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Los capones de Vilalba reinan en su gran feria: «Este ano son todos bos»

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios LUGO / LA VOZ

AGRICULTURA

El precio medio de cada ejemplar anda por los 120 euros, pero se han alcanzado los 200

02 ene 2024 . Actualizado a las 12:19 h.

Ya es Navidad en Galicia. Se sabe porque este jueves 21 se celebra la Feira do Capón de Vilalba, que es el pórtico de estas fiestas. Vilalba se ha vestido de fiesta, y la feria tiene animación y un nivel de calidad de las aves que no pasa inadvertido. «Este ano son todos bos», decía la criadora Marina Díaz, de Goiriz.

Entre los criadores hay la convicción de que la feria no solo está animada sino que es mejor que en otros años. El precio medio de cada ejemplar anda por los 120 euros, aunque uno llegó a pagarse a 200 euros y no faltaron ejemplares vendidos en 140 o 150 euros. En la carpa, situada en la céntrica plaza de la Constitución, han entrado 300 animales, apenas la cuarta parte de los censados. Las ventas ya cerradas, con los capones rumbo a otras ciudades días antes de la Nochebuena, explican esa situación.

Veteranos y jóvenes

La feria es también una mezcla de vendedores veteranos y otros más jóvenes. En ese grupo está , por ejemplo. Lucía Freire, de Santaballa, que ha subrayado las buenas ventas. En el primer grupo está Oliva Souto, de Goiriz, que ha criado 160 y que no ha tenido problema en comercializarlos. «Van todos aló», ha dicho. Sus hijas, Sandra y Laura, la acompañan ya en la tarea. Sus capones han ido en buena medida a Madrid, pero también a otros lugares de España.

En el Concello, que organiza la feria, hay sensación de satisfacción, como ha explicado la concejala Paula Vigo. «Creo que é unha boa feira», ha comentado la responsable de Feiras e Mercados del Concello de Vilalba.

Laura Cortiñas, nueva criadora: «Se deixamos de facer isto, o capón desaparece»

Laura Cortiñas es clara: «Paga a pena criar capón», dice. Como es habitual, no aprendió la habilidad necesaria en los libros sino en su casa, viendo a su madre, Oliva Souto. Su progenitora es una conocida criadora de la parroquia de Goiriz, y Laura Cortiñas subraya que la cría prolonga una de las más afamadas tradiciones vilalbesas. «Se deixamos de facer isto, o capón desaparece», afirmaba durante la feria.

El precio del capón ha sido este año algo más alto que en ferias anteriores. En su caso, los vendidos tuvieron por lo general un precio de 120 a 140 euros, aunque ella asegura que ese supuesto precio alto no lo es tanto. En primer lugar, un capón pesa como mínimo unos cinco kilos, con lo que se asegura carne para varios días. En segundo, el precio de cada kilo de capón no es muy diferente del que pueden alcanzar en vísperas de la Navidad otras carnes.

Paz Domínguez, de la parroquia de Oleiros, es otro ejemplo de criadora que conoce el oficio por el ambiente familiar. Es más, desvela que este año se inició en el trabajo para que los casi 90 años no le pesen a su padre. «Dá moito traballo», admite sobre el proceso. De todos modos, confía en que la cría siga siendo una fuente de ingresos complementarios. «Espero que haxa futuro, porque é algo tradicional», afirma.

Compradores de Lugo, de Ourense o de Valladolid se llevaron sus capones (cuidó 27 en total), pagando, tanto en la feria de este jueves como ya antes, unos 130 euros por cada uno.

Laura Cortiñas y Paz Domínguez fueron galardonadas este año en una nueva categoría, la de nuevos criadores, creada por el Concello para reconocer los casos de relevo generacional que se van dando. Con ellas fue también distinguido Fernando Méndez, que en la parroquia de Sancovade destacó por criar aves que no pasaron semanas en las capoeiras, que es lo tradicional, sino que estuvieron todos los días al aire libre hasta que llegó el momento de matarlos.

Lucía Freire: «O prezo dos alimentos do capón sobe cada vez máis»

La santaballesa Lucía Freire es otro ejemplo de nueva incorporación a la cría de capón. Sin embargo, ese espíritu joven no va a acompañado de una desbordante ilusión. ¿Piensa ella que tiene futuro esta tradición? «Creo que cada vez menos. Os prezos dos alimentos que se lle dan ao capón soben cada vez máis», dice. La consecuencia más normal de ese aumento de los costes de producción es un incremento del precio del producto, aunque ella advierte de que esa medida tiene un límite: «Se repercutes iso no prezo, véndese algo menos», afirma.

Patata, maíz o trigo son algunos de los alimentos con los que el capón se va engordando durante meses. Disponer de esa materia prima, algo habitual en tiempos en los que la agricultura y la ganadería estaban presentes en muchas casas de la zona rural de Vilalba, puede suponer una ventaja. En cambio, la sensación desaparece si resulta necesario comprar esos productos, y Lucía Freire subraya que el maíz es ahora más caro que hace un año. De todos modos, admite que hay un apego especial a este proceso: «Se o fas, é porque che gusta», explica.

Marta Rouco: «A feira é unha celebración da nosa tradición»

La alcaldesa, Marta Rouco, recalcó en su intervención, que tuvo lugar tras la entrega de premios, que el certamen está fuertemente apegado al municipio. «É unha celebración da nosa tradición, da nosa historia, do noso rural», dijo. La regidora deseó «longa vida á Feira do Capón de Vilalba».

Como en otros años, en la feria se entregaron premios en varios apartados. Oliva Souto (Goiriz) se llevó el de mayor número de aves presentadas en la feria (37); Milagros Lozano (Distriz), el de mejor par de capones; Vanesa Coira (Román), el de mejor cesta, y Carmen Barro (Lanzós), el de mejor criadora, que recogió Verónica Castro Barro, hija suya.