
El Ministerio de Sanidad ordena el sacrificio de los animales que estuvieron 70 días dando vueltos por el mar tras confirmar que tienen lengua azul
08 mar 2021 . Actualizado a las 10:04 h.Setenta días después de su partida desde Cartagena y tras un periplo por otros cuatro puertos, el futuro de los cerca de 900 terneros que viajan en el Karim Allah, un barco libanés cuyo cargamento de animales fue rechazado en Turquía y Libia, está decidido. El Ministerio de Agricultura emitió este sábado un comunicado en que explicaba que los terneros no eran válidos para la exportación, al tiempo que comunicaba al buque la orden de aislar y sacrificar a los animales.
La mole de 81,8 metros de eslora y 14 de manga, blanco y lleno de chorretones de óxido, navega desde 1965, en los últimos años dedicado al traslado de animales. Muchos de esos viajes han sido entre los muelles cartageneros y los de Iskenderun, una ciudad ubicada en la costa mediterránea de Turquía. El último, el más controvertido, es toda una odisea que llega ahora a su final, comenzó el 18 de diciembre. El epílogo lo han escrito los técnicos de Sanidad Animal al decidir qué hacer con los novillos: sacrificarlos, por tener la enfermedad de lengua azul.
El periplo del barco y los problemas para los dueños de la carga comenzaron tras ser rechazada en el puerto turco y poco después en el de Trípoli (Libia). Partió y solicitó permiso para atracar en Bizerta (Túnez), para embarcar forraje, pero se le negó la entrada allí y en cualquier otro puerto tunecino, donde alegaron que las reses transportadas tenían fiebre aftosa.

Las negativas obligaron al patrón a abandonar las aguas territoriales tunecinas y a buscar abrigo en otras zonas. El 28 de enero fondeó en el puerto siciliano de Augusta, el penúltimo destino del que tiene constancia oficial. Tras pasar varios días anclado frente a Cagliari (Cerdeña), donde recibió un nuevo portazo, volvió a su puerto de origen, Cartagena, a la espera de conocer su futuro. Fuentes ministeriales insisten en que el ganado salió de Cartagena provisto de los correspondientes certificados sanitarios y que proceden de áreas libres de lengua azul. Es la misma versión que sostiene la Autoridad Portuaria de Cartagena, donde aseguran que los bovinos fueron embarcados en diciembre cumpliendo todas las inspecciones requeridas por el Servicio de Sanidad Animal. Durante los días que el buque ha estado atracado en el puerto, varios grupos de defensa animal se concentraron en el muelle para pedir que se frene la exportación de animales vivos.