Miembros de un piquete protagonizaron en Lalín una persecución de película de un camionero, al que acabaron inutilizando su vehículo
18 mar 2022 . Actualizado a las 09:18 h.Estar en el Kilómetro Cero de las carreteras de Galicia tiene sus ventajas pero también sus inconvenientes. Esta ubicación convierte a Lalín en un punto estratégico y esa es quizás la razón de que estos días se vaya incrementado el número de miembros de los piquetes por la huelga del transporte. Ayer se produjo de nuevo algún incidente y la tensión va en aumento.
Pasadas las 13.00 horas de ayer los miembros de un piquete ubicado en la rotonda próxima al centro comercial Carrefour, en el cruce de salida a la Nacional 640, pararon un camión. Este acabó escapando del control e integrantes del piquete salieron detrás de él en coches, cruzándolos delante del vehículo pesado, que se tuvo que detener en los aledaños de la rotonda de entrada a Lalín de la N-525, tras haber seguido su camino por la Ronda Este. Una vez allí, con unos hierros cortaron los cables situados entre la cabina y la caja del camión, inutilizando el vehículo, que quedó inmovilizado. Hasta el lugar se desplazó la Guardia Civil de Tráfico. El camión quedó varado entre dos carriles de la N-525 dificultando la circulación unas horas, a la espera de la llegada de una grúa que procediese a su retirada.
Y mientras se suceden los incidentes, crecen los problemas en la mayoría de los sectores productivos en las comarcas. Uno de ellos son los mataderos, que están prácticamente sin actividad y trabajando en mínimos.
Es el caso de Frigoríficos Bandeira. En la empresa explicaban que ayer solo se mataron quince vacas. Una cifra muy pequeña teniendo en cuenta que el número de sacrificios fluctúa cada día entre las 280 y 300. Era una situación que se iba repitiendo en estas jornadas de paro, con un nivel de sacrificio muy pequeño.
Ni entran vacas ni sale carne
En el matadero lo explicaban de forma muy gráfica con esta frase: «Nin entran vacas nin sae carne», lo que supone un problema en las dos direcciones. Mientras tanto, las cámaras de Frigoríficos Bandeira empiezan a estar más llenas «porque non chegan os transportistas». Señalan que «está todo parado».
La firma, con sede en el municipio de Silleda, surte de carne a una amplia cartera de clientes, incluidos muchos de toda Europa. Ayer les preocupaban, entre otras muchas cuestiones, unos camiones que habían salido con carne para Holanda y que no sabían que iba a pasar con ellos o si iban a llegar a su destino. Incertidumbre era la palabra con la que desde la firma calificaban la situación que estaban viviendo, poniendo el acento en el volumen de toneladas de carne en juego y que supone una cantidad inmensa de dinero que se traducirá en pérdidas elevadas para todas las partes implicadas.
Problemas logísticos
En Cogal, el matadero de la cooperativa de conejos, sigue teniendo actividad pero muy poca en comparación con la que sería normal. Su gerente, Juan Castro, explicaba que «estamos traballando a mínimos e non podemos facer fronte aos pedidos». Señalaba que no tenían granjas sin pienso pero la situación podría agravarse si la huelga se mantiene y augura falta de existencias en los supermercados en muy poco tiempo. Explican que están sufriendo retrasos y un montón de problemas logísticos.
En los diferentes sectores se quejaban también de que si la situación en Galicia está siendo muy preocupante, en otras comunidades, dicen, los efectos de la huelga de transporte apenas se están notando y no están generando problemas ni mucho menos de este calibre. Había quien pedía más intervención por parte de las fuerzas de seguridad y consideran que se está dando cierta inanición. Los que tienen ya una dilatada carrera profesional coincidían en que nunca se había dado en anteriores huelgas de transporte una situación similar. Decían además que los convocantes «son unha agrupación minoritaria».
Crece la tensión y las empresas buscan salidas para mantener servicios básicos
Mientras en los piquetes crece la tensión, las empresas buscan salidas para mantener unos servicios básicos. Es el caso de las fábricas de pienso sobre las que recae la responsabilidad de surtir a las explotaciones de alimento para sus animales. Las más pequeñas se pueden ir apañando con la carga de algunas cisternas, que ayer alguna empresa apuntaba que los piquetes estaban dejando circular sin problema. Las empresas grandes se ven más atrapadas ante la imposibilidad de contar con toda la materia prima que necesitan.
En Nudesa, la directora de compras de la empresa silledense explicaba que optaron por un convoy de 26 camiones que llegó el miércoles escoltado por la Guardia Civil porque «era nuestro último recurso y estábamos en una situación límite porque teníamos que parar y dejar de servir a muchas explotaciones». En sus granjas y en las de sus clientes tienen, apuntan, cerdos que debían ir para el matadero y que no se están enviando, pero a los que le hay que seguir dando de comer en una época de mayor ingesta. La solución, dicen, «o salen escoltados para el matadero o les damos de comer».
Se quejan de que se suspendieron los servicios mínimos y solo podían cargar tres cisternas en los puertos que estaban inmovilizadas. Señalan que no recurrirán a otros medios si les dejan los servicios mínimos suficientes, sino sí, porque «tenemos que alimentar al ganado, no podemos dejar morir a los animales». Nudesa emplea la carga de entre 40 y 50 camiones de grano al día. En el puerto de Marín sigue habiendo grano en abundancia pero ayer no se dejó salir a ningún camión.