Un frente de organizaciones sociales muestra su rechazo al plan forestal

Somos Agro REDACCIÓN / LA VOZ

FORESTAL

MONICA IRAGO

Sus integrantes se reunieron con el grupo parlamentario del PP y la próxima semana lo harán con PSOE y BNG

06 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Un frente de organizaciones sociales, ecologistas, agrarias y sindicales ha puesto en marcha una campaña de rechazo a la primera revisión del Plan Forestal de Galicia, que se comenzará a debatir en el Parlamento el próximo día 23. El documento está firmado por A Estruga, Amigos da Terra, Comando Ghichas, Ecoloxistas en Acción, Greenpeace, CIG, Fruga, la Organización Galega de Comunidades de Montes y el Sindicato Labrego, entre otros. La primera de sus acciones para tratar de frenar el documento fue reunirse con el grupo parlamentario del PP. Tienen previsto repetir este encuentro el martes con PSOE y BNG.

Este frente común se queja, en primer lugar, del «inexistente» proceso de participación que precedió al debate parlamentario de la revisión del plan forestal y recuerda que la única exposición pública del documento fue en el año 2018. Entonces, setenta organizaciones de Galicia presentaron una serie de alegaciones. Ahora, a mayores, han elaborado un decálogo sobre por qué el documento no debe salir adelante.

Su primera razón para estar en contra del documento es que este hace, en su opinión, un diagnóstico ficticio de la situación actual del monte, pues considera que la revisión del plan debería partir de una actualización del inventario gallego forestal. También denuncia que el documento carece de consenso social, pues «na súa tramitación non se viron representados todos os axentes sociais vinculados ao monte», Su tercera queja se refiere a que «responde unicamente a intereses productivistas e de carácter privado», pues creen que deja de lado el interés público y encarga a las empresas madereras la ordenación de los usos del monte.

Otra de sus críticas es que, asegura, fomenta el monocultivo y el aumento de las especies invasoras, hasta alcanzar las 1,4 millones de hectáreas de pinos y eucaliptos. También apuntan a que propone aumentar más la superficie que ocupa el eucalipto y promueve la forestación de las tierras agrarias. El frente de organizaciones sostiene que el plan, además, favorece la vulnerabilidad del monte gallego frente al cambio climático, pues desvía inversiones destinadas a fines de conservación para fines productivistas. Por último, argumentan que favorece la proliferación e intensificación de los incendios forestales y la privatización de lucha contra los incendios; aseguran que agrava la situación de abandono y desertización del rural, impidiendo el desarrollo de un monte funcional y que genere riqueza; y concluyen que alienta la desaparición de los montes vecinales mancomunados, favoreciendo su privatización y la eliminación del carácter germánico de la titularidad vecinal.