Patrocinado porPatrocinado por

Los estudiantes salvan la vendimia a muchas bodegas de Ribeira Sacra

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

SOMOS AGRO

Vendimia, en una foto de archivo, en Adega Régoa, una de las que recurren a estudiantes
Vendimia, en una foto de archivo, en Adega Régoa, una de las que recurren a estudiantes ROI FERNANDEZ

Las empresas que contratan trabajadores extranjeros no dan abasto

31 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La vendimia está en marcha en Ribeira Sacra y las bodegas van dejando atrás, mal que bien, uno de los mayores quebraderos de cabeza previos a su comienzo: la disponibilidad de mano de obra. «Todos nos enfrentamos al mismo problema. Y es un tema serio. Si no podemos recoger la uva, cerramos», dice José María Prieto, de Adega Régoa. Sobre todo entre los principales productores, la solución suele ser el recurso a empresas de servicios que contratan a temporeros foráneos que participan a lo largo de año en diferentes campañas agrícolas por toda España. En otros casos, son los estudiantes los que salvan la recolección de la uva en los bancales que definen a la viticultura extrema.

Adega Régoa se las vio y se las deseó el pasado año para encontrar vendimiadores. Esta vez ha podido solventar la papeleta con estudiantes que se apuntan a estas tareas antes del inicio de curso, fijado para el próximo 11 de septiembre. Prieto está encantado con ellos y la experiencia le dice que «el que es buen estudiante es buen trabajador». Paga 70 euros diarios a los que se apuntan por vez primera y 85 euros a los que tienen experiencia previa en estas faenas. Trabajan en la viña de ocho de la mañana a dos de la tarde, y cada tres días deben hacer un turno de tarde de unas horas en la bodega.

Incluso con elevadores

La vendimia en Régoa se lleva a cabo en un viñedo de la ribera de Amandi de diez hectáreas, provisto de varios elevadores que transportan las cajas de uva hasta las pistas donde se cargan en los vehículos que las llevan a la bodega. Raíles y montacargas hicieron más llevadera la recolección en esta y otras zonas de la Ribeira Sacra caracterizadas por el cultivo en fuerte pendiente. Pero aun así no es fácil reunir una cuadrilla. «Está complicado atopar xente para todos os traballos que tes que facer na viña ao longo do ano», comenta Pedro Rodríguez, de Adega Guímaro. En su caso, recurre desde hace dos años a una empresa de servicios con sede en Ribadavia para disponer de vendimiadores.

«Nos pilla el toro por todos lados, pasa lo mismo con el personal de hostelería», apunta Fernando González, de Adega Algueira. Situada en Doade, es una de las bodegas que apuestan de forma más decidida por el enoturismo en Ribeira Sacra. Ofrece catas comentadas, tiene restaurante y dispone de catamarán propio en el cañón del Sil. En la vendimia, también recurre a una empresa de servicios que moviliza personal de las procedencias más dispares. El año pasado, fueron trabajadores de origen moldavo los que recolectaron la uva en sus viñedos. El resto del año estas cuadrillas se dedican a la recogida de otros productos agrícolas, desde la fresa a la aceituna, en diferentes lugares.

Trabajadores moldavos se hacen una foto en una viña de Algueira, en un descanso de la vendimia del pasado año
Trabajadores moldavos se hacen una foto en una viña de Algueira, en un descanso de la vendimia del pasado año Santi M. Amil

La vendimia moviliza en poco más de un mes gran cantidad de mano de obra. Y no es una faena que se pueda demorar. El punto de madurez de la uva manda y postergar su recogida más de la cuenta es jugar con fuego con vistas a la calidad del vino. Las empresas no siempre dan abasto y la mano de obra estudiantil solo cubre parte de la campaña debido al inicio del curso. Un problema añadido en Ribeira Sacra es que muchas de las personas residentes en la zona dispuestas a obtener un ingreso complementario como vendimiadores perciben algún tipo de prestación económica, desde la risga a una pensión no contributiva.

Darse de baja momentáneamente en esas pagas para poder trabajar unos días en las viñas con un contrato en regla no les compensa. «Habría que simplificar el papeleo para recuperar luego la prestación. Tal y como están los trámites, si te das de baja temporalmente luego vas a estar muchos meses sin cobrar», explican en una bodega.

Casa de Outeiro tuvo que interrumpir la recogida en Quiroga

Los primeros vinos de la bodega Casa de Outeiro se presentaron en la edición del 2021 en la feria ourensana Vinis Terrae. Sus promotores acondicionan en Quiroga un viñedo de 25 hectáreas, del que una parte ya entró en producción. No solo deben realizar esa vendimia. También se encargan de recoger la uva en parcelas que alquilan a otros viticultores de la zona. Estos días se vieron obligados a parar los trabajos de recolección, que realizaba personal gestionado a través de una empresa. Los integrantes de esa cuadrilla tuvieron que atender otro compromiso.

«Las empresas de servicios no dan abasto y de otro modo no hay forma de conseguir gente», señala el responsable de esta bodega, Juan Luis Vázquez. El personal al que recurrió inicialmente se hospeda en el albergue de Quiroga, convertido por estas fechas en alojamiento de trabajadores temporeros. Otro tanto sucede con varios hostales situados en la zona de A Labrada. Casa de Outeiro paga 70 euros por día y la jornada es de siete horas y media. La comida de los vendimiadores corre por cuenta de la bodega.