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La lucha contra las enfermedades de la vid ya no es solo cuestión de fitosanitarios, explican en Delagro, que presentó a los viticultores arousanos una nueva forma de trabajar basada en activar las defensas de las plantas
27 feb 2025 . Actualizado a las 11:48 h.La lucha contra las plagas que afectan al viñedo se ha convertido, en los últimos años, en un gran quebradero de cabeza para los viticultores gallegos. Primero, porque cada vez son menos las sustancias activas que pueden usar y, en segundo lugar, porque plagas como el mildiu se ven favorecidas por la resistencia que desarrollan a esas sustancias y por el cambio climático, que ofrece unas condiciones meteorológicas más favorables para su desarrollo. En este escenario, empiezan a aparecer nuevas alternativas, como la nutrigenómica, una técnica que permite activar las defensas naturales del viñedo frente a las enfermedades.
«La nutrigenómica consiste en una línea de defensa que permite que las plantas estimulen las defensas naturales que tienen contra las enfermedades», explica Jesús Sánchez, técnico de viñedo de la cooperativa de segundo grado Delagro. Esta firma, junto con Alltech, ofreció a los viticultores de O Salnés una charla sobre esta técnica, con el objetivo de dar la a conocer entre el sector. Son productos que, por su contenido, «simulan un ataque en las plantas y estas se defienden como si estuvieran siendo atacadas, así conseguimos que se anticipen», añade.
Es una línea de productos, cuenta, mucho más respetuosa con el medio ambiente, «porque no son productos químicos que tienen componentes tóxicos». Se trata de unas levaduras naturales, «que mejoran la respuesta general de las plantas a las plagas», explica. Porque, cuando el viñedo se ve atacado, tarda un tiempo en responder, «cuanto menor sea ese tiempo mejor será la respuesta y los bioestimulantes movilizan esas defensas para que el tiempo de respuesta sea más rápido», argumenta.
Sánchez considera que, debido a la reducción en el uso de sustancias activas, «se generan muchas resistencias y los fungicidas son cada vez menos funcionales». Por eso, los viticultores «buscan cada vez más este tipo de productos». En su opinión, la lucha contra plagas y enfermedades «debe abordarse desde diferentes enfoques porque en O Salnés, cada día, se dan las condiciones perfectas para el desarrollo de la enfermedad y antes de que brote el viñedo, las esperas de mildiu están ya activas», afirma.
Por eso la nutrigenómica se convierte en una alternativa más, que es compatible con el uso de los fitosanitarios. «De hecho, se dan en mezclas con los fitosanitarios porque es un complemente, una ayuda», añade. Asegura que la acción de estos productos se puede comparar con la de una vacuna, que ayuda al organismo a estar preparado para combatir la enfermedad.
El responsable de viticultura de Delagro afirma que cada vez son más los viticultores que apuestan por este tipo de productos y que, de hecho, las grandes bodegas ya han comenzado a probarlos. «Cuanto más completa sea la estrategia de lucha contra las enfermedades más poder de acción va a tener y más beneficios. Estos son productos ecológicos, que no hacen daño a la planta, y son una herramienta más», afirma.
Por otro lado, Sánchez sostiene que las plantas tienen una cantidad de energía limitada y que, el hecho de dispone de bioestimulantes, les permite dedicar más cantidad a la producción de uva. «Tenemos comprobado que el viñedo tratado con nutrigenómica da mejor calidad de uva, con menos acidez y más grado porque la planta está más liberada de otras funciones y dedica más energía a la maduración», concluye.