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Ana Corredoira, ganadera de Palas: «Hai un modelo de produción que pode resistir a crise de Ucraína e a folga do transporte»

SOMOS AGRO

Ana Corredoira, que produce leche en ecológico en Palas de Rei, cree que es el momento de apostar por la agricultura familiar como un modelo que resiste a las crisis actuales
Ana Corredoira, que produce leche en ecológico en Palas de Rei, cree que es el momento de apostar por la agricultura familiar como un modelo que resiste a las crisis actuales ALBERTO LÓPEZ

Con un rebaño de cien vacas, esta mujer apuesta por un modelo ecológico

04 feb 2023 . Actualizado a las 13:44 h.

El sector ganadero, especialmente el lácteo, viene de unos meses duros y en las últimas dos semanas se sumó la invasión en Ucrania, que ponía en peligro el abastecimiento del pienso, y ahora la huelga de transporte, que paraliza la recogida de leche. Sin embargo, desde las explotaciones ganaderas quieren destacar que hay un modelo de producción que puede resistir a estas crisis. Lo explica Ana Corredoira, de la granja ecológica A Cernada, que sorteó el desabastecimiento de Ucrania y resistió los primeros días del parón de transporte.

En la aldea A Cernada, en Palas de Rei, Ana cuenta con un rebaño de 100 vacas, de las cuales 55 actualmente están produciendo leche Sen Máis y que se emplea para otros derivados lácteos. De media, fabrica unos 1.000 o 1.100 litros al día, en ecológico. Su modelo de producción está en camino de ser autosuficiente, que es una característica base del modelo de ganadería que podría sortear esta situación. La invasión a Ucrania y los problemas de abastecimiento de pienso no le afectaron. «Compramos o cereal para o pienso a productores de proximidade, en Castela e León, polo que non temos dependencia de concentrados estranxeiros», cuenta. Corredoira destaca que se debe potenciar el «sector tractor» que es España. «É unha das principais potencias en producción de alimento para o gando e aínda así temos unha dependencia enorme do exterior. A crise actual pode volver a pasar», argumenta Corredoira. Además, trabaja en extensivo, lo que le da más resistencia en cuanto a los problemas de la alimentación que a los modelos en intensivo. 

Por otra parte, en A Cernada, parte de la leche que produce, la envasa ella misma en sus instalaciones. «O noso obxectivo é envasar a totalidade da nosa produción e comercializalo de xeito directo, pero non é a realidade que temos hoxe», explica. De esta manera, tampoco dependería de los transportistas que actualmente le siguen recogiendo parte de la producción: «Agora temos excedentes de leite que a industria non está recollendo pola folga, o que nos obligará nas próximas horas a tirar leite, como lles está pasado a moitas compañeiras».

Por trabajar también la transformación de la leche, Corredoira pudo paliar los efectos de los primeros días de huelga. Pero por trabajar en parte con industrias lácteas se está viendo afectada igual y si ahora tuviera que traer cereal, tampoco podría hacerlo. «O gran problema xa non ten que ver coa capacidade das granxas de ser autosuficiente, senón de que dependemos do transporte de mercadorías para varias cuestións», asegura. 

«Hai que apostar pola agricultura familiar e autosuficiente, en extensivo e con consumo de proximidade»

Sin embargo, esta situación cree que es un buen momento para poner sobre la mesa el modelo productivo al que se debe encaminar la ganadería: «Hai que apostar pola agricultura familiar e autosuficiente, en extensivo e con consumo de proximidade». Además, recalca que son las explotaciones que generan mayor impacto positivo y más favorecen al asentamiento de la población. Con este tipo de producción, podría resistirse a las crisis actualmente, sin embargo, «non vimos dun momento extraordinario para ter capacidade de diluir os efectos no noso sector, porque os prezos acábanse resentindo».

Total desinformación

La ganadera de Palas quiere empezar a apostar por la autosuficiencia energética, porque el gasto el electricidad «triplicouse» y llenar los depósitos de combustible agrícola «cústanos moitísimo». Es por eso que apoya las reclamaciones del sector en huelga, pero critica que se vulneren los derechos de los ganaderos. «Dende a industria non temos nada de información sobre a recuperación da recollida de leite nin sabemos se había un acordo para manter os servizos mínimos de alimentación do gando ou de transporte de leite», denuncia. Destaca que su sector tiene la particularidad de que no puede parar mientras se mantenga la huelga: «Non é que deixemos de ingresar, é que estamos gastando igual»

Las granjas avícolas de Lugo protestan contra la subida de precios y la huelga

La pandemia, la guerra en Ucrania, la subida de precios y el paro del sector del transporte. Esos elementos forman un cóctel mortal para los trabajadores y las empresas del agro español, gallego y lucense. En una semana en la que las protestas y las manifestaciones están a la orden del día, más de una decena de empresas del sector avícola de la provincia de Lugo se han sumado a una plataforma a nivel nacional para reclamar una solución para sus problemas de costes y distribución. 

«En el grupo de Telegram ya somos más de 200 integrantes, que conformamos el 14 % de la producción nacional y despachamos más de 70 millones de pollos cada año. No hay sindicato en España que tenga tanto apoyo como nuestro grupo». La voz cantante en Lugo la lleva Juan José López Freire, dueño de la empresa Avícola Arribada, ubicada en Gomeán, O Corgo (Lugo). 

