Un robot preparado para cultivar pimientos: la agricultura de precisión triunfa en el IES de Valga

La Voz VALGA / LA VOZ

AGRICULTURA

El proyecto desarrollado en el centro ha ganado el premio estatal de FP Empresa

08 abr 2025 . Actualizado a las 09:58 h.

Exprimir las oportunidades, aprovechar las sinergias al máximo, alimentar la ilusión del alumnado... Esos son tres de los ingredientes con los que este curso se está trabajando en el instituto de Valga. Alumnos de tres ciclos —dos medios, el de agraria y el de mantenimiento industrial, junto con el superior de mecatrónica— se embarcaron a comienzos de curso en un proyecto en cuyo desarrollo han sido necesarios todos sus conocimientos: el diseño de un robot que automatiza parte del cultivo del pimiento. La idea y su ejecución están siendo todo un éxito y han conseguido varios premios. El último, concedido por la asociación nacional FP Empresa, fue recogido el pasado viernes en un acto celebrado en Cartagena.

Para el alumnado que forma parte de este proyecto, este reconocimiento ha sido una inyección de ilusión. «Xa o fóra cando levamos o premio do Innova FP», dice Bibiana Bértoa Cambón, una de las profesoras que ha insuflado vida a esta iniciativa. Surgió la misma de las ganas de hacer algo que incentivase la curiosidad del alumnado y que permitiese que estudiantes de distintas disciplinas colaborasen. Conscientes de que en el agro gallego aún hay mucho camino por andar en materia de automatización, decidieron abordar un proyecto de «agricultura de precisión en cultivos galegos de quilómetro cero». Inspirándose en experiencias desarrolladas en los Países Bajos, el equipo miró a su alrededor y sus integrantes no tardaron en descubrir en qué especie debían centrar su atención: el pimiento.

«O robot está pensado para instalarse sobre os raíles dos invernadoiros», explica Bértola. Sobre ellos se desplaza una máquina «adiante e atrás, arriba e abaixo». Está dotada con una cámara de visión inteligente y de sensores de humedad. Eso supone que el robot, que está siendo convenientemente entrenado, avisa de cuando los pimientos necesitan agua y los riega; identifica posibles enfermedades y advierte de cuándo es preciso aplicar algún producto fitosanitario y no olvida mandar recado cuando la cosecha está lista para la recolección. «Obviamente, para poder facer toda esa programación necesitamos á xente do ciclo agrario, porque son eles quen teñen esa información», explica la coordinadora del proyecto. También fue preciso tender fuentes fuera del instituto y contar con el apoyo de empresas como O Forno Garden y Almacéns AgroUlla, ambas de Valga, y también Gerca, Acero y Metal, de Vimianzo.

El proyecto sigue en pleno desarrollo: el instituto tiene hasta el mes de junio para rematarlo. Al equipo que trabaja en él le gustaría que este robot, pensado para «optimizar os procesos de cultivo e maximizar os beneficios», acabase dando el salto de las instalaciones educativas a los invernaderos. «A nosa versión está enfocada no pemento, pero poderíase adaptar para outros cultivos sen ningún problema facendo axustes», explica Bibiana Bértola. En todo caso, ese salto de la teoría a las explotaciones agrarias es algo que se escapa del control del instituto de Valga: depende del propio sector gallego apostar o no por la automatización, una asignatura que aún tienen pendiente.