Bodegas Arzuaga entra en Rías Baixas tras adquirir Pazo de Rubianes

M. Alfonso / S. González VILAGARCÍA / LA VOZ

AGRICULTURA

MONICA IRAGO

La firma de Ribera del Duero compra la propiedad y los viñedos con el objetivo de continuar con el proyecto que gestionaban las hermanas Ozores

15 oct 2025 . Actualizado a las 10:35 h.

El Pazo de Rubianes despidió ayer una larga etapa. La que comenzó en el año 1411 y que, desde entonces, estuvo ligada a la misma familia, en origen y fundación con el apellido Caamaño y, desde el siglo XVIII, con el apellido Ozores. Las hermanas Beatriz y María, que gestionaron esta instalación en los últimos años y la convirtieron en una de las bodegas de referencia de la denominación de Rías Baixas y en uno de los emblemas del enoturismo gallego, firmaron la venta del pazo, la bodega y los viñedos a Bodegas Arzuaga, una firma de la Ribeira del Duero dispuesta a continuar con el proyecto que las hermanas Ozores gestionaban. La operación supone el desembarco en la denominación de origen Rías Baixas, y en Galicia, de esta firma vallisoletana.

Fue Gonzalo Ozores de Urcuola, padre de Beatriz y María, la persona que en su día puso en marcha un proyecto que quería dar sostenibilidad patrimonial a esta finca, que cuenta con una extensión de 80 hectáreas de terreno. La actividad enológica estuvo ligada a esta propiedad desde sus inicios, pero tras la plaga de la filoxera el viñedo había ido desapareciendo poco a poco. Ozores de Urcuola apostó, en los 90, por recuperarlo y, en cuestión de pocos años, aquellas seis hectáreas iniciales se convirtieron en las 25 actuales.

Hace unos años, sus hijas tomaron el relevo y, con la ayuda y el apoyo del enólogo José Manuel Martínez Juste, consiguieron convertir a esta bodega en una de las de referencia en la denominación de origen Rías Baixas.

Cuatro albariños

Utilizando en exclusiva las uvas de esta parcela, se elaboraban actualmente cuatro albariños: Pazo de Rubianes, el vino más emblemático de la casa, 1411, García de Caamaño y Paloma. El primero de ellos puede presumir de ser de los pocos que ha ganado en dos ocasiones la Cata dos Viños de Galicia, que organiza la Consellería do Medio Rural, siendo elegido el mejor blanco de Galicia.

Ahora, la propiedad del pazo, de la bodega y de sus viñedos pasará a manos de Bodegas Arzuaga, tras una operación que se cerró ayer mismo. La bodega vallisoletana llega a Rías Baixas con el objetivo de continuar con el proyecto enológico del Pazo de Rubianes. La firma, propiedad de la familia Arzuaga, cuenta en Valladolid con una plantación de 210 hectáreas de viñedo, distribuidas en las inmediaciones de la bodega y el espacio natural de la finca La Planta. Tiene, además, un importante proyecto de enoturismo que incluye un hotel ubicado junto a la bodega.

Las hermanas Ozores se mostraron ayer satisfechas con la operación realizada y quisieron agradecer a todo el equipo del pazo, con el que han trabajado en los últimos años, su apoyo incondicional y su encomiable labor.

Con este movimiento, que supone su desembarco en la denominación más potente de Galicia, Bodegas Arzuaga sigue el camino iniciado en su día por otros grandes grupos bodegueros españoles, que llegaron a Rías Baixas tras adquirir firmas que ya estaban en funcionamiento. Masaveu, LAN o Zamora Company son solo algunos ejemplos de esa tendencia.

Las camelias, otro de los grandes atractivos turísticos de esta propiedad

Otro de los grandes atractivos del Pazo de Rubianes tiene que ver con su riqueza botánica, con sus impresionantes jardines, que forman parte de la Ruta de la Camelia. Cuentan en esta familia, que la pasión por la jardinería se fue heredando de padres a hijos durante los siglos XVII y XIX y que eso permitió que la finca sea considerada, hoy en día, Jardín de Excelencia Internacional de la Camelia. Un título que logró en el año 2014 y del que presume desde entonces. De hecho, la propiedad recibe cada año a miles de visitantes, interesados en conocer de cerca su riqueza botánica.

Ejemplares monumentales de magnolios, calocedros, alcanfores, fresnos, robles, alcornoques y eucaliptos son solo un ejemplo de lo que se puede encontrar en los terrenos que rodean al Pazo de Rubianes. Pero, sin duda, su gran atractivo turístico son sus más de cinco mil camelios, que proporcionan un espectáculo invernal único cuando están en flor. Además, estos son también el origen de una línea de cosmética natural, a partir del aceite extraído en frío. 

La conjunción del proyecto enoturístico y del botánico en este mismo espacio llevó a que los vinos de esta bodega fueran conocidos como los albariños de las camelias. A mayores, el pazo es una de toda una referencia en la Ruta de las Camelias y lugar de paso obligado para todos los amantes de esta flor. De hecho, se sigue manteniendo la tradición de que, cada año, los vecinos de Rubianes organizan una exposición de camelias, que culmina con una jornada de puertas abiertas en el pazo.