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FIA, la fundación con la que los ingenieros agrónomos quieren ayudar al medio rural

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

Cedida

El colegio que agrupa a estos profesionales presentó esta nueva entidad, que busca contribuir a desarrollar el territorio a través de las nuevas tecnologías

29 nov 2023 . Actualizado a las 12:02 h.

«El origen de los ingenieros agrónomos era contribuir a la transformación del rural a través de la integración de las nuevas tecnologías y de los nuevos conocimientos», cuenta Ricardo Vázquez, miembro de la junta de gobierno del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Galicia (COIAG) y, ahora también, patrono de la Fundación Ingeniería Agronómica para el desarrollo de Galicia (FIA). Esta nueva entidad, que fue presentada en Santiago, nace con el objetivo de mejorar el aprovechamiento de los recursos naturales a través de una apuesta por la aplicación del I+D+i y la tecnología en el ámbito rural.

«Entendemos que los ingenieros agrónomos somos un vector importante para desarrollar Galicia», añade Vázquez. En su opinión, el medio rural se encuentra en un momento importante, en el que precisa afrontar desafíos como la despoblación y oportunidades como el desarrollo de la producción agroecológica. «Galicia durante muchos años estuvo muy vinculada al vacuno de leche, pero hoy vemos que se pueden hacer otras cosas, como el vino, que se ha convertido en un sector puntero. Pues aquí estamos los ingenieros agrónomos, que creemos que nuestra visión del desarrollo puede ayudar a Galicia», asegura.

Vázquez considera que, hace un tiempo, «los ingenieros pasamos de trabajar en el campo a los despachos, para diseñar estrategias y tramitar ayudas y subvenciones». Sin embargo, «ahora tenemos que bajar de nuevo al terreno», sostiene. Porque hay nuevos instrumentos, como los que prevé la Lei de recuperación da terra agraria. «Han lazando nuevas herramientas, que superan a las concentraciones parcelarias, que necesitamos que la gente del campo conozca y aplique y nosotros somos un vector muy importante porque esas nuevas herramientas fueron hechas por ingenieros en la administración».

Es el Colegio de Ingenieros Agrónomos el que crea la fundación, por lo que los patronos son la junta directiva de esa entidad, que está presidida por el también presidente de la fundación, Pedro Calaza. Además, se han nombrado patronos de honor a la Xunta y a la USC. Por eso, durante la presentación, estuvieron presentes el conselleiro do Medio Rural, José González, el rector de la USC, Antonio López, y la directora de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, Elena Pita. «Uno de nuestros objetivos es integrar as otros profesionales en el mundo rural, como los titulados de grado medio en ingeniería agrónoma, veterinarios, biólogos, químicos, ingenieros forestales...», añade.

Profesión multidisciplinar

Otro de los fines de esta entidad es el de poner en valor la profesión. «Es una profesión que no tiene paro, pero que no hay mucha gente que quiera estudiar, quizás por el poco atractivo que tiene el mundo del campo», cuenta Vázquez. Y destaca que mucha gente la asocia solo con la agricultura y la ganadería, «pero es mucho más. Es trabajar con mucha ciencia y tecnología, como los drones la teledetección, la biogenética, los sistemas de regadío... Es la integración de las nuevas tecnologías en los procesos de producción», explica.

En el colegio recuerdan que esta profesión nació hace más de 175 años, cuando Isabel II creó la Escuela Central de Agricultura y, que, desde entonces, el objetivo ha sido mejorar el aprovechamiento y protección de los recursos naturales en beneficio de la sociedad, con una visión sostenible y la implementación del conocimiento científico y la tecnología. En España, actualmente hay más de nueve mil profesionales colegiados, de los cuales 410 tienen su sede en Galicia.

Homenaje a José Luis Hernáez Mañas, impulsor de las variedades de uva autóctonas

La presentación de la fundación quiso servir también para homenajear a uno de los ingenieros agrónomos referentes para el desarrollo de Galicia en los últimos 50 años. Se trata de José Luis Hernáez Mañas, madrileño de nacimiento y gallego de adopción, que fue el impulsor de la apuesta por las variedades de uvas autóctonas, lo que abrió el camino para el despegue de la industria del vino. «Es un muy buen ejemplo de lo que debe ser la figura del ingeniero agrónomo. Es el padre de la actual viticultura en Galicia», añade Ricardo Vázquez.

Hernáez Mañas trabajó en los servicios de extensión agraria, en la escuela de capacitación agraria de la Diputación de Ourense, en la Estación de Viticultura y Enología de Galicia y en la delegación de Estructuras Agrarias de A Coruña. Fue presidente del consello regulador de O Ribeiro, miembro de honor de la Asociación de Sumilleres Gallaecia y medalla de honor al Mérito Enológico. «En los años 70 y 80 peleó porque en Galicia se produjera el vino que hoy tenemos, con variedades autóctonas y con calidad», añade Vázquez. Entonces, muchos eran los que quería imitar el modelo de La Mancha, apostando por variedades internacionales. Hernáez Mañas los convenció de lo contrario y les enseñó a aplicar nuevas tecnologías, como los depósitos de acero. «Es un ejemplo de como los ingenieros pueden ayudar al desarrollo de Galicia», concluyó Vázquez.