La iniciativa nació hace apenas un mes, de la mano de Alexis Codesal, propietario de una granja del mismo tipo en la provincia de León. Él fue quien empezó a reunir a los empresarios de su mismo sector por toda España. «El boca a boca hizo mucho», —cuenta López Freire— «entre distribuidores y productores de todo el país se fue pasando la noticia, y nos fuimos metiendo en el grupo. Creció todo muy rápidamente».

No forman parte de ningún sindicato, según el lucense, por «malas experiencias en el pasado». Ejercen la presión como un grupo independiente, y han llegado a enviarle cartas al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, solicitando su intervención. 

«El 75 % de los gastos de una granja avícola se corresponden a la electricidad, así que no nos podemos permitir pagar más del doble que hace apenas unos meses»

Los granjeros protestan contra la subida de precios de los últimos meses, sobre todo en la luz y en el combustible, y solicitan que las instituciones les den ayudas a través de subvenciones o que intervengan los precios para abaratar los costes. «El 75 % de los gastos de una granja avícola se corresponden a la electricidad, así que no nos podemos permitir pagar más del doble que hace apenas unos meses», dice López. 

Su empresa despacha más de 600.000 pollos cada año. «Mi compañía es una granja de integración. Esto quiere decir que mi proveedor me envía el pienso y los pollos recién nacidos, y yo los crío en mi nave», afirma. El precio de vente oscila entre los 30 y los 50 céntimos por pollo.

«Nuestro producto es un bien de primera necesidad. Pedimos que nos bajen los impuestos o que nos abaraten los costes, porque bajar el precio de venta al público no es una opción, ya que el pollo es un alimento que compran muchas familias de clase obrera y no podrían permitirse pagar más por él», dice el empresario. 

A toda la cadena de distribución se le han encarecido los costes, dice el lucense, lo que hace que ellos se vean también afectados. Es este sector, precisamente, el que también está dando muchos problemas a las granjas durante los últimos días.

riesgo de no poder alimentar a los animales

El paro convocado por el sector del transporte tiene efectos inmediatos en el sector avícola. Según cuenta López, «corremos el riesgo de que no puedan venir a traernos el pienso para darles de comer a los pollos. Me niego a creer que vayan a dejarlos morir de hambre, pero acabará pasando si este paro dura mucho más», sentencia.

De momento, según dice él mismo, los proveedores de pienso están cumpliendo con los servicios mínimos.

El transporte de alimentos animales no es la única circunstancia que afecta a sus granjas. Según el lucense, «el matadero en el que llevábamos a sacrificar a los pollos, en Castro de Rei, paró esta semana su actividad». Esto provocará que los animales se queden en las granjas y sigan engordando, lo que podría hacer que los empresarios incurrieran en un delito. «La ley es clara: no nos podemos pasar de los 39 kilos de pollo por metro cuadrado. Si no vienen a recoger a los animales por la falta de transporte, los pollos van a seguir engordando aquí y muchos se van a pasar de esa cifra y tendrán problemas», se lamenta.

Él se ha librado in extremis de varios de estos problemas. «Justamente mandé al matadero a los pollos que tenía en la nave el lunes pasado. Vinieron a buscarlos y me pagaron con normalidad, así que ahora tengo la granja vacía y no tendré más problemas en este sentido».

Carmen Sánchez, de Embutidos Suarna: «O luns teremos que parar a producción»

En Embutidos Suarna tienen previsto paralizar la producción el lunes
En Embutidos Suarna tienen previsto paralizar la producción el lunes ALBERTO LÓPEZ

Al frente de Embutidos Suarna desde hace más de dos décadas, Carmen Sánchez explica que además que hay materias primas como pimentón o tripas que se le han acabado, y que la huelga en el sector de transporte le impide reponer. Un hilo de circunstancias harán que la producción cese el lunes en la fábrica situada en Navia de Suarna. En cuanto a la salida de sus productos, explica que esta semana no consiguieron enviar el material, teniendo en cuenta que buena parte de su producción va a parar a Barcelona, ya que son muchos los ancareses afincados en Cataluña por la fuerte emigración del siglo pasado. Androllas -es el producto estrella-, chorizos, butelos, salchichones... toda la producción de esta empresa se sustenta en un proceso artesanal.

Patatas Eiras: «Estamos prácticamente parados»

Desde Patatas Eiras explican que la huelga hace que no puedan dar salida a su mercancía
Desde Patatas Eiras explican que la huelga hace que no puedan dar salida a su mercancía FOTO MANUEL

Adrián y Jessica Eiras, al frente de la empresa de patatas que lleva su apellido y que tiene casi un siglo de historia, explican que están «prácticamente parados» como consecuencia de la huelga en el transporte. Solo continúan con su pequeño reparto en la ciudad, «pero na venda ao por maior, qe é a que nos dedicamos, nada». Por el momento no tienen problemas de desabastecimiento, y a diario de esta empresa ubicada en Castroverde salían casi 15.000 kilogramos de patata. «Estabamonos recuperando e xa ves...», explica Adrián.