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El sector agroalimentario apremia a negociar con Estados Unidos para mitigar el efecto de unos aranceles que frenan su competitividad

Somos Agro REDACCIÓN

AGRICULTURA

OSCAR VíFER

El aceite de oliva, el vino y las conservas son unos de los productos más directamente afectados por la medida

03 abr 2025 . Actualizado a las 18:40 h.

«Un error grave que va a perjudicar» tanto a los españoles, a los europeos, a los estadounidenses.... De ese modo describió el director general de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), Mauricio García de Quevedo, los aranceles anunciados ayer por Donald Trump y que entrarán en vigor a partir del sábado. Será ese día cuando comience a aplicarse la tasa mínima del 10 %, a la que luego se sumará a partir del día 9 el arancel adicional marcado por la administración estadounidense a cada país. Por eso, desde FIAB piden al Gobierno español y también a la UE que respondan de forma contundente y rápida para forzar a una negociación que permita regresar a las anteriores reglas comerciales a nivel internacional. Porque las consecuencias son muy dispares para los distintos subsectores que componen el sector agroalimentario español y gallego. 

El aceite de oliva

Solo unas horas tardó en reaccionar la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (ASOLIVA) a los aranceles del 20 % que Estados Unidos va a imponer a los productos españoles: «Esta medida supone una importante distorsión del mercado internacional en detrimento de los mercados europeos, especialmente del español y el sector del aceite de oliva, para el que el mercado americano es clave, con la exportación de 180.000 toneladas anuales», avanzaron desde este colectivo en un comunicado. 

La cuestión es que, lo que alegan es que «una tasa del 20 % supone una enorme desventaja competitiva para el aceite de oliva español con respecto a otros estados exportadores no pertenecientes a la UE para los que el arancel es del 10 %». Con todo, uno de los principales países exportadores de aceite de oliva a Estados Unidos después de España e Italia es Túnez, al que ha impuesto un arancel del 28%. 

Pero en Asoliva también recuerdan que «se debe tener en cuenta que el consumo del 98% de los aceites de oliva en Estados Unidos procede de la importación, por lo que estos aranceles se traducirán en un encarecimiento del precio de compra que deberá ser asumido por el consumidor estadounidense». Y añaden que «la aplicación de estos gravámenes en desigualdad contribuye a fomentar más capacidad exportadora y de venta en suelo americano de otros mercados, en detrimento del producto español, lo que puede suponer el deterioro económico para toda la cadena de un sector que tiene un valor económico de 6.000 millones de euros y supone el 12 % en las exportaciones alimentarias de nuestro país».

El vino 

En Galicia, el sector agroalimentario más afectado directamente por los aranceles de Estados Unidos es el vino, sobre todo los caldos de la denominación de origen Rías Baixas, que durante la última campaña comercializó a este país más de 2,5 millones de litros de vino. El volumen total exportado de todas las denominaciones de origen gallegas es de unos 3 millones de litros. Antes de que se dieran porcentajes, la mera amenaza de tasas de un 200 % a las bebidas alcohólicas provocó que la Alianza de Importadores de Vino de Estados Unidos (USWTA) mandara una carta a sus asociados recomendándoles que suspendieran todos los envíos de vino, licores o cerveza de la UE. De este modo, antes de que se hubieran impuesto aranceles ya lograron frenar la comercialización de vino a Estados Unidos. Pero ahora que los aranceles parecen ser ya una realidad inminente, fuentes de la denominación de origen Rías Baixas apuntan que lo que habrá que hacer es «trabajar más para defender y comunicar mejor la calidad de nuestros vinos, así como la garantía que supone que los vinos lleven la etiqueta de Rías Baixas. Además, debemos acercarnos más a los consumidores para explicarles que no somos los responsables de esta subida de precios, porque es ajena a nuestros intereses». 

El diseño de una estrategia será una herramienta fundamental para lograr esos objetivos. De ahí que la Zona Franca de Vigo y el sector vitivinícola de Rías Baixas han puesto en marcha la primera medida para contrarrestar el efecto de esta nueva política arancelaria por parte de Estados Unidos. Será la celebración de un Foro Económico do Albariño que organizarán el propio Consorcio, la Asociación Adegas do Salnés y el concello de Cambados para diseñar una estrategia económica ante la política arancelaria de la administración Trump, que crea incertidumbres en el sector y, especialmente, en la denominación de origen Rías Baixas.

Al mismo tiempo desde la European Federation of Origin Wines (EFOW), la organización que representa a las denominaciones de origen europeas ante las instituciones de la UE, y la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV), lamentan este revés para el sector del vino en toda la UE. En un comunicado remitido esta mañana indican que los aranceles llegan en un «contexto ya difícil para el sector vitivinícola, que se enfrenta a una disminución del consumo y a una bajada de comercialización en mercados exteriores en los últimos años, lo que ha hecho que la competencia en estos sea cada vez más fuerte». 

El mercado estadounidense supone aproximadamente unas ventas anuales cercanas a los 400 millones de euros para el vino español, pero es que este, como dicen desde estos colectivos, «es un mercado difícil de reemplazar tanto en volumen como en valor».

Por su parte, la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) ha valorado positivamente las medidas de apoyo presentados esta mañana por el presidente del Gobierno. En un comunicado dice que el plan de respuesta y relanzamiento comercial trabaja en aspectos clave para el vino español como uno de los productos más afectados por la escalada proteccionista. Destacan todas las medidas de apoyo a la internacionalización de las empresas (el 99% de las bodegas españolas son pymes) y la promoción de nuestros productos, fuera y dentro de España. Cabe recordar que más de dos tercios del volumen de las ventas de vino de España (63,1%) salen de nuestras fronteras. 

Conservas de pescado o productos del mar

«Esta medida no responde a un reposicionamiento competitivo de Estados Unidos, sino que se trata de un proteccionismo generalizado, que no parece derivarse de un análisis detallado de sus sectores productivos. Por tanto, esperamos que pueda ser objeto de revisión y ajuste en un futuro próximo». Es es el mensaje lanzado por el  secretario general de Anfaco-Cefopesca, Roberto Alonso, tras reunirse en Moncloa con el presidente del Gobierno Pedro Sánchez. Al mismo tiempo añadió: «Valoramos de forma positiva este primer paso por parte del Ejecutivo, pero es fundamental que las medidas anunciadas se concreten con rapidez y se articulen de forma eficaz, contando con la colaboración activa de las organizaciones representativas del sector»

Porque España exportó al mercado estadounidense el año pasado 26.032 toneladas de productos del mar en distintas presentaciones por un valor de 290 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 14% en volumen y un 11% en valor respecto al 2023. Los datos muestran, por tanto, que este es un mercado prioritario para el sector, tal y como explican desde la patronal Anfaco-Cecopesca. Los principales productos exportados son desde el pulpo congelado (representa un 34%); el pulpo en conserva (15%), las sepias y calamares preparados (9,5%), el róbalo o lubina fresco (8,3%), el atún rojo fresco (7,2%) y las conservas de atún (4,7%). Lo que indican desde la patronal es que en este nuevo escenario, «productos que anteriormente accedían al mercado estadounidense sin barreras arancelarias pasarán a estar sujetos a un arancel adicional del 20%, y otros que ya soportaban aranceles elevados podrían verlos incrementados aún más, lo que cambia las reglas de acceso al mercado, pudiendo generar un impacto en la competitividad de las exportaciones del sector».