Patrocinado porPatrocinado por

Él heredó un par de colmenas en Boqueixón y hoy produce en más de cien una miel de premio

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

AGRICULTURA

XOAN A. SOLER

Manuel Casal, vecino de Santiago, es un apicultor autodidacta y tras jubilarse no escatima tiempo con sus abejas en Lamas

10 ene 2024 . Actualizado a las 10:14 h.

Tendría unos 30 años, calcula Manuel Casal Rodríguez, cuando se convirtió en propietario de un par de colmenas. No tenía apenas idea de los cuidados que requerían y fue aprendiendo por su cuenta, de forma autodidacta, todo lo que rodea a la producción de miel. «Herdei os cortizos que había na casa onde nacín, na parroquia de Lamas [concello de Boqueixón]. Cando botei man polas colmeas que tiñan alí só quedaban dúas e custou que foran para arriba. Agora teño máis de cen», cuenta orgulloso este vecino de Santiago, ya jubilado.

Él trabajó muchos años como repartidor de Coca-Cola y confiesa que, hasta entonces, solo había visto una vez cómo se extraía la miel: «Vina quitar unha vez ao dono dun almacén que vende material cerca de Aríns. Eu aprendín de oídas, do que me ensinou a vida, levando golpes de aquí e de alá, e co que puiden aprender logo doutra xente que está na Asociación Galega de Apicultura (AGA)», explica el boqueixonés de 72 años.

XOAN A. SOLER

En las últimas tres décadas, durante su vida laboral, le dedicaba sus ratos libres a una afición que fue creciendo al tiempo que lo hacían los panales de sus abejas. «Cando unha cousa lle gusta a un, non hai cansazo e coas abellas nunca escatimei tempo», dice Manuel, si bien es cierto que desde que pasó a ser pensionista y se puede dedicar a ellas a jornada completa, su enjambre ha ido a más y ha conseguido uno de los premios a los Meles Cinco Estrelas que concede anualmente la AGA.

«Nestes anos tiven varios reveses coas miñas colmeas, algunha vez por non saber e outra polos pesticidas. Houbo un tempo no que as abellas ían ás lindes das fincas cando saían e logo non sabían volver polos pesticidas. Nalgún momento quedei practicamente sen ningunha», relata el productor. «Unha das cousas boas que teñen, e que pouca xente sabe, é que polinizan as colleitas e os cultivos que as rodean. Moitos pensan que telas é só un lucro para min, pero é un lucro para todos, polo beneficio que aportan no seu entorno», defiende Manuel, quien puede presumir que su miel de flores silvestres —producida en el lugar de Senande, prácticamente en la frontera con el concello compostelano— ha ganado la medalla de plata entre las multiflorales gallegas en el último certamen de la AGA.

Manuel Casal (en la foto, segundo por la izquierda) con el resto de premiados en la categoría multifloral de los premios Mel Cinco Estrelas de la AGA.
Manuel Casal (en la foto, segundo por la izquierda) con el resto de premiados en la categoría multifloral de los premios Mel Cinco Estrelas de la AGA.

¿Y tiene ayuda para hacerse cargo de las colmenas? «Na casa estou eu só para as abellas, para comer o mel hai algún máis, pero non se acercan a elas», responde con voz divertida. «Afortunadamente, eu non son alérxico, polo que non tiven sustos importantes con elas», indica un apicultor que afirma haber llegado tarde al comercio online y vende su miel, ahora con sello de Mel Cinco Estrelas impreso en la etiqueta, a través de comercios y del boca a boca.