
La Consellería do Medio Rural da el visto bueno a la resolución que permite cambiar el pliego de condiciones de este consello regulador con el objetivo de preservar el patrimonio y elevar el nivel vitivinícola de la zona
23 jul 2025 . Actualizado a las 09:55 h.El cambio climático y las nuevas tendencias del mercado están provocando importantes cambios en el mundo del vino. El consello regulador de Monterrei no es ajeno a ellos y, por eso, lleva trabajando desde finales del pasado año en la modificación del reglamento. La idea era cambiar las bases para permitir, por ejemplo, la autorización de vinos rosados, como ya han hecho otras denominaciones gallegas. Pero también, ampliar el territorio que ampara y ampliar los rendimientos máximos, entre otras cosas. Todas estas modificaciones han sido aprobadas ya por la Consellería do Medio Rural, a través del Diario Oficial de Galicia.
Monterrei es la tercera denominación de origen gallega que ampara los vinos rosados, una medida que ya tomaron con anterioridad Valdeorras y Ribeira Sacra. Lo hace para «responder ao crecente interese por este tipo de viños e á experiencia previa de elaboracións fóra da denominación, permitindo así unha maior adaptación ao mercado», explican en Medio Rural. Estos deberán ser elaborados con un mínimo de un 85% de variedades de uvas tintas.
Otra novedad es que el nuevo pliego de condiciones ya no distingue entre variedades preferentes y autorizadas, sino que todas pasan a considerarse admitidas. Así, los blancos se podrán elaborar con Albariño, Branca de Monterrei, Caíño Branco, Dona Branca, Godello, Loureira y Treixadura, mientras que los tintos deberán emplear Caíño tino, Mencía, Merenzao, Sousón y Tempranillo (que en esta comarca se conoce como Araúxa).
Además, el consello regulador toma también medidas para combatir los efectos del cambio climático, pues ya se está viendo que este provoca una clara tendencia a la obtención de vinos con graduaciones alcohólicas más elevadas, lo que influye en parámetros analíticos como la acidez total y la volátil. A esto hay que añadirle los cambios que se produjeron en la elaboración de los vinos, que pasan cada vez más tiempo en depósito, afectando a estos mismos parámetros. Por eso, en el nuevo pliego, se reduce la acidez total mínima, que pasa de 4,5 a 4 gramos por litro de ácido tartárico y para los blancos se aumenta el límite máximo de contenido de anhídrico sulfuroso, que pasa de los 160 a los 200 gramos por litro.
El cambio también permite anular la prohibición que pesaba sobre tres prácticas enológicas. A partir de ahora, se podrán usar trozos de madera en la elaboración de vino y en los procesos anteriores y se podrán mezclar vinos de un año con hasta un 15 % del volumen con vinos de cosechas anteriores, sin que estas sean las dos últimas. Además, se elimina también la obligación de elaborar los vinos de esta denominación empleando como mínimo un 60 % de determinadas variedades preferentes pues estas dejan de definirse como tal. «Con este cambios, preténdese dar unha maior liberdade ás adegas da denomoinación á hora de elaborar os seus viños, permitidno prácticas enolóxicas que están admitidas por la normativa xeral, o que pode facilitar a súa adaptación ás necesidades e esixencias do mercado», explica el DOG.
Nuevos territorios en Monterrei, Cualedro y Riós
Monterrei también ampliará el territorio que ampara, aprovechando esta modificación del pliego de condiciones. En todo caso, se trata de parroquias limítrofes con el área actualmente delimitada y el cambio se justifica en la necesidad de dar cobertura dentro de la denominación de origen a viñedos que quedaran fuera de la delimitación inicial. Con ello se quiere, también, dar respuesta a la demanda de viticultores de la zona.
La zona ampliada, explica Medio Rural, no es muy extensa en términos relativos y tiene unas características de clima y suelos similares a las del territorio actualmente definido, por lo que los vinos mantendrán las características de calidad específicas de esta denominación de origen. Así, pasarán a formar parte de esta denominación varias parroquias de los municipios de Monterrei, Cualedro y Laza. También, algunas parroquias de Riós, que hasta ahora solo estaban parcialmente incluidas
Por último, el cambio afecta también a los rendimientos máximos permitidos, que pasan a ser de 13.200 kilos por hectárea para las variedades blancas y de 10.000 kilos por hectárea para las tintas. El cambio implica un aumento en los rendimientos permitidos para las uvas de variedades blancas, sobre todo para las consideradas hasta ahora preferentes, y una disminución de los admitidos para algunas tintas. Con ello se busca «adecuar os rendementos produtivos á realidade da denominación», explica Medio Rural en el DOG, ya que en los últimos años fue preciso aplicar, sistemáticamente, el incremento del 25 % previsto en las bases.
Tras comprobar que los vinos elaborados en esos años en los que se ampliaron los rendimientos por hectárea no tenían una pérdida de calidad, se decidió ampliar estos. En cambio, en el caso de las tintas, se decide reducirlos porque la situación de los mercados, donde se está produciendo una reducción del consumo de vinos tintos, lo desaconseja. Esta ampliación viene acompañada de la supresión de la posibilidad de incrementar un 25 % los rendimientos en campañas concretas.