Los grelos de O Val de Xestoso, en Monfero, van camino de convertirse «nun artigo de luxo»
AGRICULTURA
La superficie de cultivo merma, pese a la calidad, el sabor y el elevado interés culinario, por falta de relevo generacional. La pandemia vuelve a dejar esta parroquia sin Feira do Grelo
17 ene 2022 . Actualizado a las 18:01 h.Los grelos de O Val de Xestoso, en Monfero, gustan mucho. Hay quien los compara con los mejores espárragos, por la singularidad del tallo, muy tierno. «O que o proba distíngueo do resto, é menos ácido, e o tallo pode ser o gordo que queira que se desfai coma manteiga», subraya Pacucha Couto, gerente de la Cooperativa Val Xestoso. La orografía marca la diferencia. «Se pasas de Pena Fesa para abaixo xa hai outro clima, xa non se dá igual», apunta la representante de la sociedad que lleva más de 20 años organizando la Feira do Grelo, el fin de semana anterior al de carnaval.
En 2021 se suspendió, por la pandemia, y este año tampoco se va a celebrar. «De momento, a campaña vai ben porque non houbo xeadas, que queiman o grelo, e si frío, que lle fai falla. Pero coa situación sanitaria que hai temos medo de xerar un brote, e aquí hai moita xente maior», explica Couto. En la feria, los grelos solían agotarse antes de media mañana. Se trata de un producto muy demandado, para consumo particular y también para la hostelería. «O dono dun restaurante de Asturias encargábanos cada ano 700 ou 800 manoxos, quería gardalos para todo o ano», dice la gerente de la cooperativa. En la tienda reciben pedidos de toda Galicia, incluso de otros puntos del municipio de Monfero, y también de Madrid.
Hasta unos 90 productores
«O problema é que cada vez hai menos produtores, de 40 anos debe haber tres ou catro, a maioría son de 50 para arriba. A este paso, vai acabar sendo un artigo de luxo porque non hai quen se dedique a el», vaticina. Hace años, unas 90 familias plantaban esta verdura para comercializar, como complemento a su actividad principal, que solía ser la ganadería. Aun hoy se dan casos, pero son muchos menos, por el progresivo abandono del campo, el envejecimiento de la población y la falta de relevo generacional. Buena parte de los vecinos cosechan para autoconsumo y para abastecer a sus allegados.
Couto lamenta que «ninguén se dedique á horticultura» de forma profesional. «Terreo hai, e dá rabia que tendo un produto así non haxa capacidade para cultivalo [...]. A zona de cultivo é o importante, teño levado a semente de aquí para Santiago e alí non sabe igual. E hai que sabelo apañar, todo é manual», recalca. Los grelos de O Val de Xestoso se identifican por su sabor y versatilidad, que los hace especialmente atractivos en la cocina. A las elaboraciones más tradicionales, en caldo o cocido, se sumaron hace tiempo los revueltos o incluso la tortilla, y también la empanada o la pizza.
Ana Belén González, al frente de Casa Lourán, un establecimiento de turismo rural de As Restrebas, en O Val de Xestoso, conoce bien los grelos, cómo saben y cuánto gustan. «Son os mellores do mundo, e a xente sube ata aquí por eles, é o que marca a diferenza do cocido que ofrecemos nós», comenta. No es un restaurante ni funciona como tal, salvo para los huéspedes, pero durante el invierno ofrece cocido para grupos, con reserva previa, «para sacarlle un pouco de partido ao produto e cubrir unha época baixa para o aloxamento». La pandemia ha alterado el funcionamiento del local, con cancelaciones y menos llamadas.
Iniciativas de transformación
Como vecina de O Val de Xestoso, González incide en que los grelos «teñen unha calidade insuperable e son rendibles». «O produto haino, falta que se aposte e se crea no que se ten, máis confianza en nós mesmos e máis autoestima, que é no que sempre fallamos. Podería dar de comer a varias familias, terían que xurdir iniciativas de transformación, para non consumilo só en fresco... Parece que sempre falta ese impulso... e por parte das Administracións tampouco se cre nin se potencia o territorio. Acaba sendo un complemento, un sobresoldo para as familias», razona. «É un pequeno tesouro, un cultivo agradecido, que só hai que sementar e recolectar», agrega.
Este año, sin feria, los devotos de los grelos de O Val de Xestoso tendrán que encargarlos en la cooperativa local o en la de O Val, donde también se vende, o directamente a los productores. Existe la figura del «greleiro», personas que van comprando manojos por las casas para comercializarlo después. «Aquí, se a xente chama o día antes xa llelos temos listos, porque o que queremos é garantir que vaia fresco, xusto recén apañado, e así aguántaselles un pouco máis», indica la gerente de la cooperativa Val Xestoso.
Couto incide en que «non queda xente de 20 nin de 30 anos que vaia á leira, e iso é un problema de futuro porque non vai haber quen os bote». Con frío, con sol o con lluvia, los agricultores recolectan los grelos. «É un produto escaso —reitera—, na área de Ferrol ten moita fama, e fóra, pero non damos abastecido nin a nosa zona». Este año, el manojo, «que aquí é dun quilo, non 800 gramos», cuesta 1,80 euros.
As Pontes retomará su feria con talleres de cocina, concurso de cestas y una propuesta literaria
En 2021 tenía que haberse desarrollado la edición 41 de la Feira do Grelo de As Pontes, pero el covid-19 la frustró. Este año, el Concello mantendrá el encuentro, adaptado a la actual situación sanitaria. La concejala Elena López avanza que será los días 26 y 27 de febrero. El sábado habrá talleres de cocina para niños y adultos y charlas sobre el sector primario, que podrán seguirse por streaming. Ultima una propuesta novedosa, dirigida a los jóvenes, para preparar recetas que aparecen en obras de la literatura gallega.
El domingo habrá concurso de cestas y pasacalles. Eso sí, sin comida multitudinaria ni freixoeira. El Concello editará una guía con los locales de hostelería y sus menús con productos de la temporada invernal.