen.

Algunos de esos episodios que según ella resultan sobrenaturales rozan lo cómico, como la multiplicación de ñoquis y conejo cocinado que habría tenido lugar gracias a la intercesión mariana en un encuentro con unos 15 fieles después de una de las sesiones en las que daba a conocer sus presuntas apariciones.

La «cosa increíble»

«Fue una de las cosas más llamativas. Estábamos en la colina bendita donde la Virgen se aparece el día 3 de cada mes. Había mucha gente, muchos niños, era verano y hacía calor. Un amigo dijo que si íbamos a su casa a tomar un helado, pero eran las 19.30 y los niños decían: 'mamá, tengo hambre'. Así que decidimos organizar una pequeña cena, aunque no teníamos nada. Éramos 15, entre los que había sacerdotes», contó Cardia en una entrevista con uno de sus seguidores publicada en Youtube.

«Yo tenía poquísimos restos del almuerzo: unos pocos ñoquis y un poco de conejo. Eran dos trocitos, pero cuando los calentamos, no sé cómo fue posible, pero mientras llenábamos los platos todos comieron ñoquis y conejo», decía la mujer. La «cosa increíble», según le contó la presunta vidente al entrevistador, es que la cantidad de comida aumentaba en lugar de disminuir mientras la servían en los platos. En otra ocasión, inspirada igualmente en el episodio bíblico de la multiplicación de los panes y los peces, fueron pizzas en lugar de ñoquis y conejo las que aparentemente se reprodujeron. Estos eventos se producen gracias a la intercesión de la Virgen, según Cardia, que utiliza para sus sesiones una estatua de la Virgen que compró en Medjugorje, la localidad de Bosnia-Herzegovina a la que cada año peregrina cerca de un millón de personas después de que desde 1981 se registren supuestas apariciones de la Virgen. Después de años de controversias y estudios con resultados diversos, el Vaticano autorizó el año pasado el culto público al considerar que los fieles pueden recibir allí «un estímulo positivo para su vida cristiana».

Cardia aspiraba probablemente a repetir el éxito de Medjugorje en Trevignano Romano, pero además de caer en burdos engaños, no contó con el apoyo de las autoridades eclesiásticas. Para el obispo de Civitá Castellana, Marco Salvi, se trata de un «caso cerrado» desde que el Vaticano decretó que no había indicios de sobrenaturalidad. En la investigación realizada por la diócesis salieron a la luz «incongruencias de tipo teológico» en las revelaciones, además de «contradicciones, omisiones y mentiras» por parte de la vidente, cuyo «perfil psicológico» también suscitó dudas entre los expertos. «Y luego está el aspecto que me ha impresionado siempre de este caso. Todas las experiencias espirituales personales, como las apariciones, las visiones o las revelaciones, pueden ser consideradas como señales que animan la vida de la Iglesia y generan unidad. En este caso, en cambio, solo ha habido división», lamentó el obispo en una entrevista con el diario La Repubblica. El prelado aseguró que la supuesta vidente se ha convertido en un «fenómeno global», ya que cuenta con el apoyo de sacerdotes de Francia, Polonia y Estados Unidos, de donde le llegaron presiones al obispo para que cambiara su posición y se mostrara favorable a Cardia.